'Labios' en la Biblia
Y respondió Moisés delante de Jehová, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan: ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo de labios incircuncisos?
Y Moisés respondió delante de Jehová: He aquí, yo soy de labios incircuncisos, ¿cómo, pues, me ha de oír Faraón?
También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y él no lo conociere; si después lo entiende, será culpable de una de estas cosas.
Pero si fuere casada, e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;
Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y Jehová la perdonará.
Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará.
Aquello que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, aun la ofrenda voluntaria conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, lo cual prometiste con tu boca.
Mas Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos, yo por tanto pondré mi gancho en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo.
Mas ¡oh quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contra ti,
Oíd ahora mi razonamiento, y estad atentos a los argumentos de mis labios.
Tu boca te condenará, y no yo; y tus labios testificarán contra ti.
Mas yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño.
Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y mis labios proferirán sabiduría pura.
Mentira habla cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
Jehová destruirá todos los labios lisonjeros, y la lengua que habla soberbias;
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
El deseo de su corazón le has concedido, y no le has negado la petición de sus labios. (Selah)
Todos los que me ven, se burlan de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:
Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.
He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; sean presos por su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.
Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca,
que pronunciaron mis labios y habló mi boca, cuando angustiado estaba.
Mis labios se alegrarán cuando a ti cante, y mi alma, la cual redimiste.
No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
Porque hicieron que el espíritu de Moisés se rebelase, haciéndole hablar precipitadamente con sus labios.
Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
Mis labios rebosarán alabanza, cuando me hayas enseñado tus estatutos.
Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah)
En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.
Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti los labios inicuos.
para que guardes consejo, y tus labios conserven el conocimiento.
Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;
Lo rindió con sus muchas palabras suaves, lo sedujo con la zalamería de sus labios.
Oíd, porque hablaré cosas excelentes; y abriré mis labios para cosas rectas.
Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios.
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el necio de labios caerá.
El que guiña el ojo acarrea tristeza; y el necio de labios será castigado.
En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para la espalda del falto de entendimiento.
El que encubre el odio es de labios mentirosos; y el que propaga calumnia es necio.
En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente.
Los labios del justo alimentan a muchos; mas los necios mueren por falta de entendimiento.
Los labios del justo saben lo que agrada; mas la boca de los impíos habla perversidades.
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.
Los labios mentirosos son abominación a Jehová; mas los obradores de verdad son su contentamiento.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
En la boca del necio está la vara de la soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.
Vete de delante del hombre necio, cuando veas que no hay en él labios de entendimiento.
En toda labor hay fruto; mas la palabra sólo de labios empobrece.
Los labios de los sabios esparcen sabiduría; mas no así el corazón de los necios.
Oráculo hay en los labios del rey; su boca no yerra en juicio.
Los labios justos son el contentamiento de los reyes; y aman al que habla lo recto.
El sabio de corazón será llamado prudente; y la dulzura de labios aumenta el saber.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta el saber.
El hombre perverso excava el mal; y en sus labios hay como llama de fuego.
Cierra sus ojos para pensar perversidades; mueve sus labios, efectúa el mal.
Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
Los labios del necio entran en contienda; y su boca los azotes llama.
La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.
Del fruto de la boca del hombre se saciará su vientre; del producto de sus labios será saciado.
Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos labios y necio.
Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios son una joya preciosa.
El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios el rey será su amigo.
Porque es cosa deliciosa, si las guardares dentro de ti; y si juntamente se afirmaren en tus labios.
Mis entrañas también se alegrarán cuando tus labios hablaren cosas rectas.
porque su corazón trama violencia, e iniquidad hablan sus labios.
Besados serán los labios del que responde palabras rectas.
No seas sin causa testigo contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios.
Como escoria de plata echada sobre el tiesto, son los labios enardecidos y el corazón malo.
El que odia, disimula con sus labios; pero en su interior maquina engaño.
Que te alaben otros, y no tu boca; el ajeno, y no tus labios.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
Tus labios, como un hilo de grana, y tu habla hermosa; tus mejillas, como cachos de granada entre tus guedejas.
Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa mía; miel y leche hay debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
Sus mejillas, como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, como lirios que destilan mirra fragante.
y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace hablar los labios de los que duermen.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón lejos está de mí, y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres.
He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos: su rostro encendido, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego consumidor;
Porque contra mí te airaste, y tu estruendo ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi anzuelo en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
Yo creo el fruto de labios: Paz, paz al lejano y al cercano, dice Jehová; y lo sanaré.
Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.