'La' en la Biblia
PABLO, apóstol de Jesucristo por la ordenación de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo, nuestra esperanza;
A Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús nuestro Señor.
Ni presten atención á fábulas y genealogías sin término, que antes engendran cuestiones que la edificación de Dios que es por fe; así te encargo ahora.
Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida:
Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman.
Sabemos empero que la ley es buena, si alguno usa de ella legítimamente;
Conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y para los desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
Para los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para los mentirosos y ladrones de hombres, para los mentirosos y fjperjuros, y si hay alguna otra cosa contraria á la sana doctrina;
Según el evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual á mí me ha sido encargado.
Mas la gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.
Manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de sí algunos, hicieron naufragio en la fe:
El cual quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento de la verdad.
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
Porque no permito á la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino estar en silencio.
Y Adam no fué engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino á ser envuelta en transgresión:
Empero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad y santidad, con modestia.
(Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)
Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.
Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.
Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.
EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á doctrinas de demonios;
Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.
Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles, y los que han conocido la verdad.
Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.
Mas las fábulas profanas y de viejas desecha, y ejercítate para la piedad.
Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren.
Ahora, la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente en suplicaciones y oraciones noche y día.
Pero la que vive en delicias, viviendo está muerta.
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.
La viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido.
Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra.
Condenadas ya, por haber falseado la primera fe.
Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa; que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.
Si algún fiel ó alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la iglesia; á fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son viudas.
Porque la Escritura dice: No embozarás al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su jornal.
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote á la una parte.
TODOS los que están debajo del yugo de servidumbre, tengan á sus señores por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre del Señor y la doctrina.
Si alguno enseña otra cosa, y no asiente á sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y á la doctrina que es conforme á la piedad;
Porfías de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que tienen la piedad por granjería: apártate de los tales.
Empero grande granjería es la piedad con contentamiento.
Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, á la cual asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos testigos.
Te mando delante de Dios, que da vida á todas las cosas, y de Jesucristo, que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato,
Que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo:
La cual á su tiempo mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de reyes, y Señor de señores;
Quien sólo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver: al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos:
Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á la vida eterna.
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia:
La cual profesando algunos, fueron descaminados acerca de la fe. La gracia sea contigo. Amén. \'
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (51)
- LBDA (57)
- NBLH (59)
- RV (49)
- SEV (50)
- RV1909 (55)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (594)
- Éxodo (516)
- Levítico (466)
- Números (566)
- Deuteronomio (399)
- Josué (323)
- Jueces (261)
- Rut (40)
- 1 Samuel (284)
- 2 Samuel (261)
- 1 Reyes (350)
- 2 Reyes (286)
- 1 Crónicas (271)
- 2 Crónicas (369)
- Esdras (111)
- Nehemías (157)
- Ester (102)
- Job (321)
- Salmos (691)
- Proverbios (393)
- Eclesiastés (92)
- Cantares (39)
- Isaías (557)
- Jeremías (580)
- Lamentaciones (56)
- Ezequiel (589)
- Daniel (172)
- Oseas (73)
- Joel (37)
- Amós (66)
- Abdías (8)
- Jonás (25)
- Miqueas (57)
- Nahúm (19)
- Habacuc (36)
- Sofonías (22)
- Hageo (16)
- Zacarías (97)
- Malaquías (23)
- Mateo (331)
- Marcos (231)
- Lucas (323)
- Juan (246)
- Hechos (393)
- Romanos (222)
- 1 Corintios (158)
- 2 Corintios (91)
- Gálatas (76)
- Efesios (71)
- Filipenses (34)
- Colosenses (46)
- 1 Tesalonicenses (22)
- 2 Tesalonicenses (17)
- 1 Timoteo (55)
- 2 Timoteo (33)
- Tito (22)
- Filemón (6)
- Hebreos (135)
- Santiago (57)
- 1 Pedro (54)
- 2 Pedro (33)
- 1 Juan (23)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (7)
- Judas (8)
- Apocalipsis (227)