259 casos

'Ver' en la Biblia

Cuando David llegó junto a Ornán, éste miró, y al ver a David, salió de la era y se postró ante David rostro en tierra.

Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, pero no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.

Y todos los reyes de la tierra procuraban ver a Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.

pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

Pero Necao le envió mensajeros, diciéndole: `` ¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No {vengo} hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de {oponerte a} Dios, que está conmigo, para que El no te destruya."

``Ahora, si al rey {le parece} bien, que se busque en la casa del tesoro del rey que está allí en Babilonia, {a ver} si es que fue proclamado un decreto de parte del rey Ciro para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén; y que se nos envíe la decisión del rey en cuanto a este {asunto."}

Después que ellos le estuvieron hablando día tras día y él se había negado a escucharlos, se {lo} informaron a Amán para ver si la palabra de Mardoqueo era firme, porque él les había declarado que era Judío.

"Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que caería sobre mi pueblo? ¿Cómo podría yo ver la destrucción de mi gente?"

Porque al ver mi alimento salen mis gemidos, Y mis clamores se derraman como agua.

Recuerda, oh Dios, que mi vida es un soplo, Mis ojos no volverán a ver el bien.

O tinieblas, y no puedes ver, Y abundancia de agua te cubre.

Las nubes Lo ocultan, y no puede ver, Y se pasea por la bóveda del cielo.'

Senda que ave de rapiña no conoce, Ni que ojo de halcón ha alcanzado a ver;

El SEÑOR ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres Para ver si hay alguien que entienda, {Alguien} que busque a Dios.

Porque me rodean males sin número; Mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; Son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, Y el corazón me falla.

Y si {alguien} viene a ver{me,} habla falsedades; Su corazón recoge iniquidad para sí; Cuando sale fuera, lo publica.

Núblense sus ojos para que no puedan ver, Y haz que sus lomos tiemblen continuamente.

Todas las cosas son fatigosas, El hombre no puede expresar{las.} No se sacia el ojo de ver, Ni se cansa el oído de oír.

Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón {me} guiaba con sabiduría, y echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.

He visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque ésa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él?

Cuando aumentan los bienes, Aumentan {también} los que los consumen. Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino ver{los} con sus ojos?

Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche),

También esto llegué a ver como sabiduría bajo el sol, y me impresionó:

``Paloma mía, en las grietas de la peña, En lo secreto de la senda escarpada, Déjame ver tu semblante, Déjame oír tu voz; Porque tu voz es dulce, Y precioso tu semblante."

Descendí al huerto de los nogales Para ver el verdor del valle, Para ver si la vid había retoñado, Si los granados habían florecido.

Y el SEÑOR hará oír la majestad de Su voz, Y dejará ver la descarga de Su brazo Con furia de ira y llama de fuego consumidor, Con turbión, aguacero y piedra de granizo.

El que anda en justicia y habla con sinceridad, El que rehúsa la ganancia injusta, Y se sacude las manos para que no retengan soborno; El que se tapa los oídos para no oír del derramamiento de sangre, Y cierra los ojos para no ver el mal.

Pero ¿dónde están tus dioses, Los que hiciste para ti? Que se levanten, a ver si pueden salvarte En el tiempo de tu calamidad; Porque según el número de tus ciudades Son tus dioses, oh Judá.

¿Hasta cuándo he de ver la bandera Y he de oír el sonido de la trompeta?

``Recorran las calles de Jerusalén, Y miren ahora, e infórmense; Busquen en sus plazas, A ver si hallan {algún} hombre, Si hay quien haga justicia, que busque la verdad, Y Yo la perdonaré.

¿Por qué salí del vientre Para ver pena y aflicción, Y que acaben en vergüenza mis días?

"El profeta que tenga un sueño, que cuente {su} sueño, pero el que tenga Mi palabra, que hable Mi palabra con fidelidad. ¿Qué tiene {que ver} la paja con el grano?" declara el SEÑOR.

y envía palabra al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de Amón, al rey de Tiro y al rey de Sidón por medio de los mensajeros que vienen a Jerusalén {a ver} a Sedequías, rey de Judá.

y dijeron al profeta Jeremías: ``Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos,

"Ante sus ojos carga {el equipaje} sobre los hombros {y} sáca{lo} en la oscuridad. Cúbrete el rostro para no ver la tierra, porque te he puesto por señal a la casa de Israel."

"Y el príncipe que está en medio de ellos, cargará {su equipaje} sobre los hombros en la oscuridad, y saldrá. Cavará un hueco en el muro para sacar{lo.} Cubrirá su rostro para no ver la tierra con sus ojos.

y el jefe de oficiales dijo a Daniel: ``Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado su comida y su bebida. ¿Por qué ha de ver sus rostros más pálidos que los de los {demás} jóvenes de su edad? Así pondrían en peligro mi cabeza ante el rey."

Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos habían sufrido daño alguno, ni {aun} olor del fuego había quedado en ellos.

Efraín, ¿qué tengo Yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y te cuido. Yo soy como un frondoso ciprés; De Mí procede tu fruto.

"Además, Tiro, Sidón y todas las regiones de Filistea ¿qué tienen ustedes que ver conmigo? ¿Acaso se quieren vengar de Mí? Si de esta manera se vengan de Mí, bien pronto haré volver su venganza sobre su cabeza.

Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo la sombra de él, hasta ver qué sucedería en la ciudad.

¿Por qué me haces ver la iniquidad, Y {me} haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia están delante de mí, Hay rencilla y surge la discordia.

Estaré en mi puesto de guardia, Y sobre la fortaleza me pondré; Velaré para ver lo que El me dice, Y qué he de responder cuando sea reprendido.

Y {le} dije: `` ¿Adónde vas?" ``A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud," me respondió.

para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Mientras ellos (los discípulos de Juan) se iban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: `` ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

"Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con {ropas} finas? Miren, los que usan {ropas} finas están en los palacios de los reyes.

"Pero, ¿qué salieron a ver? ¿A un profeta? Sí, les digo, y uno que es más que un profeta.

"Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron.

Y los discípulos, al ver a Jesús andar sobre el mar, se turbaron, y decían: `` ¡Es un fantasma!" Y de miedo, se pusieron a gritar.

de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.

Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino sólo hojas, y le dijo: ``Nunca jamás brote fruto de ti." Y al instante se secó la higuera.

Los discípulos se maravillaron al ver {esto,} y decían: `` ¿Cómo es que la higuera se secó al instante?"

Pero al ver {esto,} los discípulos se indignaron, y decían: `` ¿Para qué este desperdicio?

Pedro fue siguiendo de lejos a Jesús hasta el patio del sumo sacerdote, y entrando, se sentó con los guardias para ver el fin {de todo aquello.}

Y estando Pilato sentado en el tribunal, su mujer le mandó {aviso,} diciendo: ``No tengas nada que ver con ese Justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de El."

y gritando a gran voz, dijo: `` ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes."

Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y {la gente} vino a ver qué era lo que había sucedido.

Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a Sus pies,

Pero El miraba a su alrededor para ver a la {mujer} que Lo había tocado.

Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue {a ver} si quizá pudiera hallar algo en ella; cuando llegó a ella, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos.

y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo: ``Tú también estabas con Jesús el Nazareno."

Al ver{lo,} Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él.

``Déja{nos}. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios."

Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: `` ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

"Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Miren, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes.

"Pero, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les digo, y uno que es más que un profeta.

Pero al ver {esto} el Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: ``Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora."

``Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te quieren ver," Le avisaron.

Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: `` ¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes."

Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.

Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual Lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

Entonces Herodes (Antipas) dijo: ``A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, Este de quien oigo tales cosas?" Y procuraba ver a Jesús.

Al ver {esto,} Sus discípulos Jacobo (Santiago) y Juan, dijeron: ``Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?"

porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron."

El Fariseo al ver {esto,} se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado primero antes de comer, {según el ritual Judío}.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso