'Que' en la Biblia

Se enojó asimismo con furor contra sus tres amigos, por cuanto no hallaban qué responder, habiendo condenado a Job.

Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque todos eran más viejos de días que él.

Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, su furor se encendió.

Y respondió Eliú, hijo de Baraquel buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros ancianos; por eso tenía timidez y me atemorizaba declararos lo que pienso.

Yo pensé que los días hablarían, y los muchos años enseñarían sabiduría.

Ciertamente espíritu hay en el hombre, e inspiración del Omnipotente los hace que entiendan.

Por eso digo: ``Escuchadme, también yo declararé lo que pienso."

He aquí yo he esperado a vuestras palabras, he escuchado vuestros argumentos, entre tanto que buscábais palabras.

Y aun os he considerado, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones.

Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría; que conviene que Dios lo derribe, y no el hombre.

Yo también responderé mi parte, yo también declararé lo que pienso.

De cierto mi vientre está como el vino que no tiene respiradero, y está que se brote como licor. \'

Dejadme hablar para que encuentre alivio, dejadme abrir los labios y responder.

Que no haga yo acepción de persona, ni use lisonja con nadie.

Mis palabras {proceden de} la rectitud de mi corazón, y con sinceridad mis labios hablan lo que saben.

Yo, al igual que tú, pertenezco a Dios; Del barro yo también he sido formado.

He aquí que mi terror no te espantará, ni mi mano se agravará sobre ti.

De cierto tú dijiste a oídos míos, y yo oí la voz de tus palabras que decían:

He aquí que Dios buscó achaques contra mí, y me tiene por su enemigo;

He aquí en esto no has hablado justamente; yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.

¿Por qué tomaste pleito contra él? Porque él no contestará todas sus palabras.

Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios al que no ve.

Detendrá su alma de corrupción, Y su vida de que pase á cuchillo.

que le hace que su vida aborrezca el pan, y su alma la comida suave.

Su carne desfallece sin verse, y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.

Y su alma se acerca al sepulcro, Y su vida á los que causan la muerte.

Si tuviera cerca de él un mensajero, un intérprete, uno entre mil que mostrare al hombre su rectitud;

que le diga que Dios tuvo de él misericordia, que lo libró de descender al sepulcro, que halló rescate;

se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud.

Entonces orará a Dios, y El lo aceptará, para que vea con gozo su rostro, y restaure su justicia al hombre.

El mira sobre los hombres; y el que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado;

Dios rescatará su alma, que no pase a la huesa, y su vida se verá en luz.

para rescatar su alma de la fosa, para que sea iluminado con la luz de la vida.

Que si tuvieres razones, respóndeme; Habla, porque yo te quiero justificar.

Oíd, sabios, mis palabras, y vosotros los que sabéis, prestadme atención.

Escojamos para nosotros lo que es justo; conozcamos entre nosotros lo que es bueno.

¿Qué hombre hay como Job, que bebe el escarnio como agua?

Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres maliciosos.

¿Por ventura se enseñoreará el que aborrece el juicio? ¿Y condenarás tú al poderoso siendo justo?

que dice a un rey: ``Indigno", a los nobles: ``Perversos";

Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni el rico es de él más respetado que el pobre; porque todos son obras de sus manos.

No hay tinieblas, ni sombra de muerte donde se encubran los que obran iniquidad.

No carga pues él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.

Haciendo venir delante de él el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados.

para que el hombre hipócrita no reine, y el pueblo no tropiece.

De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más.

Enséñame tú lo que yo no veo; que si hice iniquidad, no lo haré más.

¿Por ventura acabará por ti su obra, que no quieras tú, o quieras, o yo? Di lo que sabes.

Los hombres entendidos me dirán, y {también} el sabio que me oiga:

Que Job no habla con conocimiento, y sus palabras no son con prudencia.

Deseo yo que Job sea probado ampliamente, para que haya respuestas contra los hombres inicuos.

¿Piensas ser conforme a derecho esto que dijiste: Más justo soy yo que Dios?

Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacarás tú de ello? ¿O qué provecho tendré de [ser limpiado de] mi pecado?

Mira a los cielos, y ve, y considera que los cielos son más altos que tú.

Si pecares, ¿qué habrás hecho contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?

Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano?

Y ninguno dirá: ¿Dónde está Dios mi hacedor, que da canciones en la noche?

Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo.

Cuánto menos cuando dices que no le contemplas, que la causa está delante de El y tienes que esperarle.

Espérame un poco, y te mostraré que todavía hay más que decir en favor de Dios.

Porque de cierto no son mentira mis palabras; Contigo está el que es íntegro en sus conceptos.

He aquí que Dios es grande, y no aborrece; fuerte es en virtud de corazón.

No aparta sus ojos del justo, sino que, con los reyes sobre el trono, los ha sentado para siempre, y son ensalzados.

él les anunciará la obra de ellos, y que sus rebeliones prevalecieron.

Y despierta el oído de ellos para instrucción, y les manda que se conviertan de la iniquidad.

Entonces, en verdad, El te atrajo de la boca de la angustia, a un lugar espacioso, sin limitaciones, en lugar de aquélla; y lo que se puso sobre tu mesa estaba lleno de grosura.

Mas tú has llenado el juicio del impío, contra la justicia y el juicio que lo sustentan todo.

Por lo cual de temer es que no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate.

No anheles la noche, En que desaparecen los pueblos de su lugar.

Guárdate, no mires a la iniquidad; teniéndola por mejor que la pobreza.

He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él?

Recuerda que debes ensalzar su obra, la cual han cantado los hombres.

que derraman las nubes, {y} en abundancia gotean sobre el hombre.

He aquí que sobre él extiende su luz, y cubrió las raíces del mar.

Bien que por esos medios castiga á los pueblos, A la multitud da comida.

Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella.

La una da nuevas de la otra; la una adquiere ira contra la que viene.

Oíd atentamente su voz terrible, y la palabra que sale de su boca.

Tronará Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos.

Sella la mano a todo hombre; para que todos los hombres conozcan su obra.

Y ellas se revuelven en derredor por sus designios, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que él les mandó.

Ya sea por corrección, o por el mundo suyo, o por misericordia, El hace que suceda.

¿Por qué están calientes tus vestidos Cuando se fija el viento del mediodía sobre la tierra?

Muéstranos, qué le hemos de decir; para que no hablemos disparates.

¿Será preciso contarle cuando yo hablaré? Por más que el hombre razone, quedará como abismado.

He aquí aún: no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, Luego que pasa el viento y los limpia,

Por eso le temen los hombres; El no estima a ninguno {que se cree} sabio de corazón.

¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin conocimiento?

¿Quién puso sus medidas?, ya que sabes, ¿o quién extendió sobre ella cordel?

¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular,

para que ocupe los fines de la tierra, y que sean sacudidos de ella los impíos?

para que la lleves a su territorio, y para que disciernas los senderos de su casa?

que he reservado para el tiempo de angustia, para el día de guerra y de batalla?

¿Por qué camino se reparte la luz, Y se esparce el viento solano sobre la tierra?

¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró?

¿Alzarás tú a las nubes tu voz, para que te cubra muchedumbre de aguas?

¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí?

¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?

¿Puedes contar los meses de su gestación, o conoces el tiempo en que han de parir?

Se ríe de la multitud de la ciudad; no oye las voces del que demanda los peajes.