'Que' en la Biblia

Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto.

Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.

Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.

El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.

Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.

Guímel Grandes son las obras del SEÑOR; Dálet buscadas de todos los que las quieren.

Tet Dio mantenimiento a los que le temen; Yod para siempre se acordará de su pacto.

Resh El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, Sin buen entendimiento tienen todos los que ponen por obra su voluntad; Tau su loor permanece para siempre.

Alef Bienaventurado el varón que teme al SEÑOR, Bet y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto; El {es} clemente, compasivo y justo.

Bien le va al hombre que se apiada y presta; arreglará sus asuntos con juicio.

Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo.

¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que enaltece su habitación;

que se abaje para ver en el cielo, y en la tierra;

que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol;

que hace habitar en familia a la estéril, para que sea madre de hijos alegre. Alelu-JAH.

¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos?

que convirtió la roca en estanque de agua, {y} en fuente de aguas el pedernal.

Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios?

Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho.

Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía.

Los que teméis al SEÑOR, confiad en el SEÑOR; él es su ayuda y su escudo.

Bendecirá a los que temen al SEÑOR; a chicos y a grandes.

Benditos vosotros del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.

No alabarán los muertos a JAH, ni todos los que descienden al silencio;

¿Qué pagaré al SEÑOR por todos sus beneficios para conmigo?

Oh Jehová, que yo soy tu siervo, Yo tu siervo, hijo de tu sierva: Rompiste mis prisiones.

Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.

Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia.

Digan ahora los que temen al SEÑOR: Que eterna es su misericordia.

El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.

El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en hombre.

Mejor es esperar en el SEÑOR que esperar en príncipes.

Todas las naciones me cercaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron y me asediaron; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

Me empujaste con violencia para que cayera; pero el SEÑOR me ayudó.

No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH.

La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo.

Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.

Oh Jehová, salva ahora, te ruego; oh Jehová, te ruego que hagas prosperar ahora.

Bendito el que viene en el Nombre del SEÑOR, desde la Casa del SEÑOR os bendecimos.

Dios es el SEÑOR que nos ha resplandecido, atad el sacrificio con cuerdas a los cuernos del altar.

ALEF Bienaventurados los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.

Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos.

Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados.

¡Deseo que fueran ordenados mis caminos a guardar tus estatutos!

BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra.

Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas.

GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra.

Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.

Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos.

Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.

Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.

Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.

Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.

Así que guardaré continuamente Tu ley, Para siempre y eternamente.

Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado.

Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.

Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.

Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.

JET. Tú eres mi porción, oh Jehová, he dicho que guardaré tus palabras.

Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos.

Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo.

Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos.

Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.

Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos.

Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.

Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste.

Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

Venga a mí tu compasión, para que viva, porque tu ley es mi deleite.

Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios.

Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.

¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Fosas me han cavado los soberbios, los que no están de acuerdo con tu ley.

Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca.

Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.

Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación.

He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos.

¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca.

He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas.

Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.

Apartaos de mí, malhechores, para que guarde yo los mandamientos de mi Dios.

Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me avergüence de mi esperanza.

Sostenme, para estar seguro, y que continuamente preste atención a tus estatutos.

Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira.

Sé fiador de tu siervo para bien; que no me opriman los soberbios.

Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.

Es tiempo de que actúe el SEÑOR, {porque} han quebrantado tu ley.

Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.

Maravillosos son tus testimonios, por lo que los guarda mi alma.

Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine.

Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos.

Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.