'Aún' en la Biblia
¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aún crecen en riquezas?
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí;
Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma;
Y aun os he considerado, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones.
Una vez hablé, y no responderé; aun dos veces, mas no volveré a hablar.
He aquí que tu esperanza acerca de él será burlada; porque aun a su sola vista se desmayarán.
Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.
Clamaron, y no hubo quién se salvara; aun al SEÑOR, mas no los oyó.
Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;
Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.
Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.
Aun el varón de mi paz, en quien yo confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por el bienestar de su presencia.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.
Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían dañado; no hay quien haga bien, no hay ni aun uno.
Se visten los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares; hasta que denuncie tu brazo a la posteridad; tus valentías a todos los que han de venir.
Pero aun tornaron a pecar contra él, enojando al Altísimo en la soledad.
No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,
Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes;
Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion.
Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda.
aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.
Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.
Tus ojos vieron mi cuerpo aun imperfecto, y en tu libro todos mis miembros estaban escritos; que fueron luego formados, sin faltar uno de ellos.
Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males.
Seis cosas aborrece el SEÑOR, y aun siete abomina su alma:
No tienen en poco al ladrón, aun cuando hurtare para saciar su alma teniendo hambre;
no había aún hecho la tierra, ni las campiñas, ni el principio del polvo del mundo.
El justo tiene misericordia aun de su bestia; mas la piedad de los impíos es crueldad.
El engañoso ni aun asará su caza; mas el haber del hombre diligente es precioso.
Aun en la risa el burlador tendrá dolor en el corazón; y el término de aquella alegría es congoja.
El pobre es odioso aun a su amigo; pero muchos son los que aman al rico.
Todas las cosas ha hecho el SEÑOR por sí mismo, y aun al impío para el día malo.
Cuando los caminos del hombre son agradables al SEÑOR, aun a sus enemigos hacen estar en paz con él.
Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
El de grande ira llevará la pena; porque aun si lo librares seguirá lo mismo.
El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.
Aun el niño es conocido por sus obras, si su obra fuere limpia y recta.
Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aun lo volveré a buscar.
La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, dame, dame. Tres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca dice, basta:
Tres cosas me son ocultas; aun tampoco sé la cuarta:
Vau Se levantó aun de noche, y dio comida a su familia, y ración a sus criadas.
Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y la ciencia; y las locuras y los desvaríos conocí al fin que aun esto era aflicción de espíritu.
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y aun el mundo les entregó a su voluntad, de tal manera que no alcance el hombre esta obra de Dios desde el principio hasta el fin.
Y tuve por mejor que ellos al que no ha sido aún, porque no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.
Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
lo que aún busca mi alma, y no encuentro: un hombre entre mil he hallado; mas mujer de todas éstas nunca hallé.
Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.
Porque hay esperanza para todo aquel que está aún entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
Aun su amor, y su odio y su envidia, fenecieron ya; ni tienen ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.
Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes la gracia; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.
Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, que es loco.
Ni aun en tu pensamiento maldigas al rey, ni en los secretos de tu cámara maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
Tenemos una pequeña hermana, que aún no tiene pechos. ¿Qué haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare?
¿Para qué os castigaré aún? Todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
haré que quede desierta; no será podada ni cavada; y crecerán el cardo y las espinas; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.
Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al Monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.
Aun las hayas se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
Y dijo: No te alegrarás más, oh tú, oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim y aun allí no tendrás reposo.
Aun en el camino de tus juicios, oh SEÑOR, te esperamos, a tu nombre y a tu memoria es el deseo del alma.
Aun hasta esto salió del SEÑOR de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.
Todos se avergonzarán con el pueblo que no les aprovechará, ni les ayudará, ni les traerá provecho; antes les será para vergüenza, y aun para confusión.
Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinas y cardos; y aun sobre todas las casas de placer en la ciudad de alegría.
Quizá oirá el SEÑOR tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras, que oyó el SEÑOR tu Dios; alza pues, oración tú por el remanente que aún ha quedado.
Señor, aun a todos los que vivirán, en estos quince años anunciaré la vida de mi espíritu en ellos; y cómo me hiciste dormir, y después me has dado vida.
Como si nunca fueran plantados, como si nunca fueran sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; y aun soplando en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.
Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano escape; si yo hiciere, ¿quién lo estorbará?
Que anuncio lo por venir desde el principio: y desde antiguamente, lo que aún no era hecho. Que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere.
Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Angosto es para mí este lugar; apártate por amor de mí, a otra parte para que yo more.
Dice el Señor DIOS, el que junta los echados de Israel, Aun juntaré sobre él sus ayuntados.
Y será que antes que clamen, yo oiré; aún estando ellos hablando, yo oiré.
Por tanto, entraré aún en juicio con vosotros, dijo el SEÑOR, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.
Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.
¿Para qué abonas tu camino para hallar amor, pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos?
Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes; no los hallaste en ningún delito, sino por todas estas cosas.
Engordaron y se pusieron lustrosos, y aún sobrepujaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? No por cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caerán; caerán cuando los visitare, dice el SEÑOR.
Tú, pues, les dirás todas estas palabras, mas no te oirán; aun los llamarás, y no te responderán.
Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola, la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; mas mi pueblo no conoció el juicio del SEÑOR.
Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
Y aun las ciervas en los campos parían, y dejaban la cría, porque no había hierba.
Se enflaqueció la que dio a luz siete; se llenó de dolor su alma; su sol se le puso siendo aún de día; se avergonzó y se llenó de confusión; y lo que de ella quedare, lo entregaré a espada delante de sus enemigos, dijo el SEÑOR.
Vivo yo, dice el SEÑOR, que si Conías hijo de Joacim rey de Judá fuera anillo en mi mano diestra, aun de allí te arrancaría;
Porque así el profeta como el sacerdote son fingidos: aun en mi Casa hallé su maldad, dijo el SEÑOR.
Y ahora yo he dado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y aun las bestias del campo le he dado para que le sirvan.
Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todos estos gentiles, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y le servirán; y aun también le he dado las bestias del campo.
Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en corro de danzantes.