624 casos

'Aún' en la Biblia

He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.

cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí;

que ni aun entregué al pecado mi paladar, pidiendo maldición para su alma;

Y aun os he considerado, y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, y responda a sus razones.

Una vez hablé, y no responderé; aun dos veces, mas no volveré a hablar.

He aquí que tu esperanza acerca de él será burlada; porque aun a su sola vista se desmayarán.

Clamaron, y no hubo quién se salvara; aun al SEÑOR, mas no los oyó.

Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad;

Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.

Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor.

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían dañado; no hay quien haga bien, no hay ni aun uno.

Se visten los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

Pero aun tornaron a pecar contra él, enojando al Altísimo en la soledad.

No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca,

Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos en tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.

Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.

no había aún hecho la tierra, ni las campiñas, ni el principio del polvo del mundo.

Aun el loco cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.

La sanguijuela tiene dos hijas que se llaman, dame, dame. Tres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca dice, basta:

Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y la ciencia; y las locuras y los desvaríos conocí al fin que aun esto era aflicción de espíritu.

Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

Y tuve por mejor que ellos al que no ha sido aún, porque no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.

Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.

Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.

Porque hay esperanza para todo aquel que está aún entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.

Aun su amor, y su odio y su envidia, fenecieron ya; ni tienen ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.

Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes la gracia; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.

Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, que es loco.

Tenemos una pequeña hermana, que aún no tiene pechos. ¿Qué haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare?

haré que quede desierta; no será podada ni cavada; y crecerán el cardo y las espinas; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.

En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.

Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al Monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.

Aun las hayas se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.

Y dijo: No te alegrarás más, oh tú, oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim y aun allí no tendrás reposo.

Aun en el camino de tus juicios, oh SEÑOR, te esperamos, a tu nombre y a tu memoria es el deseo del alma.

Todos se avergonzarán con el pueblo que no les aprovechará, ni les ayudará, ni les traerá provecho; antes les será para vergüenza, y aun para confusión.

Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinas y cardos; y aun sobre todas las casas de placer en la ciudad de alegría.

Quizá oirá el SEÑOR tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras, que oyó el SEÑOR tu Dios; alza pues, oración tú por el remanente que aún ha quedado.

Señor, aun a todos los que vivirán, en estos quince años anunciaré la vida de mi espíritu en ellos; y cómo me hiciste dormir, y después me has dado vida.

Como si nunca fueran plantados, como si nunca fueran sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; y aun soplando en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca.

Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Angosto es para mí este lugar; apártate por amor de mí, a otra parte para que yo more.

Dice el Señor DIOS, el que junta los echados de Israel, Aun juntaré sobre él sus ayuntados.

Por tanto, entraré aún en juicio con vosotros, dijo el SEÑOR, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.

Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.

¿Para qué abonas tu camino para hallar amor, pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos?

Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes; no los hallaste en ningún delito, sino por todas estas cosas.

Engordaron y se pusieron lustrosos, y aún sobrepujaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.

¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? No por cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caerán; caerán cuando los visitare, dice el SEÑOR.

Tú, pues, les dirás todas estas palabras, mas no te oirán; aun los llamarás, y no te responderán.

Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola, la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; mas mi pueblo no conoció el juicio del SEÑOR.

Y aun las ciervas en los campos parían, y dejaban la cría, porque no había hierba.

Se enflaqueció la que dio a luz siete; se llenó de dolor su alma; su sol se le puso siendo aún de día; se avergonzó y se llenó de confusión; y lo que de ella quedare, lo entregaré a espada delante de sus enemigos, dijo el SEÑOR.

Vivo yo, dice el SEÑOR, que si Conías hijo de Joacim rey de Judá fuera anillo en mi mano diestra, aun de allí te arrancaría;

Porque así el profeta como el sacerdote son fingidos: aun en mi Casa hallé su maldad, dijo el SEÑOR.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Yugo de hierro puse sobre el cuello de todos estos gentiles, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y le servirán; y aun también le he dado las bestias del campo.

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