103 casos

'Le' en la Biblia

para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía."

Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, {le} dijo: `` ¡Míranos!"

y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.

Al ver {esto,} Pedro dijo al pueblo: ``Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?

``Por la fe en Su nombre, {es} el nombre de Jesús lo que ha fortalecido a este {hombre} a quien ven y conocen. La fe que {viene} por medio de Jesús, le ha dado {a este} esta perfecta sanidad en presencia de todos ustedes.

Entonces los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándo{lo, le} dieron sepultura.

Y Pedro le preguntó: ``Dime, ¿vendieron el terreno en tal precio?" ``Sí, ése fue el precio," dijo ella.

Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron muerta; entonces la sacaron y {le} dieron sepultura junto a su marido.

Entonces, en secreto persuadieron a {algunos} hombres para que dijeran: ``Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y {contra} Dios."

porque le hemos oído decir que este Nazareno, Jesús, destruirá este lugar, y cambiará las tradiciones que Moisés nos dejó."

y le dijo: `SAL DE TU TIERRA Y DE TU FAMILIA, Y VE A LA TIERRA QUE YO TE MOSTRARE.'

"No le dio en ella heredad, ni siquiera {la medida de} la planta del pie, y {sin embargo,} aunque no tenía hijo, prometió que SE LA DARIA EN POSESION A EL Y A SU DESCENDENCIA DESPUES DE EL.

"{Dios} le dio el pacto de la circuncisión; y así {Abraham} vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac {vino a ser el padre} de Jacob, y Jacob de los doce patriarcas.

y lo rescató de todas sus aflicciones. Le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y {éste} lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

``Pasados cuarenta años, SE LE APARECIO UN ANGEL EN EL DESIERTO DEL MONTE Sinaí, EN LA LLAMA DE UNA ZARZA QUE ARDIA.

``PERO EL SEÑOR LE DIJO: `QUITATE LAS SANDALIAS DE LOS PIES, PORQUE EL LUGAR DONDE ESTAS ES TIERRA SANTA.

Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: ` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ?' es el {mismo} que Dios envió {para ser} gobernante y libertador con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.

"Este es el que estaba en la congregación en el desierto junto con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras de vida (oráculos divinos) para transmitirlas a ustedes,

DICIENDO A AARON: `HAZNOS DIOSES QUE VAYAN DELANTE DE NOSOTROS, PORQUE A ESTE MOISES QUE NOS SACO DE LA TIERRA DE EGIPTO, NO SABEMOS LO QUE LE HAYA PASADO.'

``Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como {le} había ordenado que lo hiciera el que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto.

y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, y decían: ``Este es el que se llama el Gran Poder de Dios."

Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas.

Cuando Felipe se acercó corriendo, le oyó leer al profeta Isaías, y {le} preguntó: `` ¿Entiende usted lo que lee?"

El eunuco le respondió: `` ¿Cómo podré, a menos que alguien me guíe?" E invitó a Felipe a que subiera y se sentara con él.

"EN SU HUMILLACION NO SE LE HIZO JUSTICIA; ¿QUIEN CONTARA SU GENERACION? PORQUE SU VIDA ES QUITADA DE LA TIERRA."

El eunuco le dijo a Felipe: ``Le ruego {que me diga,} ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?"

Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús.

Y Felipe le dijo: ``Si usted cree con todo su corazón, puede." ``Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios," respondió el eunuco.

y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.

Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: ``Ananías." ``Aquí estoy, Señor," contestó él.

El Señor le {dijo: ``}Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando,

Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le temían, no creyendo que era discípulo.

Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.

Y Pedro le dijo: ``Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama." Y al instante se levantó.

Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{le:} ``No tarde usted en venir a nosotros."

El le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos (los creyentes) y a las viudas, la presentó viva.

Como a la hora novena (3 p.m.), vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a {donde} él {estaba} y le decía: ``Cornelio."

Después que se había ido el ángel que le hablaba, {Cornelio} llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían.

Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras {le} preparaban {algo de comer,} le sobrevino un éxtasis.

Mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: ``Mira, tres hombres te buscan.

Y ellos dijeron: ``A Cornelio el centurión (un capitán Romano), un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los Judíos, {le} fue ordenado (revelado) por un santo ángel que hiciera venir a usted a su casa para oír sus palabras."

sino que en toda nación el que Le teme (Le reverencia) y hace lo justo, Le es acepto (Dios se agrada de él).

Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.

Cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos) le reprocharon:

"Y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: `Envía {unos hombres} a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,

De repente se le apareció un ángel del Señor, y una luz brilló en la celda; y {el ángel} tocó a Pedro en el costado, y lo despertó diciéndole: ``Levántate pronto." Y las cadenas se cayeron de las manos de Pedro.

``Vístete y ponte las sandalias," le dijo el ángel. Así lo hizo, y {el ángel añadió:} ``Envuélvete en tu manto y sígueme."

`` ¡Estás loca!" le dijeron ellos. Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: ``Es su ángel."

Pero a Silas le pareció bien quedarse allí.

Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia estaba de pie, suplicándole: ``Pasa a Macedonia y ayúdanos."

Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

"Porque le oímos decir cosas extrañas; por tanto, queremos saber qué significan."

Cuando le rogaron que se quedara más tiempo, no consintió,

Y comenzó a hablar abiertamente en la sinagoga. Pero cuando Priscila y Aquila lo oyeron, lo llevaron aparte y le explicaron con mayor exactitud el camino de Dios.

y les preguntó: `` ¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron?" Ellos le respondieron: ``No, ni siquiera hemos oído si hay un Espíritu Santo."

También algunas de las autoridades de la provincia de Asia, que eran amigos de Pablo, le enviaron mensaje y repetidamente le rogaron que no se aventurara {a presentarse} en el teatro.

Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar, en Jerusalén el día de Pentecostés si le era posible.

Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu, que no fuera a Jerusalén.

Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén.

Ellos, cuando {lo} oyeron, glorificaban a Dios y le dijeron: ``Hermano, ya ves cuántos miles hay entre los Judíos que han creído, y todos son celosos de la Ley (Mosaica).

Cuando estaban para cumplirse los siete días, los Judíos de Asia (provincia occidental de Asia Menor), al verlo en el templo alborotaron a todo el pueblo y le echaron mano,

Cuando el comandante le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les habló en el idioma Hebreo:

{La multitud} lo oyó hasta que dijo esto, {entonces} alzaron sus voces y dijeron: `` ¡Quita de la tierra a ese hombre! No se le debe permitir que viva."

Al oír {esto} el centurión, fue al comandante y le avisó: `` ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano Romano."

Vino el comandante a {Pablo} y le dijo: ``Dime, ¿eres ciudadano Romano?" ``Sí," contestó él.

Y el comandante respondió: ``Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero." ``Pero yo soy {ciudadano Romano} de nacimiento," le dijo Pablo.

Entonces Pablo le dijo: `` ¡Dios lo golpeará a usted, pared blanqueada! ¿Se sienta usted para juzgarme conforme a la Ley, y viola la Ley ordenando que me golpeen?"

Se produjo entonces un gran alboroto. Y levantándose algunos de los escribas del grupo de los Fariseos, discutían enérgicamente, diciendo: ``No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?"

A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ``Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma."

El entonces, tomándolo {consigo,} lo condujo al comandante, y {le} dijo: ``Pablo, el preso, me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte."

El comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: `` ¿Qué es lo que tienes que informarme?"

los cuales, después de llegar a Cesarea y de entregar la carta al gobernador, le presentaron también a Pablo.

``Pero para no molestarle más, le suplico que, con su {habitual} bondad, nos conceda una breve audiencia.

Después que el gobernador le hizo una señal para que hablara, Pablo respondió: ``Sabiendo que por muchos años usted ha sido juez de esta nación, con gusto presento mi defensa,

Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero. Por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.

Y los principales sacerdotes y los Judíos más influyentes le presentaron acusaciones contra Pablo, e insistían con Festo,

``Pero estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, le pregunté si estaba dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado de estas cosas allá.

"Pero como Pablo apeló que se le tuviera bajo custodia para que el emperador Nerón {diera} el fallo, ordené que continuara bajo custodia hasta que yo lo enviara al César."

"Sin embargo, no tengo nada definido sobre él para escribirle a mi señor. Por eso lo he traído ante ustedes, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que después de que se le interrogue, yo tenga algo que escribir.

sobre todo, porque es experto en todas las costumbres y controversias entre {los} Judíos. Por lo cual le ruego que me escuche con paciencia.

Pero Pablo le respondió: ``No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.

"Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto.

Agripa II le dijo a Festo: ``Este hombre podría haber sido puesto en libertad, si no hubiera apelado al César."

Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso