23890 casos en 6 traducciones

'De' en la Biblia

de lo que habían consagrado de las guerras y de los despojos, para reparar la Casa del SEÑOR.

Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia; y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomit y de sus hermanos.

De los izharitas, Quenanías y sus hijos eran gobernadores y jueces sobre Israel en las obras de fuera.

De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de valor, que eran mil setecientos, presidían a Israel al otro lado del Jordán, al occidente, en toda la obra del SEÑOR, y en el servicio del rey.

De los hebronitas, Jerías era el principal entre los hebronitas repartidos en sus generaciones paternas. En el año cuarenta del reinado de David se buscaron, y se hallaron entre ellos valientes de gran valor en Jazer de Galaad.

Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil setecientos, cabezas paternas, los cuales el rey David constituyó sobre los rubenitas, gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y las cosas del rey.

Y los hijos de Israel según su número, que eran cabezas paternas, capitanes de mil y de cien, y sus oficiales de los que servían al rey en todos los negocios de las cuadrillas que entraban y salían cada mes en todos los meses del año, cada cuadrilla era de veinticuatro mil.

Sobre la primera cuadrilla del primer mes estaba Jasobeam hijo de Zabdiel; y había en su cuadrilla veinticuatro mil.

De los hijos de Fares fue el principal sobre todos los capitanes del ejército del primer mes.

A cargo de la división para el segundo mes {estaba} Dodai ahohíta con su división, {siendo} Miclot el jefe {principal;} y en su división {había} veinticuatro mil.

El tercer capitán del tercer ejército para el tercer mes era Benaía, hijo de Joiada sacerdote principal; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

Este Benaía {era} un valiente de los treinta, y {estaba} sobre los treinta, y en su división {estaba} su hijo Amisabad.

El cuarto del cuarto mes era Asael hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El sexto del sexto mes era Hira hijo de Iques, de Tecoa; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El séptimo del séptimo mes era Heles, el Pelonita, de los hijos de Efraín; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El octavo del octavo mes era Sibecai, el husatita, de Zarahi; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El noveno del noveno mes era Abiezer, el anatotita, de los benjamitas; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El décimo del décimo mes era Maharai, el netofatita, de Zarahi; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El undécimo del undécimo mes era Benaía, el piratonita, de los hijos de Efraín; y en su cuadrilla había veinticuatro mil.

El duodécimo del duodécimo mes era Heldai, el netofatita, de Otoniel; y en su división había veinticuatro mil.

Asimismo presidían sobre las tribus de Israel: sobre los rubenitas el príncipe Eliezer hijo de Zicri; sobre los simeonitas, Sefatías, hijo de Maaca.

Sobre los levitas, Hasabías hijo de Kemuel. Sobre los aaronitas, Sadoc.

Sobre Judá, Eliú, uno de los hermanos de David. Sobre los de Isacar, Omri hijo de Micael.

Sobre los de Zabulón, Ismaías hijo de Abdías. Sobre los de Neftalí, Jerimot hijo de Azriel.

Sobre los hijos de Efraín, Oseas hijo de Azazías. Sobre la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaías.

Sobre la otra media tribu de Manasés en Galaad, Iddo hijo de Zacarías. Sobre los de Benjamín, Jaasiel hijo de Abner.

Y sobre Dan, Azareel hijo de Jeroham. Estos son los príncipes de las tribus de Israel.

Y no tomó David el número de los que eran de veinte años abajo, por cuanto el SEÑOR había dicho que él había de multiplicar a Israel como las estrellas del cielo.

Joab hijo de Sarvia había comenzado a contar, mas no acabó, y por esto vino la ira sobre Israel; y así el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David.

Y Azmavet hijo de Adiel tenía a su cargo los tesoros del rey; y los tesoros de los campos, de las ciudades, de las aldeas y castillos, Jonatán hijo de Uzías;

y de los que trabajaban en la labranza de las tierras en los campos, Ezri hijo de Quelub;

y a cargo de las viñas Simei, el ramatita; y del incremento de las viñas, para las bodegas, Zabdi, el sifmita;

y de los olivares e higuerales que había en las campiñas, Baal-hanán, el gederita; y de los almacenes del aceite, Joás;

de las vacas que pastaban en Sarón, Sitrai, el saronita; y de las vacas que estaban en los valles, Safat hijo de Adlai;

y de los camellos, Obil, el ismaelita; y de las asnas, Jehedías, el meronotita;

y de las ovejas, Jaziz, el agareno. Todos éstos eran príncipes de la hacienda del rey David.

Y Jonatán, tío de David, era el consejero, varón entendido y escriba; y Jehiel hijo de Hacmoni tenía a su cargo los hijos del rey.

Después de Ahitofel era Joiada hijo de Benaía, y Abiatar. Y Joab era el general del ejército del rey.

Y juntó David en Jerusalén a todos los príncipes de Israel, los príncipes de las tribus, y los príncipes de las cuadrillas, que servían al rey; y los príncipes de mil y de cien, con los príncipes de toda la hacienda y posesión de David, y sus hijos, con los eunucos, los poderosos, y todos los hombres valientes.

Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía en mi corazón edificar una Casa, para que en ella reposara el arca del pacto del SEÑOR, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya aparejado todo para edificar.

Mas Dios me dijo: Tú no edificarás Casa a mi nombre; porque eres hombre de guerra, y has derramado sangre.

Pero el SEÑOR el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuera rey sobre Israel; porque de Judá escogió el capitán; y de la casa de Judá la casa de mi padre; y de entre los hijos de mi padre en mí tomó contentamiento para ponerme por rey sobre todo Israel;

y de todos mis hijos (porque el SEÑOR me ha dado muchos hijos,) eligió a mi hijo Salomón para que él se siente en el trono del reino del SEÑOR sobre Israel.

Ahora pues, delante de los ojos de todo Israel, congregación del SEÑOR, y en oídos de nuestro Dios, guardad y buscad todos los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.

Y David dio a Salomón su hijo la traza del pórtico, y de sus casas, y de sus despensas, y de sus salas, y de sus recámaras de adentro, y del lugar del asiento de la reconciliación.

Asimismo la traza de todas las cosas que había recibido por el Espíritu, para los atrios de la Casa del SEÑOR, y para todas las cámaras en derredor, para los tesoros de la Casa de Dios, y para los tesoros de las cosas santificadas;

también para los órdenes de los sacerdotes y de los levitas, y para toda la obra del ministerio de la Casa del SEÑOR, y para todos los vasos del ministerio de la Casa del SEÑOR.

Y dio oro por peso para lo de oro, para todos los vasos de cada servicio; y plata por peso para todos los vasos, para todos los vasos de cada servicio.

Oro por peso para los candeleros de oro, y para sus lámparas; por peso el oro para cada candelero y sus lámparas; y para los candeleros de plata, plata por peso para el candelero y sus lámparas, conforme al servicio de cada candelero.

Asimismo dio oro por peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; del mismo modo plata para las mesas de plata.

También oro puro para los garfios, para las bacines, para los incensarios, y para los tazones de oro, para cada tazón por peso; asimismo para los tazones de plata, por peso para cada tazón.

Además, oro puro por peso para el altar del incienso; asimismo para la semejanza del carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del pacto del SEÑOR.

Dijo más David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, será contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR.

He aquí los órdenes de los sacerdotes y de los levitas, en todo el ministerio de la Casa de Dios, serán contigo en toda la obra; todos voluntarios, con sabiduría en todo ministerio; asimismo los príncipes y todo el pueblo para ejecutar todas tus órdenes.

Yo empero con todas mis fuerzas he preparado para la Casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y bronce para las de bronce, y hierro para las de hierro, y madera para las de madera, y piedras de ónice, y piedras preciosas, y piedras negras, y piedras de diversos colores, y toda suerte de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.

A más de esto, por cuanto tengo mi contentamiento en la Casa de mi Dios, yo tengo en mi tesoro particular oro y plata, el cual he dado para la Casa de mi Dios, además de todas las cosas que he aparejado para la Casa del santuario:

Tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata afinada para cubrir las paredes de las casas;

y oro para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de manos de los obreros. ¿Y quién quiere consagrar hoy la ofrenda de sus manos al SEÑOR?

Entonces los príncipes de los padres, y los príncipes de las tribus de Israel, los príncipes de mil y de cien, con los príncipes que tenían a cargo la obra del rey, ofrecieron de su voluntad;

y dieron para el servicio de la Casa de Dios cinco mil talentos de oro y diez mil sueldos, y diez mil talentos de plata, y dieciocho mil talentos de bronce, y cien mil talentos de hierro.

Y cado uno dio las piedras preciosas con que se halló para el tesoro de la casa del SEÑOR, en mano de Jehiel, el gersonita.

Y se alegró el pueblo de haber contribuido de su voluntad; porque con perfecto corazón ofrecieron voluntariamente al SEÑOR.

Asimismo el rey David se alegró mucho, y bendijo al SEÑOR delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.

Ahora pues, Dios nuestro, nosotros te confesamos, y loamos el Nombre de tu grandeza.

Oh SEÑOR Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos aparejado para edificar Casa a tu santo Nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.

Yo sé, oh Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto; y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado liberalmente.

SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad en los pensamientos del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti.

Después de esto David dijo a toda la congregación: Bendecid ahora al SEÑOR vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo al SEÑOR Dios de sus padres; e inclinándose adoraron delante del SEÑOR, y del rey.

Y comieron y bebieron delante del SEÑOR aquel día con gran gozo; y dieron la segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y le ungieron al SEÑOR por príncipe, y a Sadoc por sacerdote.

Y Salomón se sentó en el trono del SEÑOR por rey en lugar de David su padre, y fue prosperado; y todo Israel le escuchó.

Y el SEÑOR engrandeció en extremo a Salomón ante los ojos de todo Israel, y le dio gloria del reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

Así reinó David hijo de Jessé sobre todo Israel.

el tiempo que reinó sobre Israel {fue} de cuarenta años; reinó en Hebrón siete años y en Jerusalén reinó treinta y tres.

Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de Samuel vidente, y en el libro del profeta Natán, y en el libro de Gad vidente,

con todo su reino, y su potencia, y con los tiempos que pasaron sobre él y sobre Israel, y sobre todos los reinos de las tierras.

Y Salomón hijo de David fue confirmado en su reino; y el SEÑOR su Dios estaba con él, y le magnificó grandemente.

Y llamó Salomón a todo Israel, a los príncipes de mil y de cien, y a los jueces, y a todos los príncipes de todo Israel, cabezas de familias.

Y fue Salomón, y con él toda la congregación, al lugar alto que había en Gabaón; porque allí estaba el tabernáculo del testimonio de Dios, que Moisés siervo del SEÑOR había hecho en el desierto.

Mas David había traído el arca de Dios de Quiriat-jearim al lugar que él le había preparado; porque él le había tendido una tienda en Jerusalén.

Asimismo el altar de bronce que había hecho Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, estaba allí delante del tabernáculo del SEÑOR, al cual Salomón y la congregación fueron a buscar.

Subió, pues, Salomón allá delante del SEÑOR, al altar de bronce que estaba en el tabernáculo del testimonio, y sacrificó sobre él mil holocaustos.

Y aquella noche se le apareció Dios a Salomón, y le dijo: Demanda lo que quisieres que yo te dé.

sea pues ahora firme, oh SEÑOR Dios, tu palabra con mi padre David; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.

Dame, pues, ahora sabiduría y ciencia, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque ¿quién podrá juzgar este tu pueblo tan grande?

Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto fue el deseo de tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para poder juzgar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,

sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal.

Y volvió Salomón a Jerusalén del alto que estaba en Gabaón, de ante el tabernáculo del testimonio; y reinó sobre Israel.

Y juntó Salomón carros y gente de a caballo; y tuvo mil cuatrocientos carros, y doce mil jinetes, los cuales puso en las ciudades de los carros, y con el rey en Jerusalén.

Y puso el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y madera de cedro como cabrahigos que nacen en los campos en abundancia.

Y sacaban caballos y lienzos finos de Egipto para Salomón; porque la compañía de los mercaderes del rey compraban caballos y lienzos.

Y subían, y sacaban de Egipto un carro por seiscientas piezas de plata, y un caballo por ciento cincuenta; y así por mano de ellos sacaba caballos a todos los reyes de los heteos, y los reyes de Siria.

DETERMINO pues Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y otra casa para su reino.

Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morara.

He aquí yo tengo que edificar Casa al nombre del SEÑOR mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos de la mañana y la tarde; y para los sábados, nuevas lunas, y fiestas solemnes del SEÑOR nuestro Dios; lo cual ha de ser perpetuo en Israel.

Public Domain

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso