107 casos

'Está' en la Biblia

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.

«Oración de David» Oye, oh Jehová, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

De los hombres con tu mano, oh Jehová, de los hombres del mundo, que tienen su porción en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; sacian a sus hijos, y dejan el resto a sus pequeños.

No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.

Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y camino en tu verdad.

No me arrebates a una con los malos, y con los obradores de iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, pero la maldad está en su corazón.

Pero yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.

Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí:

Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,

Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.

Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. (Selah)

Conforme a tu nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.

«Al Músico principal: en Neginot: Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?» Oh Dios, sálvame por tu nombre, y con tu poder defiéndeme.

Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres encendidos; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.

«Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación.

Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor está entre ellos, como en el Sinaí, así en el santuario.

Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos.

Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.

«Al Músico principal: sobre No destruyas: Salmo de Asaf: Cántico» Te damos gracias, oh Dios, gracias te damos; porque cercano está tu nombre: Tus maravillas declaramos.

Arruinada está la tierra y sus moradores; yo sostengo sus columnas. (Selah)

Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino es tinto, lleno de mixtura; y Él derrama del mismo; los asientos del mismo tomarán y beberán todos los impíos de la tierra.

Y en Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sión.

Y dije: Enfermedad mía es ésta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

«Salmo de Asaf» Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.

Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.

«A los hijos de Coré: Salmo: Canción» Su cimiento está en el monte santo.

Porque mi alma está harta de males, y mi vida cercana al sepulcro.

Cuarenta años estuve disgustado con esta generación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.

Regocíjese el campo, y todo lo que en él está: Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento delante de Jehová:

Jehová reina, temblarán los pueblos: Él está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.

«Oración del afligido, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento» Oh Jehová, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor.

«Canción: Salmo de David» Mi corazón está dispuesto, oh Dios; cantaré y entonaré salmos, todavía en mi gloria.

Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, Jehová, lo has hecho.

¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?

Jehová está por mí entre los que me ayudan; por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

Ésta es la puerta de Jehová, por ella entrarán los justos.

Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.

De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; enséñame tus estatutos.

De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.

Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad que está bien unida entre sí.

Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del menosprecio de los soberbios.

Reina Valera Gómez (© 2010)