'Corazón' en la Biblia
Volvió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que pensaran mal contra sus siervos.
Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y diré salmos; ésta es mi gloria.
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.
Alef Alabaré al SEÑOR con todo el corazón, Bet en la compañía y en la congregación de los rectos.
Mem De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR.
Sámec Asentado está su corazón, no temerá, Ayin hasta que vea en sus enemigos su deseo.
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan.
Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos.
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.
Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón.
Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra.
Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.
Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón.
Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos.
SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras.
SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.
Te Alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas.
No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus deleites.
Y mi espíritu se angustió dentro de mí; se pasmó mi corazón.
El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas.
haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la inteligencia;
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma,
Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos;
Misericordia y verdad no te desamparen; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón;
Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.
Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
y digas: ¡Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;
perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; enciende rencillas.
el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,
átala siempre en tu corazón, enlázala a tu cuello.
No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;
Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de corazón; corrompe su alma el que tal hace.
Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de tu corazón.
Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro con atavío de ramera, guardada de corazón,
No se aparte a sus caminos tu corazón; no yerres en sus veredas.
cualquier simple, venga acá. A los faltos de entendimiento (o de corazón) dijo:
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el que habla locuras caerá.
Abominación son al SEÑOR los perversos de corazón; mas los perfectos de camino le son agradables.
El que turba su casa heredará viento; y el loco será siervo del sabio de corazón.
Según su sabiduría es alabado el hombre; mas el perverso de corazón será menospreciado.
Engaño hay en el corazón de los que piensan mal; mas alegría en el de los que piensan bien.
El hombre cuerdo encubre su sabiduría; mas el corazón de los locos publica la locura.
El cuidado congojoso en el corazón del hombre, lo abate; mas la buena palabra lo alegra.
La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón; mas árbol de vida es el deseo cumplido.
El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría.
Aun en la risa el burlador tendrá dolor en el corazón; y el término de aquella alegría es congoja.
De sus caminos será harto el desviado de corazón; y el hombre de bien será apartado de él.
El corazón apacible es vida a la carne; mas la envidia, pudrimiento de huesos.
En el corazón del cuerdo reposará la sabiduría; y es dado a conocer en medio de los locos.
Los labios de los sabios esparcen sabiduría; mas no así el corazón de los locos.
El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.
El corazón entendido busca la sabiduría; mas la boca de los locos se alimenta de locura.
Todos los días del pobre son trabajosos; mas el de buen corazón tiene un convite continuo.
El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas.
La luz de los ojos alegra el corazón; y la buena fama engorda los huesos.
El que tiene en poco el castigo, menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección, tiene corazón entendido.
Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.
Abominación es al SEÑOR todo altivo de corazón; el pacto que él haga, no será sin castigo.
El corazón del hombre piensa su camino; mas el SEÑOR endereza sus pasos.
El sabio de corazón es llamado entendido; y la dulzura de labios aumentará la doctrina.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta la doctrina.
¿De qué sirve el precio en la mano del loco para comprar sabiduría, no teniendo corazón para entender?
El perverso de corazón nunca hallará bien; y el que revuelve con su lengua, caerá en mal.
El corazón alegre hará bien como una medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.
No toma placer el loco en la inteligencia, sino en lo que descubre su corazón.
Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, y antes de la honra es el abatimiento.
El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia.
La locura del hombre tuerce su camino; y contra el SEÑOR se aíra su corazón.
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo del SEÑOR permanecerá.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre inteligente lo alcanzará a sacar.
¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón; limpio estoy de mi pecado?
Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano del SEÑOR; a todo lo que quiere lo inclina.
Altivez de ojos, y orgullo de corazón, que es la lámpara de los impíos, es pecado.
El que ama la limpieza de corazón, y la gracia de sus labios; su compañero será el rey.
La locura está ligada en el corazón del niño; mas la vara de la corrección la hará alejar de él.
Inclina tu oído, y oye las palabras de los sabios, y pon tu corazón a mi sabiduría;
porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su corazón no está contigo.
Aplica tu corazón al castigo, y tus oídos a las palabras de sabiduría.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, también a mí se me alegrará el corazón;
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor del SEÑOR en todo tiempo;
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.
Tus ojos mirarán las extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
porque su corazón piensa en robar, y maldad hablan sus labios.
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé castigo.
Para la altura de los cielos, y para la profundidad de la tierra, y para el corazón de los reyes, no hay investigación.
El que canta canciones al corazón afligido, es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre.
Como escoria de plata echada sobre el tiesto, son los labios enardecidos y el corazón malo.
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