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'De' en la Biblia

a hombres, mujeres y niños, a las hijas del rey y a toda persona que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había dejado con Gedalías, hijo de Ahicam {y} nieto de Safán, y {también} al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías,

y entraron en la tierra de Egipto (pues no escucharon la voz del SEÑOR) y se adentraron hasta Tafnes.

Toma en tus manos piedras grandes y escóndelas en la mezcla en la {terraza} de ladrillo que está a la entrada del palacio de Faraón en Tafnes, a vista de los judíos,

y diles: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `He aquí, enviaré a traer a Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su pabellón sobre ellas.

`Vendrá y herirá la tierra de Egipto; los que sean para la muerte, a la muerte, los que para el cautiverio, al cautiverio, y los que para la espada, a la espada.

`Y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, los quemará, y se llevará cautivos {a sus ídolos.} Y se envolverá de la tierra de Egipto como el pastor se envuelve con su capa, y saldrá de allí en paz.

`También quebrará los obeliscos de Heliópolis, que está en la tierra de Egipto, y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto.'"

Palabra que vino a Jeremías para todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en la tierra de Patros, diciendo:

Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Vosotros habéis visto toda la calamidad que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, y que he aquí, hoy están en ruinas y no hay en ellas morador,

a causa de la maldad que ellos cometieron para provocarme a ira, quemando constantemente sacrificios {y} sirviendo a otros dioses que no habían conocido, {ni} ellos, {ni} vosotros, ni vuestros padres.

``Pero no escucharon ni inclinaron su oído para apartarse de su maldad, para dejar de quemar sacrificios a otros dioses.

``Por tanto, se derramó mi ira y mi furor y ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que fueron convertidas en ruinas y en desolación, como lo están hoy.

``Ahora pues, así dice el SEÑOR Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ` ¿Por qué os hacéis un daño tan grande a vosotros mismos cortando de entre vosotros a hombre y mujer, niño y lactante de en medio de Judá, sin que os quede remanente,

provocándome a ira con la obra de vuestras manos, quemando sacrificios a otros dioses en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado a residir, de modo que seáis exterminados y vengáis a ser maldición y oprobio entre todas las naciones de la tierra?

` ¿Habéis olvidado las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá y las maldades de sus mujeres, vuestras propias maldades y las maldades de vuestras mujeres, que cometieron en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén?

`Pero hasta hoy no se han humillado, ni han temido, ni han andado en mi ley ni en mis estatutos que puse delante de vosotros y delante de vuestros padres.'"

Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``He aquí, volveré el rostro contra vosotros para mal, y para destruir a todo Judá.

``Y quitaré el remanente de Judá que ha decidido entrar en la tierra de Egipto para residir allí, y serán acabados en la tierra de Egipto; caerán a espada, por el hambre serán acabados. Tanto el pequeño como el grande morirán a espada y de hambre; seréis {motivo} de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio.

``Y castigaré a los que moran en la tierra de Egipto, como he castigado a Jerusalén, con espada, con hambre y con pestilencia.

``Y no quedará quien escape ni quien sobreviva del remanente de Judá que ha entrado en la tierra de Egipto para residir allí, para {luego} volver a la tierra de Judá a la cual añoran volver a fin de morar allí, porque ninguno volverá, excepto {algunos} fugitivos."

Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban sacrificios a otros dioses, junto con todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:

sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.

Pero desde que dejamos de quemar sacrificios a la reina del cielo y derramarle libaciones, carecemos de todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.

En cuanto a los sacrificios que habéis quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, vosotros y vuestros padres, vuestros reyes y vuestros príncipes y el pueblo de la tierra, ¿no se ha acordado el SEÑOR de ellos, y no ha venido {esto} a su mente?

El SEÑOR no pudo soportar más, a causa de la maldad de vuestras obras {y} a causa de las abominaciones que habíais cometido; por eso vuestra tierra fue convertida en ruinas, objeto de horror y maldición, sin habitantes, como {está} hoy.

Entonces Jeremías dijo a todo el pueblo y a todas las mujeres: Oíd la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que estáis en la tierra de Egipto:

Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Vosotros y vuestras mujeres habéis hablado con vuestra boca y {lo} habéis realizado con vuestras manos, diciendo: `Ciertamente cumpliremos los votos que hemos hecho de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones.' ¡Id a cumplir vuestros votos! ¡Poned por obra vuestros votos!"

Pero oíd la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que habitáis en la tierra de Egipto: ``He aquí, he jurado por mi gran nombre" --dice el SEÑOR-- ``que nunca más será invocado mi nombre en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo: `Vive el Señor DIOS.'

``He aquí, velo sobre ellos para mal y no para bien, y serán acabados todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto por la espada y por el hambre hasta que sean totalmente exterminados.

``Y los que escapen de la espada, pocos en número, volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá. Entonces sabrá todo el remanente de Judá que ha ido a la tierra de Egipto para residir allí, qué palabra ha de permanecer, si la mía o la de ellos.

``Y esta será la señal para vosotros" --declara el SEÑOR-- ``de que os voy a castigar en este lugar, para que sepáis que ciertamente mis palabras permanecerán para mal contra vosotros."

Así dice el SEÑOR: ``He aquí, entregaré a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida."

Palabra que habló el profeta Jeremías a Baruc, hijo de Nerías, cuando {éste} escribió estas palabras en un libro al dictado de Jeremías, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:

Así dice el SEÑOR, Dios de Israel, acerca de ti, oh Baruc:

``Tú dijiste: ` ¿Ay, infeliz de mí!, porque el SEÑOR ha añadido tristeza a mi dolor. Cansado estoy de gemir y no he hallado reposo.'"

Palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de las naciones.

A Egipto, acerca del ejército de Faraón Necao, rey de Egipto, que estaba junto al río Eufrates en Carquemis, al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá:

Subid, caballos, y corred furiosos, carros, para que avancen los poderosos: Etiopía y Put, que manejan escudo, y los de Lud, que manejan {y} entesan el arco.

Porque aquel día es para el Señor, DIOS de los ejércitos, día de venganza, para vengarse de sus enemigos; la espada devorará y se saciará y se empapará con su sangre; pues habrá una matanza para el Señor, DIOS de los ejércitos, en la tierra del norte, junto al río Eufrates.

Sube a Galaad y consigue bálsamo, virgen, hija de Egipto. En vano has multiplicado los remedios; no hay curación para ti.

Han oído las naciones de tu afrenta, y tu clamor llena la tierra; porque guerrero con guerrero ha tropezado, y a una han caído ambos.

Palabra que el SEÑOR habló al profeta Jeremías acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto:

Allí gritaron: ``Faraón, rey de Egipto, {es sólo} un gran ruido; ha dejado pasar el tiempo señalado."

Vivo yo --declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos-- que ciertamente como {se destaca} el Tabor entre los montes, o el Carmelo junto al mar, uno ha de venir.

Sus mercenarios también son en medio de ella como becerros engordados; porque también ellos se han vuelto atrás, {y} a una han huido, no resistieron; porque el día de su ruina ha venido sobre ellos, la hora de su castigo.

Se oye su sonido como el de una serpiente, pues {el enemigo} avanza como un ejército; con hachas, como leñadores, vienen contra ella.

Es avergonzada la hija de Egipto, es entregada al poder del pueblo del norte.

Dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, castigaré a Amón de Tebas, a Faraón y a Egipto junto con sus dioses y sus reyes; a Faraón y a los que en él confían.

Y los entregaré en manos de los que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de su siervo. Mas después será habitado como en los días de antaño --declara el SEÑOR.

Pero tú no temas, siervo mío Jacob, ni te atemorices, Israel; porque he aquí, te salvaré de lugar remoto, y a tu descendencia de la tierra de su cautiverio. Y volverá Jacob, y estará tranquilo y seguro, y nadie {lo} atemorizará.

Tú no temas, siervo mío Jacob --declara el SEÑOR-- porque yo estoy contigo; pues acabaré con todas las naciones adonde te he expulsado, pero no acabaré contigo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

Palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos, antes que Faraón conquistara Gaza.

Así dice el SEÑOR: He aquí que suben aguas del norte y se convierten en torrente desbordante, que inunda la tierra y su plenitud, la ciudad y los que en ella habitan; clamarán los hombres, y gemirá todo habitante de la tierra

a causa del sonido de los cascos de sus corceles, del estruendo de sus carros {y} del estrépito de sus ruedas. No se vuelven los padres {para cuidar} a {sus} hijos, por la debilidad de {sus} brazos,

a causa del día que viene para destruir a todos los filisteos, para exterminar de Tiro y de Sidón a todo aliado que quede; porque el SEÑOR destruirá a los filisteos, al remanente de la costa de Caftor.

Le ha sobrevenido la calvicie a Gaza, desolada ha sido Ascalón. Remanente de su valle, ¿hasta cuándo te sajarás?

Acerca de Moab. Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ¿Ay de Nebo, porque ha sido destruida! Quiriataim ha sido avergonzada, ha sido tomada; la altiva fortaleza ha sido avergonzada y destrozada.

Ya no hay alabanza para Moab, en Hesbón han tramado mal contra ella: ``Venid y quitémosla de entre las naciones." También tú, Madmena, serás silenciada, la espada te seguirá.

Voz de clamor desde Horonaim: ``Devastación y gran destrucción."

Moab está quebrantada, sus pequeños dejan oír gritos {de angustia.}

Porque la cuesta de Luhit con llanto continuo la suben; porque a la bajada de Horonaim se oyen gritos angustiosos de destrucción.

Vendrá el destructor de cada ciudad, y ninguna ciudad escapará; también el valle será devastado, y la meseta será destruida, como ha dicho el SEÑOR.

Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento; no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.

Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.

Es destruido Moab, {el devastador} ha subido a sus ciudades; la flor de sus jóvenes desciende a la matanza, --declara el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.

La ruina de Moab pronto vendrá, y su calamidad se ha apresurado mucho.

Desciende de {tu} gloria, siéntate en tierra reseca, moradora hija de Dibón, porque el destructor de Moab ha subido contra ti, para destruir tus fortalezas.

Párate junto al camino y vela, moradora de Aroer; pregunta al que huye y a la que escapa, {y} di: `` ¿Qué ha sucedido?"

contra Queriot, contra Bosra y contra todas las ciudades de la tierra de Moab, las lejanas y las cercanas.

El cuerno de Moab ha sido cortado y quebrado su brazo --declara el SEÑOR.

Embriagadle, porque se ha vuelto arrogante con el SEÑOR; Moab se revolcará en su vómito, y será también objeto de burla.

¿Y no fue Israel objeto de burla para ti? ¿O fue sorprendido entre ladrones? Porque cada vez que hablas de él, te burlas.

Abandonad las ciudades y morad en las peñas, moradores de Moab, sed como paloma que anida más allá de la boca de la caverna.

Hemos oído del orgullo de Moab ({es} muy orgulloso), de su soberbia, de su orgullo, de su arrogancia y de su altivez.

Por tanto, gemiré por Moab, sí, por todo Moab clamaré; sollozaré por los hombres de Kir-hares.

Más que el llanto por Jazer lloraré por ti, viña de Sibma. Tus sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tus frutos de verano y sobre tu vendimia ha caído el destructor,

y fueron quitados la alegría y el regocijo del campo fértil, de la tierra de Moab. He hecho que se acabe el vino de los lagares; nadie con gritos {los} pisará, {y si hay} gritos no {serán} gritos {de júbilo.}

El clamor de Hesbón llega hasta Eleale {y} hasta Jahaza; levantaron su voz, desde Zoar hasta Horonaim {y} hasta Eglat-selisiya; porque también las aguas de Nimrim se secarán.

Y haré desaparecer de Moab --declara el SEÑOR-- al que ofrece {sacrificios} en lugar alto y al que quema incienso a sus dioses.

Por tanto, mi corazón gime por Moab como una flauta; mi corazón gime también como una flauta por los hombres de Kir-hares, ya que perdieron la abundancia que se había producido.

En todas las terrazas de Moab y en sus calles todo es lamentación, porque he quebrado a Moab como a vaso indeseable --declara el SEÑOR.

¿Cómo ha sido destrozado! ¡{Cómo} ha gemido! ¡Cómo ha vuelto la espalda Moab avergonzado! Moab será, pues, objeto de burla y de terror para todos los que lo rodean.

Ha sido tomada Queriot y las fortalezas han sido ocupadas; será el corazón de los valientes de Moab en aquel día como el corazón de una mujer de parto.

Y Moab será destruido, {dejará} de {ser} pueblo porque se engrandeció contra el SEÑOR.

Terror, foso y lazo {vienen} sobre ti, morador de Moab --declara el SEÑOR.

El que huya del terror caerá en el foso, y el que suba del foso caerá en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo --declara el SEÑOR.

A la sombra de Hesbón se paran sin fuerzas los fugitivos; pues ha salido fuego de Hesbón, y una llama de en medio de Sehón, que ha consumido las sienes de Moab y los cráneos de los hijos del tumulto.

¿Ay de ti, Moab! Ha perecido el pueblo de Quemos; porque tus hijos han sido tomados en cautiverio, y tus hijas en cautividad.

Pero restauraré el bienestar de Moab en los postreros días --declara el SEÑOR. Hasta aquí, el juicio de Moab.

Acerca de los hijos de Amón. Así dice el SEÑOR: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Milcom se ha apoderado de Gad y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?

Por tanto, he aquí, vienen días --declara el SEÑOR-- en que haré que se oiga el grito de guerra contra Rabá de los hijos de Amón, y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían --dice el SEÑOR.

Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida. Clamad, hijas de Rabá, ceñíos de cilicio y lamentaos, corred de un lado a otro por entre los muros, porque Milcom irá al destierro junto con sus sacerdotes y sus príncipes.

He aquí, traigo sobre ti terror --declara el Señor, DIOS de los ejércitos-- de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno delante de sí, y no habrá quien reúna a los fugitivos.

Pero después restauraré el bienestar de los hijos de Amón --declara el SEÑOR.

Acerca de Edom. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ¿No hay ya sabiduría en Temán? ¿Se ha perdido el consejo de los prudentes? ¿Se ha corrompido su sabiduría?

Huid, volved, morad en las profundidades, habitantes de Dedán, porque la ruina de Esaú traeré sobre él al momento de castigarlo.

Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? Si {vinieran} ladrones de noche, {sólo} destruirían hasta que les bastara.

Porque por mí he jurado --declara el SEÑOR-- que Bosra será {motivo} de horror, de oprobio, de ruina y de maldición; todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso