20498 casos

'De' en la Biblia

Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.

Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: El es el Hijo de Dios.

Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo.

Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.

Pero cuando los hermanos {lo} supieron, lo llevaron a Cesarea, y {de allí} lo enviaron a Tarso.

Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándo{le:} No tardes en venir a nosotros.

{Había} en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte llamada la Italiana,

Como a la hora novena del día, vio claramente en una visión a un ángel de Dios que entraba a {donde} él {estaba} y le decía: Cornelio.

Y después que el ángel que le hablaba se había ido, {Cornelio} llamó a dos de los criados y a un soldado piadoso de los que constantemente le servían,

y después de explicarles todo, los envió a Jope.

Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras {le} preparaban {algo de comer,} le sobrevino un éxtasis;

había en él toda {clase de} cuadrúpedos y reptiles de la tierra, y aves del cielo.

Mientras Pedro estaba perplejo {pensando} en lo que significaría la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, después de haber preguntado por la casa de Simón, aparecieron a la puerta;

Y ellos dijeron: A Cornelio el centurión, un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los judíos, {le} fue ordenado por un santo ángel que te hiciera venir a su casa para oír tus palabras.

Entonces los invitó a entrar y los hospedó. Al día siguiente se levantó y fue con ellos, y algunos de los hermanos de Jope lo acompañaron.

Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,

``Envía, pues, a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar."

Por tanto, envié por ti al instante, y has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí presentes delante de Dios, para oír todo lo que el Señor te ha mandado.

no a todo el pueblo, sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, {es decir,} a nosotros que comimos y bebimos con El después que resucitó de los muertos.

Y todos los creyentes {que eran} de la circuncisión, que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,

Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.

Los apóstoles y los hermanos que estaban por toda Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios.

Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión le reprocharon,

diciendo: Tú entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos.

Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión: un objeto semejante a un gran lienzo que descendía, bajado del cielo por las cuatro puntas, y vino hasta mí.

Pero yo dije: ``De ninguna manera, Señor, porque nada impuro o inmundo ha entrado jamás en mi boca."

Y he aquí, en aquel momento se aparecieron tres hombres delante de la casa donde estábamos, los cuales habían sido enviados a mí desde Cesarea.

y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: ``Envía a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,

Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: ``Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo."

Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino cuando {la muerte de} Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino sólo a los judíos.

Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús.

Y la noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía,

Por aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el {reinado} de Claudio.

Los discípulos, conforme a lo que cada uno tenía, determinaron enviar {una contribución} para el socorro de los hermanos que habitaban en Judea.

Y viendo que esto agradaba a los judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días de los panes sin levadura.

Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes de soldados para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua.

Y esa noche, cuando Herodes estaba a punto de sacarlo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas; y unos guardias delante de la puerta custodiaban la cárcel.

Y saliendo, {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.

Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y siguieron por una calle, y enseguida el ángel se apartó de él.

Cuando Pedro volvió en sí, dijo: Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.

Y cuando llamó a la puerta de la entrada, una sirvienta llamada Rode salió a ver quién era.

Al reconocer la voz de Pedro, de alegría no abrió la puerta, sino que corrió adentro y anunció que Pedro estaba a la puerta.

Y haciéndoles señal con la mano para que guardaran silencio, les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y {les} dijo: Informad de estas cosas a Jacobo y a los hermanos. Entonces salió, y se fue a otro lugar.

Cuando se hizo de día, hubo un alboroto no pequeño entre los soldados {sobre} qué habría sido de Pedro.

Y Herodes, después de buscarlo y no encontrar{lo,} interrogó a los guardias y ordenó que los llevaran {para ejecutarlos}. Después descendió de Judea a Cesarea, y se quedó allí por un tiempo.

{Herodes} estaba muy enojado con los de Tiro y de Sidón; pero ellos, de común acuerdo se presentaron ante él, y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, pedían paz pues su territorio era abastecido por el del rey.

Y Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén después de haber cumplido su misión, llevando {consigo} a Juan, llamado también Marcos.

En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.

Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre.

Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan de ayudante.

Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto mago, un falso profeta judío llamado Barjesús,

que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.

Pero Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe al procónsul.

dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?

Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.

Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.

Pablo y sus compañeros zarparon de Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, regresó a Jerusalén,

mas ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron.

Después de la lectura de la ley y los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.

Pablo se levantó, y haciendo señal con la mano, dijo: Hombres de Israel, y vosotros que teméis a Dios, escuchad:

El Dios de este pueblo de Israel, escogió a nuestros padres y engrandeció al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.

Después de destruir siete naciones en la tierra de Canaán, repartió sus tierras en herencia; {todo esto duró} como cuatrocientos cincuenta años.

Y después de esto, {les} dio jueces hasta el profeta Samuel.

Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.

Después de quitarlo, les levantó por rey a David, del cual Dios también testificó y dijo: ``HE HALLADO A DAVID, {hijo} de Isaí, UN HOMBRE CONFORME A MI CORAZON, que hará toda mi voluntad."

después de que Juan predicó, antes de su venida, un bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel.

Cuando Juan estaba a punto de terminar su carrera, decía: `` ¿Quién pensáis que soy yo? Yo no soy {el Cristo;} mas he aquí, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies."

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