11244 casos

'Los' en la Biblia

Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,

Entonces Judas, tomando la cohorte {romana}, y a {varios} alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue* allá con linternas, antorchas y armas.

Entonces la cohorte {romana,} el comandante y los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y le ataron,

Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo.

Entonces la criada que cuidaba la puerta dijo* a Pedro: ¿No eres tú también {uno} de los discípulos de este hombre? {Y} él dijo*: No lo soy.

Y los siervos y los alguaciles estaban de pie calentándose {junto} a unas brasas que habían encendido porque hacía frío; y Pedro estaba también con ellos de pie y calentándose.

Jesús le respondió: Yo he hablado al mundo abiertamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en secreto.

¿Por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que han oído lo que hablé; he aquí, éstos saben lo que he dicho.

Cuando dijo esto, uno de los alguaciles que estaba cerca, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?

Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo*: ¿No te vi yo en el huerto con El?

Entonces Pilato les dijo: Llevadle vosotros, y juzgadle conforme a vuestra ley. Los judíos le dijeron: A nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie.

Entonces Pilato volvió a entrar al Pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?

Pilato respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu nación y los principales sacerdotes te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?

Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.

Pilato le preguntó*: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde {estaban} los judíos y les dijo*: Yo no encuentro ningún delito en El.

Pero es costumbre entre vosotros que os suelte a uno en la Pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?

Y los soldados tejieron una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza y le vistieron con un manto de púrpura;

Entonces, cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron, diciendo: ¡Crucifíca{le!} ¡Crucifíca{le!} Pilato les dijo*: Tomadle vosotros, y crucificad{le,} porque yo no encuentro ningún delito en El.

Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según esa ley El debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios.

Como resultado de esto, Pilato procuraba soltarle, pero los judíos gritaron, diciendo: Si sueltas a éste, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se opone al César.

Y era el día de la preparación para la Pascua; era como la hora sexta. Y {Pilato} dijo* a los judíos: He aquí vuestro Rey.

Entonces ellos gritaron: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícale! Pilato les dijo*: ¿He de crucificar a vuestro Rey? Los principales sacerdotes respondieron: No tenemos más rey que el César.

Pilato también escribió un letrero y lo puso sobre la cruz. Y estaba escrito: JESUS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDIOS.

Por eso los principales sacerdotes de los judíos decían a Pilato: No escribas, ``el Rey de los judíos"; sino que El dijo: ``Yo soy Rey de los judíos."

Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y {tomaron también} la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.

Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, la {mujer} de Cleofas, y María Magdalena.

Los judíos entonces, como era el día de preparación {para la Pascua,} a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.

Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y {también las} del otro que había sido crucificado con Jesús;

pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.

Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió {permiso} a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.

Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos.

Por tanto, por causa del día de la preparación de los judíos, como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro;

Porque todavía no habían entendido la Escritura, que Jesús debía resucitar de entre los muertos.

y vio* dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.

A quienes perdonéis los pecados, {éstos} les son perdonados; a quienes retengáis los {pecados, éstos} les son retenidos.

Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.

Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los {hijos} de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.

Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando la red {llena} de peces.

Jesús les dijo*: Traed algunos de los peces que habéis pescado ahora.

Jesús les dijo*: Venid {y} desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor.

Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.

Por eso el dicho se propagó entre los hermanos que aquel discípulo no moriría; pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si yo quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué?

Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran* en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría* contener los libros que se escribirían*.

hasta el día en que fue recibido arriba, después de que por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido.

pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.

Por aquel tiempo Pedro se puso de pie en medio de los hermanos (un grupo como de ciento veinte personas estaba reunido allí), y dijo:

Y {esto} llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.)

Pues en el libro de los Salmos está escrito: QUE SEA HECHA DESIERTA SU MORADA, Y NO HAYA QUIEN HABITE EN ELLA; y: QUE OTRO TOME SU CARGO.

Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros,

Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.

¿Cómo es que cada uno de nosotros {los} oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les declaró: Varones judíos y todos los que vivís en Jerusalén, sea esto de vuestro conocimiento y prestad atención a mis palabras,

Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS --dice Dios-- QUE DERRAMARE DE MI ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARAN, VUESTROS JOVENES VERAN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS;

Porque David no ascendió a los cielos, pero él {mismo} dice: DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,

Y asimismo todos los profetas que han hablado desde Samuel y {sus} sucesores en adelante, también anunciaron estos días.

Mientras ellos hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán {de la guardia} del templo, y los saduceos,

indignados porque enseñaban al pueblo, y anunciaban en Jesús la resurrección de entre los muertos.

{estaban allí} el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes.

sabed todos vosotros, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis {y} a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este {hombre} se halla aquí sano delante de vosotros.

Este {Jesús} es la PIEDRA DESECHADA por vosotros LOS CONSTRUCTORES, {pero} QUE HA VENIDO A SER LA PIEDRA ANGULAR.

diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el hecho de que un milagro notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.

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