170 casos

'Luz' en la Biblia

Y llamó el nombre de aquel lugar Beth-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.

Y llegó Jacob á Luz, que está en tierra de Canaán, (esta es Beth-el) él y todo el pueblo que con él estaba;

Y dijo á José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo,

Ninguno vió á su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.

Y de Beth-el sale á Luz, y pasa al término de Archi en Ataroth;

Y de allí pasa aquel término á Luz, por el lado de Luz (esta es Beth-el) hacia el mediodía. Y desciende este término de Ataroth-addar al monte que está al mediodía de Beth-oron la de abajo.

Y los de la casa de José pusieron espías en Beth-el, la cual ciudad antes se llamaba Luz.

Y fuese el hombre á la tierra de los Hetheos, y edificó una ciudad, á la cual llamó Luz: y este es su nombre hasta hoy.

Y fué dicho á los de Gaza: Samsón es venido acá. Y cercáronlo, y pusiéronle espías toda aquella noche á la puerta de la ciudad: y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos.

Será como la luz de la mañana cuando sale el sol, De la mañana sin nubes; Cuando la hierba de la tierra brota Por medio del resplandor después de la lluvia.

Y dijéronse el uno al otro: No hacemos bien: hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos: y si esperamos hasta la luz de la mañana, nos alcanzará la maldad. Vamos pues ahora, entremos, y demos la nueva en casa del rey.

Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana:

¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida á los de ánimo en amargura,

Van á tientas como en tinieblas y sin luz, Y los hace errar como borrachos.

Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego.

La luz se oscurecerá en su tienda, Y apagaráse sobre él su lámpara.

A la luz se levanta el matador, mata al pobre y al necesitado, Y de noche es como ladrón.

En las tinieblas minan las casas, Que de día para sí señalaron; No conocen la luz.

Detuvo los ríos en su nacimiento, E hizo salir á luz lo escondido.

Cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, A la luz de la cual yo caminaba en la oscuridad;

Si me reía con ellos, no lo creían: Y no abatían la luz de mi rostro.

Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.

He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las raíces de la mar.

Con las nubes encubre la luz, Y mándale no brillar, interponiendo aquéllas.

Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra.

Regando también llega á disipar la densa nube, Y con su luz esparce la niebla.

¿Supiste tú cuándo Dios las ponía en concierto, Y hacía levantar la luz de su nube?

He aquí aún: no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, Luego que pasa el viento y los limpia,

Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado.

¿Por dónde va el camino á la habitación de la luz, Y dónde está el lugar de las tinieblas?

¿Por qué camino se reparte la luz, Y se esparce el viento solano sobre la tierra?

Envía tu luz y tu verdad: éstas me guiarán, Me conducirán al monte de tu santidad, Y á tus tabernáculos.

Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.

Entrará á la generación de sus padres: No verán luz para siempre.

Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

La luz de los justos se alegrará: Mas apagaráse la lámpara de los impíos.

Y he visto que la sabiduría sobrepuja á la necedad, como la luz á las tinieblas.

Venid, oh casa de Jacob, y caminemos á la luz de Jehová.

Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.

Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas.

Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que soldará Jehová la quebradura de su pueblo, y curará la llaga de su herida.

Las cosas primeras he aquí vinieron, y yo anuncio nuevas cosas: antes que salgan á luz, yo os las haré notorias.

Y guiaré los ciegos por camino que no sabían, haréles pisar por las sendas que no habían conocido; delante de ellos tornaré las tinieblas en luz, y los rodeos en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.

¿Quién hay entre vosotros que teme á Jehová, y oye la voz de su siervo? el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.

He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas: andad á la luz de vuestro fuego, y á las centellas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.

Estad atentos á mí, pueblo mío, y oidme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos.

Por esto se alejó de nosotros el juicio, y no nos alcanzó justicia: esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad.

El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.

No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna: porque te será Jehová por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados.

Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.

Dad gloria á Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la torne sombra de muerte y tinieblas.

Y haré que perezca de entre ellos voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, ruido de muelas, y luz de lámpara.

Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte la mar y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:

Jehová sacó á luz nuestras justicias: venid, y contemos en Sión la obra de Jehová nuestro Dios.

Guióme y llevóme en tinieblas, mas no en luz.

Y cuando te habré muerto, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas: el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.

Todas las lumbreras de luz haré entenebrecer en el cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice el Señor Jehová.

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