'Hay' en la Biblia
Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.
Que la muerte los sorprenda; desciendan vivos al infierno; porque maldad hay en sus moradas, en medio de ellos.
Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
«Salmo de David, estando en el desierto de Judá» Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde agua no hay;
Diciendo: Dios lo ha dejado: Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.
Porque no hay dolores en su muerte; antes su fortaleza está entera.
Y dicen: ¿Cómo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo?
No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta; ni con nosotros hay quien sepa hasta cuándo.
Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay obras que igualen tus obras.
para anunciar que Jehová es recto: Él es mi Roca, y en Él no hay injusticia.
Honor y majestad delante de Él; Poder y gloria hay en su santuario.
He allí el grande y anchuroso mar; en él hay innumerables peces, animales pequeños y grandes.
Bienes y riquezas hay en su casa; y su justicia permanece para siempre.
que se humilla a mirar lo que hay en el cielo y en la tierra?
Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jehová hace proezas.
Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.
Pero en ti hay perdón, para que seas temido.
Espere Israel a Jehová; porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con Él.
tienen orejas, mas no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas.
Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah)
No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.
El cual hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre;
Perversidades hay en su corazón, continuamente trama el mal, y siembra discordia.
En justicia son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida.
En el bien de los justos la ciudad se alegra; mas cuando los impíos perecen, hay fiesta.
Donde no hay consejo, el pueblo cae, mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes son escasos más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan el bien.
En el camino de la justicia está la vida; y en su sendero no hay muerte.
Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; y hay quienes aparentan ser pobres, y tienen muchas riquezas.
En el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se pierde por falta de juicio.
Sin bueyes el granero está limpio; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.
Vete de delante del hombre necio, cuando veas que no hay en él labios de entendimiento.
Los necios se mofan del pecado; mas entre los rectos hay favor.
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.
En toda labor hay fruto; mas la palabra sólo de labios empobrece.
En la casa del justo hay gran provisión; pero hay turbación en las ganancias del impío.
Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación.
Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio.
Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman.
Oráculo hay en los labios del rey; su boca no yerra en juicio.
Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.
El hombre perverso excava el mal; y en sus labios hay como llama de fuego.
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y hay un amigo más cercano que un hermano.
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza, y no dejes que tu alma se detenga por causa de su llanto.
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.
Hay oro y multitud de piedras preciosas; mas los labios sabios son una joya preciosa.
Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato lo disipa.
Hay quien todo el día codicia; mas el justo da, y no escatima.
No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová.
Espinas y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos.
Porque ciertamente hay porvenir, y tu esperanza no será cortada.
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.
Sin leña se apaga el fuego; y donde no hay chismoso, cesa la contienda.
Cuando hablare amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones hay en su corazón.
En la transgresión del hombre malo hay lazo; mas el justo cantará y se alegrará.
Donde no hay visión el pueblo perece; mas el que guarda la ley, es bienaventurado.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice.
Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
Hay generación cuyos ojos son altivos, y cuyos párpados son alzados.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: Dame, dame. Tres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!
Tres cosas hay de hermoso andar, y la cuarta pasea muy bien:
Lo que fue, es lo que será, y lo que ha sido hecho, es lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade conocimiento, añade dolor.
No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.
Para todo hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su tiempo:
Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y sobre todo lo que se hace.
Así que he visto que no hay cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque ésta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
Hay un grave mal que he visto debajo del sol; las riquezas guardadas por sus dueños para su propio mal;
Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; mas el trabajo del hombre es grande sobre él;
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no se da de baja en tal guerra, ni la impiedad librará al que se entregue a ella.
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para su propio mal.
Hay vanidad que se hace sobre la tierra; que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos; y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
Yo pues di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos);
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, se van a los muertos.
Aún hay esperanza para todo aquél que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni conocimiento, ni sabiduría.
Hay un mal que he visto debajo del sol, como el error emanado del príncipe;
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
Ahora, hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne.
Toda tú eres hermosa, amada mía y en ti no hay mancha.
Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa mía; miel y leche hay debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
Tus dientes, como rebaño de ovejas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y estéril no hay entre ellas.
Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda clase de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
él jurará aquel día, diciendo: Yo no seré el sanador; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir; no me hagáis príncipe del pueblo.
¡Ay de los que juntan casa con casa, y añaden heredad a heredad hasta que ya no hay espacio! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino; y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.
Hay clamores por falta de vino en las calles; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra.