23890 casos en 6 traducciones

'De' en la Biblia

Temed delante de su presencia, toda la tierra; que el mundo está aún afirmado para qque no se conmueva.

Resuene la mar, y la plenitud de ella: Alégrese el campo, y todo lo que contiene.

Entonces cantarán los árboles de los bosques delante del SEÑOR, porque viene a juzgar la tierra.

Y decid: Sálvanos, oh Dios, salud nuestra; júntanos, y líbranos de los gentiles, para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.

Y dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus hermanos, para que ministraran de continuo delante del arca, cada cosa en su día.

Y a Obed-edom y a sus hermanos, sesenta y ocho; y a Obed-edom hijo de Jedutún, y a Asa, por porteros.

Asimismo á Sadoc el sacerdote, y á sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo de Jehová en el alto que estaba en Gabaón,

Para que sacrificasen continuamente, á mañana y tarde, holocaustos á Jehová en el altar del holocausto, conforme á todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió á Israel;

Y con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos para sonar, con otros instrumentos de música de Dios; y los hijos de Jedutún, por porteros.

Y aconteció que morando David en su casa, David dijo al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto del SEÑOR debajo de cortinas.

En aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:

porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.

En todo cuanto anduve con todo Israel ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentaran mi pueblo, para decirles: Por qué no me edificáis una casa de cedro?

Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel;

y he estado contigo en todo cuanto has andado; y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra.

Asimismo he dispuesto lugar a mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite por sí, y que no sea más conmovido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,

desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel. He humillado a todos tus enemigos, y te anuncio: El SEÑOR te ha de edificar casa.

Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, despertaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino.

Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti;

Y entró el rey David, y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, que me has traído hasta este lugar?

Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como a un hombre excelente, oh SEÑOR Dios.

¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Mas tú conoces a tu siervo.

Oh SEÑOR, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.

Oh SEÑOR, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

¿Y qué gente hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuera y se rescatara un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando a los gentiles de delante de tu pueblo, que tú redimiste de Egipto?

Ahora pues, SEÑOR, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.

Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: El SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.

Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.

Ahora pues, SEÑOR, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;

y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque tú, SEÑOR, la has bendecido, y será bendita para siempre.

Después de estas cosas aconteció que David hirió a los filisteos, y los humilló; y tomó a Gat y a sus villas de mano de los filisteos.

También hirió a Moab; y los moabitas fueron siervos de David trayéndole presentes.

Asimismo hirió David a Hadad-ezer rey de Soba, en Hamat, yendo él a asegurar su dominio al río Eufrates.

Y les tomó David mil carros, y siete mil caballos, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.

Y viniendo Siria, la de Damasco, en ayuda de Hadad-ezer rey de Soba, David hirió de los sirios veintidós mil varones.

Y puso David guarnición en Siria, la de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, trayéndole presentes; porque el SEÑOR salvaba a David dondequiera que iba.

Tomó también David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.

Asimismo de Tibhat y de Cun ciudades de Hadad-ezer, tomó David muchísimo bronce, con el que Salomón hizo el mar de bronce, las columnas, y los vasos de bronce.

Y oyendo Toi rey de Hamat, que David había deshecho todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,

envió a Adoram su hijo al rey David, a saludarle y a bendecirle por haber peleado con Hadad-ezer, y haberle vencido; porque Toi tenía guerra con Hadad-ezer. Y le envió toda suerte de vasos de oro, de plata y de bronce;

los cuales el rey David dedicó al SEÑOR, con la plata y el oro que había tomado de todos estos gentiles, de Edom, de Moab, de los hijos de Hamón, de los filisteos, y de Amalec.

También Abisai hijo de Sarvia hirió a Edom en el valle de la Sal a dieciocho mil hombres.

Y puso guarnición en Edom, y todos los idumeos fueron siervos de David; porque el SEÑOR guardaba a David dondequiera que iba.

Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército; y Josafat hijo de Ahilud, escritor de crónicas;

y Sadoc hijo de Ahitob, y Abimelec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Savsa, escriba;

y Benaía hijo de Joiada era sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los primeros, a la mano del rey.

Después de estas cosas aconteció que murió Nahas rey de los hijos de Amón, y reinó en su lugar su hijo.

Y dijo David: Haré misericordia con Hanán hijo de Nahas, porque también su padre hizo conmigo misericordia. Así David envió embajadores que lo consolaran de la muerte de su padre. Mas venidos los siervos de David en la tierra de los amonitas a Hanán, para consolarle,

los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanán: ¿A tu parecer honra David a tu padre, que te ha enviado consoladores? ¿No vienen antes sus siervos a ti para escudriñar, e inquirir, y reconocer la tierra?

Entonces Hanán tomó los siervos de David, y los rapó, y les cortó los vestidos por la mitad, hasta las partes vergonzosas, y los despachó.

Se fueron, pues, y fue dada la nueva a David de aquellos varones, y él envió a recibirles, porque estaban muy afrentados. Y les dijo el rey: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.

Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanán y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata, para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de la Siria de los ríos, de la Siria de Maaca, y de Soba.

Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y asentaron su campamento delante de Medeba. Y se juntaron también los hijos de Amón de sus ciudades, y vinieron a la guerra.

Oyéndolo David, envió a Joab y a todo el ejército de los hombres valientes.

Y los hijos de Amón salieron, y ordenaron su escuadrón a la entrada de la ciudad; y los reyes que habían venido, estaban por sí en el campo.

Y viendo Joab que la faz de la batalla estaba contra él delante y a las espaldas, escogió de todos los más escogidos que había en Israel, y ordenó su escuadrón contra los sirios.

Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, ordenándolos en escuadrón contra los amonitas.

Y dijo: Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces yo te ayudaré.

Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga el SEÑOR lo que bien le pareciere.

Se acercó luego Joab y el pueblo que tenía consigo, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.

Entonces los hijos de Amón, viendo que los Sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entraron en la ciudad. Y Joab se volvió a Jerusalén.

Y viendo los sirios que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del río, cuyo capitán era Sofac, general del ejército de Hadad-ezer.

Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, {éstos} pelearon contra él.

Mas el sirio huyó delante de Israel; y mató David de los sirios los de siete mil carros, y cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac, general del ejército.

Y viendo los sirios de Hadad-ezer que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus siervos; y nunca más quiso el sirio ayudar a los hijos de Amón.

Y aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que suelen los reyes salir a la guerra, que Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Amón, y vino y cercó a Rabá. Mas David estaba en Jerusalén; y Joab batió a Rabá, y la destruyó.

Y David tomó la corona de su rey de encima de su cabeza, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David.Y además de esto sacó de la ciudad un muy gran despojo.

Sacó también al pueblo que estaba en ella, e hizo señorío sobre ellos haciéndoles trabajar con sierras, y con trillos de hierro, y segures. Lo mismo hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y se volvió David con todo el pueblo a Jerusalén.

Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer con los filisteos; e hirió Sibecai, el husatita a Sipai, del linaje de los gigantes; y fueron humillados.

Y volvió a levantarse guerra con los filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair a Lahmi, hermano de Goliat, el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de un telar.

Y volvió a haber guerra en Gat, donde hubo un hombre de gran estatura, el cual tenía seis dedos en sus pies y seis dedos en sus manos, en total veinticuatro; y también era hijo del gigante.

Denostó él a Israel, mas lo hirió Jonatán, hijo de Simea hermano de David.

Estos fueron hijos del gigante en Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos.

Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme el número de ellos para que yo lo sepa.

Y dijo Joab: Añada el SEÑOR a su pueblo cien veces otros tantos. Rey señor mío, ¿no son todos estos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, para que sea por culpabilidad a Israel?

Y se halló en todo Israel que sacaban espada, once veces cien mil; y de Judá cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.

Entre éstos no fueron contados los levitas, ni los hijos de Benjamín, porque Joab abominaba el mandamiento del rey.

Este mandamiento también desagradó a los ojos de Dios, e hirió a Israel.

Vé, y habla a David, y dile: Así dijo el SEÑOR: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.

Escógete, o tres años de hambre; o que por tres meses seas consumido delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; o por tres días la espada del SEÑOR y pestilencia en la tierra, y que el ángel del SEÑOR destruya en todo el término de Israel; mira pues qué he de responder al que me ha enviado.

Entonces David dijo a Gad: Estoy en gran angustia; ruego que yo caiga en la mano del SEÑOR; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.

Así el SEÑOR dio pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.

Y envió el SEÑOR el ángel a Jerusalén para destruirla; pero estando él destruyendo, miró el SEÑOR, y se arrepintió de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: Basta; detén tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.

Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.

Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; mas estas ovejas, ¿qué han hecho? SEÑOR Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo.

Y dijo el ángel del SEÑOR a Gad que dijera a David, que subiera y compusiera un altar al SEÑOR en la era de Ornán, el jebuseo.

Entonces David subió, conforme a la palabra de Gad que le había dicho en nombre del SEÑOR.

Y viniendo David a Ornán, miró Ornán y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David.

Y dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar al SEÑOR, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.

Y Ornán dijo a David: Tóma{lo} para ti, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mira, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; {lo} daré todo.

Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto de gracia.

Y dio David a Ornán por el lugar seiscientos siclos de oro por peso.

Y edificó allí David un altar á Jehová, en el que ofreció holocaustos y sacrificios pacíficos, é invocó á Jehová, el cual le respondió por fuego de los cielos en el altar del holocausto.

Entonces viendo David que el SEÑOR le había oído en la era de Ornán, el jebuseo, sacrificó allí.

Y el tabernáculo del SEÑOR que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el lugar alto de Gabaón;

Public Domain

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

Sagradas Escrituras (1569)