132 casos

'Mas' en la Biblia

Pon, oh Jehová, temor en ellos: Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.)

Para juzgar al huérfano y al pobre, A fin de que no vuelva más á hacer violencia el hombre de la tierra.

Cercando andan los malos, Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.

Asaltáronme en el día de mi quebranto: Mas Jehová fué mi apoyo.

Clamaron, y no hubo quien salvase: Aun á Jehová, mas no los oyó.

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Ellos arrodillaron, y cayeron; Mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.

Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

Porque los brazos de los impíos serán quebrados: Mas el que sostiene á los justos es Jehová.

Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos: se disiparán como humo.

Porque me han cercado males hasta no haber cuento: Hanme comprendido mis maldades, y no puedo levantar la vista: Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta.

Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, Y daréles el pago.

Haste hermoseado más que los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios: Por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.

Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea.

Mas los que para destrucción buscaron mi alma, Caerán en los sitios bajos de la tierra.

Palabras de iniquidades me sobrepujaron: Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.

Mas los justos se alegrarán: gozarse han delante de Dios, Y saltarán de alegría.

Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.

Y agradará á Jehová más que sacrificio de buey, O becerro que echa cuernos y uñas.

Mas yo, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.

Mas yo anunciaré siempre, Cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

¿Desechará el Señor para siempre, Y no volverá más á amar?

Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, Y mató los más robustos de ellos, Y derribo los escogidos de Israel.

Mas tentaron y enojaron al Dios Altísimo, Y no guardaron sus testimonios;

Mas mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso á mí.

Libre entre los muertos, Como los matados que yacen en el sepulcro, Que no te acuerdas más de ellos, Y que son cortados de tu mano.

Mas yo á ti he clamado, oh Jehová; Y de mañana mi oración te previno.

Mas yo quebrantaré delante de él á sus enemigos, Y heriré á sus aborrecedores.

Mas tú desechaste y menospreciaste á tu ungido; Y te has airado con él.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos: Mas Jehová hizo los cielos.

Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria para generación y generación.

Que pasó el viento por ella, y pereció: Y su lugar no la conoce más.

Mas la misericordia de Jehová desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

Y él les dió lo que pidieron; Mas envió flaqueza en sus almas.

Mas clamaron á Jehová en su angustia, Y salvólos de sus aflicciones.

Maldigan ellos, y bendice tú: Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

Orejas tienen, mas no oirán; Tienen narices, mas no olerán;

Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta.

Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya.

Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.

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