'Jesús' en la Biblia
- 1.Mateo 1:1-Mateo 15:24
- 2.Mateo 15:28-Mateo 26:51
- 3.Mateo 26:52-Marcos 5:27
- 4.Marcos 5:30-Marcos 12:17
- 5.Marcos 12:18-Lucas 6:3
- 6.Lucas 6:7-Lucas 14:25
- 7.Lucas 15:1-Lucas 24:50
- 8.Lucas 24:52-Juan 8:1
- 9.Juan 8:4-Juan 14:9
- 10.Juan 14:23-Hechos 5:42
- 11.Hechos 6:14-Efesios 2:13
- 12.Efesios 2:20-Apocalipsis 22:20
A fin de encontrar de qué acusar a Jesús, los escribas y los Fariseos Lo observaban atentamente {para ver} si sanaba en el día de reposo.
Entonces Jesús les dijo: ``Yo les pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla?"
Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
En esos días Jesús se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.
que habían ido para oír a Jesús y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados.
Y toda la multitud procuraba tocar a Jesús, porque de El salía un poder que a todos sanaba.
Cuando terminó todas Sus palabras (todo Su discurso) al pueblo que Le oía, Jesús se fue a Capernaúm.
Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.
Cuando ellos llegaron a Jesús, Le rogaron con insistencia, diciendo: ``El centurión es digno de que le concedas esto;
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciendo: ``Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que Tú entres bajo mi techo;
Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que Lo seguía: ``Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande."
Aconteció poco después que Jesús fue a una ciudad llamada Naín; y Sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud.
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: ``Joven, a ti te digo: ¡Levántate!"
El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: `` ¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentó {a la mesa.}
Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado {a la mesa} en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
Y Jesús le dijo: ``Simón, tengo algo que decirte."``Di, Maestro," le contestó.
``Supongo que aquél a quien le perdonó más," respondió Simón. Y Jesús le dijo: ``Has juzgado correctamente."
Entonces Jesús le dijo a la mujer: ``Tus pecados han sido perdonados."
Pero Jesús dijo a la mujer: ``Tu fe te ha salvado, vete en paz."
Poco después, Jesús comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios. Con El {iban} los doce {discípulos,}
Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces {les} habló por medio de una parábola:
"Y otra {parte} cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno." Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: ``El que tiene oídos para oír, que oiga."
Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a {donde} El {estaba,} pero no podían acercarse a El debido al gentío.
Uno de {aquellos} días, Jesús entró en una barca con Sus discípulos, y les dijo: ``Pasemos al otro lado del lago." Y se hicieron a la mar.
Llegándose a Jesús, Lo despertaron, diciendo: `` ¡Maestro, Maestro, que perecemos!" Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros.
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: `` ¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes."
Entonces Jesús le preguntó: `` ¿Cómo te llamas?" ``Legión," contestó; porque muchos demonios habían entrado en él.
Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.
Entonces toda la gente (la multitud) de la región alrededor de los Gadarenos Le pidió {a Jesús} que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y El, entrando a una barca, regresó.
Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo:
``Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti." Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas Jesús había hecho por él.
Cuando Jesús volvió, la multitud Lo recibió {con gozo}, porque todos Lo habían estado esperando.
Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa;
se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.
Y Jesús preguntó: `` ¿Quién es el que Me ha tocado?" Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: ``Maestro, las multitudes Te aprietan y Te oprimen."
Pero Jesús dijo: ``Alguien Me tocó, porque me di cuenta de que había salido poder de Mí."
Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino alguien de {la casa de Jairo,} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro."
Pero cuando Jesús { lo} oyó, le respondió: ``No temas; cree solamente, y ella será sanada."
Al llegar Jesús a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino {sólo} Pedro, Juan y Jacobo (Santiago), y el padre y la madre de la muchacha.
Entonces le volvió a ella su espíritu y se levantó al instante, y Jesús mandó que le dieran de comer.
Reuniendo Jesús a los doce {discípulos,} les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades.
Entonces Herodes (Antipas) dijo: ``A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, Este de quien oigo tales cosas?" Y procuraba ver a Jesús.
Cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y tomándolos con El, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, Lo siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
``Denles ustedes de comer," les dijo Jesús. Y ellos dijeron: ``No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos y compremos alimentos para toda esta gente."
Porque había como 5,000 hombres. Y Jesús dijo a Sus discípulos: ``Hagan que se recuesten en grupos como de cincuenta cada uno."
Estando Jesús orando a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó: `` ¿Quién dicen las multitudes que soy Yo?"
Pero Jesús, advirtiéndoles severamente, {les} mandó que no dijeran esto a nadie,
Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó con El a Pedro, a Juan y a Jacobo (Santiago), y subió al monte a orar.
quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
Y al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: ``Maestro, es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías." Pero Pedro no sabía lo que decía.
Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto.
Jesús les respondió: `` ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes y he de soportarlos? Trae acá a tu hijo."
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Y todos estaban admirados de la grandeza (majestad) de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a Sus discípulos:
Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntar a Jesús acerca de ellas.
Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado.
Pero Jesús le dijo: ``No {se lo} impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes."
Sucedió que cuando se cumplían los días de Su ascensión, Jesús, con determinación, afirmó Su rostro para ir a Jerusalén.
``Las zorras tienen madrigueras (cuevas) y las aves del cielo nidos," le dijo Jesús, ``pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza."
``Deja que los muertos entierren a sus muertos," le respondió Jesús; ``pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios."
Pero Jesús le dijo: ``Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios."
En aquella misma hora Jesús se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: ``Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de Tu agrado.
Cierto intérprete de la ley (experto en la Ley de Moisés) se levantó, y para poner a prueba a Jesús dijo: ``Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?"
Y Jesús le dijo: `` ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees {en ella?}"
Entonces Jesús le dijo: ``Has respondido correctamente; HAZ ESTO Y VIVIRAS."
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: `` ¿Y quién es mi prójimo?"
Jesús le respondió: ``Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto.
El intérprete de la ley respondió: ``El que tuvo misericordia de él." ``Ve y haz tú lo mismo," le dijo Jesús.
Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta Lo recibió en su casa.
Aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, Le dijo uno de Sus discípulos: ``Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos."
Jesús estaba echando fuera un demonio que era mudo, y cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Y otros, para poner a prueba a Jesús, demandaban de El una señal (un milagro) del cielo.
Mientras Jesús decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó la voz y dijo: `` ¡Dichosa la matriz que Te concibió y los senos que Te criaron!"
``Al contrario," le contestó Jesús, ``dichosos los que oyen la palabra de Dios y {la} guardan."
Como la multitud se aglomeraba, Jesús comenzó a decir: ``Esta generación es una generación perversa; busca señal (milagro), y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás.
Cuando terminó de hablar, un Fariseo Le rogó que comiera con él; y Jesús entró y se sentó {a la mesa.}
El Fariseo al ver {esto,} se sorprendió de que Jesús no se hubiera lavado primero antes de comer, {según el ritual Judío}.
Cuando salió de allí, los escribas y los Fariseos comenzaron a acosar en gran manera, y a interrogar minuciosamente a Jesús sobre muchas cosas,
Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: ``Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía.
`` ¡Hombre!" le dijo Jesús, `` ¿Quién Me ha puesto por juez o árbitro sobre ustedes?"
A Sus discípulos Jesús les dijo: ``Por eso les digo que no se preocupen por {su} vida, qué comerán; ni por su cuerpo, qué vestirán.
En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los Galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
Entonces Jesús les dijo esta parábola: ``Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña; y fue a buscar fruto de ella y no {lo} halló.
Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo,
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: ``Mujer, has quedado libre de tu enfermedad."
Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: ``Hay seis días en los cuales se debe trabajar; vengan, pues, en esos {días} y sean sanados, y no en día de reposo."
Entonces Jesús decía: `` ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé?
Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén.
En ese momento llegaron unos Fariseos y dijeron a Jesús: ``Sal y vete de aquí, porque Herodes (Antipas) Te quiere matar."
Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los Fariseos, y ellos Lo estaban observando cuidadosamente.
Dirigiéndose Jesús a los intérpretes de la Ley (expertos en la Ley de Moisés) y a los Fariseos, {les} dijo: `` ¿Es lícito sanar en el día de reposo, o no?"
Jesús comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor {en la mesa}:
Jesús dijo también al que Lo había convidado: ``Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.
Pero Jesús le dijo: ``Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos.
Grandes multitudes acompañaban a Jesús; y El, volviéndose, les dijo:
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