'No' en la Biblia
- 1.Gé 2:5-Gé 26:22
- 2.Gé 26:24-Gé 42:22
- 3.Gé 42:23-Éx 8:26
- 4.Éx 8:28-Éx 22:3
- 5.Éx 22:8-Levítico 11:5
- 6.Levítico 11:6-Levítico 21:21
- 7.Levítico 21:23-Números 11:11
- 8.Números 11:14-Números 27:17
- 9.Números 30:2-Deuteronomio 9:4
- 10.Deuteronomio 9:5-Deuteronomio 20:8
- 11.Deuteronomio 20:12-Deuteronomio 28:47
- 12.Deuteronomio 28:49-Josué 15:63
- 13.Josué 16:10-Jueces 11:35
- 14.Jueces 12:1-1 Samuel 2:2
- 15.1 Samuel 2:3-1 Samuel 17:47
- 16.1 Samuel 17:56-2 Samuel 2:28
- 17.2 Samuel 3:8-2 Samuel 20:21
- 18.2 Samuel 21:2-1 Reyes 13:33
- 19.1 Reyes 14:2-2 Reyes 4:28
- 20.2 Reyes 4:29-2 Reyes 17:38
- 21.2 Reyes 17:40-2 Crónicas 5:9
- 22.2 Crónicas 5:10-2 Crónicas 28:10
- 23.2 Crónicas 28:13-Nehemías 9:21
- 24.Nehemías 9:29-Job 9:15
- 25.Job 9:16-Job 24:21
- 26.Job 24:22-Job 40:5
- 27.Job 41:12-Salmos 34:10
- 28.Salmos 34:22-Salmos 59:13
- 29.Salmos 59:15-Salmos 95:8
- 30.Salmos 95:10-Salmos 132:10
- 31.Salmos 132:11-Proverbios 12:28
- 32.Proverbios 13:1-Proverbios 27:24
- 33.Proverbios 28:5-Cantares 1:8
- 34.Cantares 2:7-Isaías 26:14
- 35.Isaías 26:21-Isaías 43:13
- 36.Isaías 43:17-Isaías 58:2
- 37.Isaías 58:3-Jeremías 6:10
- 38.Jeremías 6:14-Jeremías 14:15
- 39.Jeremías 14:16-Jeremías 26:5
- 40.Jeremías 26:9-Jeremías 38:26
- 41.Jeremías 38:27-Lamentaciones 1:4
- 42.Lamentaciones 1:6-Ezequiel 13:10
- 43.Ezequiel 13:12-Ezequiel 24:16
- 44.Ezequiel 24:17-Daniel 2:45
- 45.Daniel 3:6-Oseas 9:2
- 46.Oseas 9:3-Miqueas 2:6
- 47.Miqueas 2:7-Zacarías 14:17
- 48.Zacarías 14:18-Mateo 10:34
- 49.Mateo 10:37-Mateo 20:28
- 50.Mateo 21:19-Marcos 4:5
- 51.Marcos 4:6-Marcos 13:7
- 52.Marcos 13:11-Lucas 8:13
- 53.Lucas 8:14-Lucas 14:33
- 54.Lucas 15:4-Juan 1:13
- 55.Juan 1:20-Juan 7:18
- 56.Juan 7:19-Juan 12:16
- 57.Juan 12:24-Juan 20:25
- 58.Juan 20:27-Hechos 17:12
- 59.Hechos 17:23-Romanos 3:8
- 60.Romanos 3:10-Romanos 12:4
- 61.Romanos 12:11-1 Corintios 7:31
- 62.1 Corintios 7:35-1 Corintios 15:51
- 63.1 Corintios 15:58-2 Corintios 12:13
- 64.2 Corintios 12:14-Filipenses 3:9
- 65.Filipenses 3:12-2 Timoteo 1:12
- 66.2 Timoteo 1:16-Hebreos 11:35
- 67.Hebreos 11:38-2 Pedro 1:16
- 68.2 Pedro 1:21-Apocalipsis 7:16
- 69.Apocalipsis 8:12-Apocalipsis 22:10
De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
Respondió Jesús, y dijo: No ha venido esta voz por mi causa, mas por causa de vosotros.
Entonces Jesús les dice: Aun por un poco estará la luz entre vosotros: andad entre tanto que tenéis luz, porque no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe dónde va.
Empero habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creían en él.
Por esto no podían creer, porque otra vez dijo Isaías:
Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Porque no vean con los ojos, y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.
Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
Mas Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Y el que oyere mis palabras, y no las creyere, yo no le juzgo; porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo.
El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Porque yo no he hablado de mí mismo; mas el Padre que me envió, él me dió mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después.
Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos y la cabeza.
Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos.
Porque sabía quién le había de entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió.
No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije á los Judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; así digo á vosotros ahora.
Dícele Simón Pedro: Señor, ¿adónde vas? Respondióle Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después.
Dícele Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? mi alma pondré por ti.
Respondióle Jesús: ¿Tu alma pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.
NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Dícele Tomás: Señor, no sabemos á dónde vas: ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras.
Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros.
No os dejaré huérfanos: vendré á vosotros.
Aun un poquito, y el mundo no me verá más; empero vosotros me veréis; porque yo vivo, y vosotros también viviréis.
Dícele Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué hay porque te hayas de manifestar á nosotros, y no al mundo?
El que no me ama, no guarda mis palabras: y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió.
La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Ya no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto.
Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí.
El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los cogen, y los echan en el fuego, y arden.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias.
No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado.
Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí y á mi Padre.
ESTAS cosas os he hablado, para que no os escandalicéis.
Y estas cosas os harán, porque no conocen al Padre ni á mí.
Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordeis que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.
Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría á vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré.
De pecado ciertamente, por cuanto no creen en mí;
Y de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar.
Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.
Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: porque yo voy al Padre.
Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos á otros: ¿Qué es esto que nos dice: Un poquito, y no me veréis; y otra vez un poquito, y me veréis: y, por que yo voy al Padre?
Decían pues: ¿Qué es esto que dice: Un poquito? No entendemos lo que habla.
Y conoció Jesús que le querían preguntar, y díjoles: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Un poquito, y no me veréis, y otra vez un poquito, y me veréis?
La mujer cuando pare, tiene dolor, porque es venida su hora; mas después que ha parido un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
Estas cosas os he hablado en proverbios: la hora viene cuando ya no os hablaré por proverbios, pero claramente os anunciaré del Padre.
Aquel día pediréis en mi nombre: y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros;
Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte: en esto creemos que has salido de Dios.
He aquí, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son:
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste;
Jesús entonces dijo á Pedro: Mete tu espada en la vaina: el vaso que el Padre me ha dado, ¿no lo tengo de beber?
Entonces la criada portera dijo á Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy.
Estaba pues Pedro en pie calentándose. Y dijéronle: ¿No eres tú de sus discípulos? El negó, y dijo: No soy.
Uno de los siervos del pontífice, pariente de aquél á quien Pedro había cortado la oreja, le dice: ¿No te vi yo en el huerto con él?
Y llevaron á Jesús de Caifás al pretorio: y era por la mañana: y ellos no entraron en el pretorio por no ser contaminados, sino que comiesen la pascua.
Respondieron y dijéronle: Si éste no fuera malhechor, no te le habríamos entregado.
Díceles entonces Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los Judíos le dijeron: A nosotros no es lícito matar á nadie:
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado á los Judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí.
Dícele Pilato: ¿Qué cosa es verdad? Y como hubo dicho esto, salió otra vez á los Judíos, y díceles: Yo no hallo en él ningún crimen.
Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No á éste, sino á Barrabás. Y Barrabás era ladrón.
Y como le vieron los príncipes de los sacerdotes, y los servidores, dieron voces diciendo: Crucifícale, crucifícale. Díceles Pilato: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo en él crimen.
Y entró otra vez en el pretorio, y dijo á Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dió respuesta.
Entonces dícele Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿no sabes que tengo potestad para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte?
Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dado de arriba: por tanto, el que á ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
Desde entonces procuraba Pilato soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo: Si á éste sueltas, no eres amigo de César: cualquiera que se hace rey, á César contradice.
Mas ellos dieron voces: Quita, quita, crucifícale. Díceles Pilato: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los pontífices: No tenemos rey sino á César.
Y decían á Pilato los pontífices de los Judíos: No escribas, Rey de los Judíos: sino, que él dijo: Rey soy de los Judíos.
Y dijeron entre ellos: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, de quién será; para que se cumpliese la Escritura, que dice: Partieron para sí mis vestidos, Y sobre mi vestidura echaron suertes. Y los soldados hicieron esto.
Entonces los Judíos, por cuanto era la víspera de la Pascua, para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado, pues era el gran día del sábado, rogaron á Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados.
Mas cuando vinieron á Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas:
Porque estas cosas fueron hechas para que se cumpliese la Escritura: Hueso no quebrantaréis de él.
Y en aquel lugar donde había sido crucificado, había un huerto; y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aun no había sido puesto ninguno.
Entonces corrió, y vino á Simón Pedro, y al otro discípulo, al cual amaba Jesús, y les dice: Han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto.
Y bajándose á mirar, vió los lienzos echados; mas no entró.
Y el sudario, que había estado sobre su cabeza, no puesto con los lienzos, sino envuelto en un lugar aparte.
Porque aun no sabían la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.
Y dijéronle: Mujer, ¿por qué lloras? Díceles: Porque se han llevado á mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
Y como hubo dicho esto, volvióse atrás, y vió á Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.
Dícele Jesús: No me toques: porque aun no he subido á mi Padre: mas ve á mis hermanos, y diles: Subo á mi Padre y á vuestro Padre, á mi Dios y á vuestro Dios.
Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:5-Gé 26:22
- 2.Gé 26:24-Gé 42:22
- 3.Gé 42:23-Éx 8:26
- 4.Éx 8:28-Éx 22:3
- 5.Éx 22:8-Levítico 11:5
- 6.Levítico 11:6-Levítico 21:21
- 7.Levítico 21:23-Números 11:11
- 8.Números 11:14-Números 27:17
- 9.Números 30:2-Deuteronomio 9:4
- 10.Deuteronomio 9:5-Deuteronomio 20:8
- 11.Deuteronomio 20:12-Deuteronomio 28:47
- 12.Deuteronomio 28:49-Josué 15:63
- 13.Josué 16:10-Jueces 11:35
- 14.Jueces 12:1-1 Samuel 2:2
- 15.1 Samuel 2:3-1 Samuel 17:47
- 16.1 Samuel 17:56-2 Samuel 2:28
- 17.2 Samuel 3:8-2 Samuel 20:21
- 18.2 Samuel 21:2-1 Reyes 13:33
- 19.1 Reyes 14:2-2 Reyes 4:28
- 20.2 Reyes 4:29-2 Reyes 17:38
- 21.2 Reyes 17:40-2 Crónicas 5:9
- 22.2 Crónicas 5:10-2 Crónicas 28:10
- 23.2 Crónicas 28:13-Nehemías 9:21
- 24.Nehemías 9:29-Job 9:15
- 25.Job 9:16-Job 24:21
- 26.Job 24:22-Job 40:5
- 27.Job 41:12-Salmos 34:10
- 28.Salmos 34:22-Salmos 59:13
- 29.Salmos 59:15-Salmos 95:8
- 30.Salmos 95:10-Salmos 132:10
- 31.Salmos 132:11-Proverbios 12:28
- 32.Proverbios 13:1-Proverbios 27:24
- 33.Proverbios 28:5-Cantares 1:8
- 34.Cantares 2:7-Isaías 26:14
- 35.Isaías 26:21-Isaías 43:13
- 36.Isaías 43:17-Isaías 58:2
- 37.Isaías 58:3-Jeremías 6:10
- 38.Jeremías 6:14-Jeremías 14:15
- 39.Jeremías 14:16-Jeremías 26:5
- 40.Jeremías 26:9-Jeremías 38:26
- 41.Jeremías 38:27-Lamentaciones 1:4
- 42.Lamentaciones 1:6-Ezequiel 13:10
- 43.Ezequiel 13:12-Ezequiel 24:16
- 44.Ezequiel 24:17-Daniel 2:45
- 45.Daniel 3:6-Oseas 9:2
- 46.Oseas 9:3-Miqueas 2:6
- 47.Miqueas 2:7-Zacarías 14:17
- 48.Zacarías 14:18-Mateo 10:34
- 49.Mateo 10:37-Mateo 20:28
- 50.Mateo 21:19-Marcos 4:5
- 51.Marcos 4:6-Marcos 13:7
- 52.Marcos 13:11-Lucas 8:13
- 53.Lucas 8:14-Lucas 14:33
- 54.Lucas 15:4-Juan 1:13
- 55.Juan 1:20-Juan 7:18
- 56.Juan 7:19-Juan 12:16
- 57.Juan 12:24-Juan 20:25
- 58.Juan 20:27-Hechos 17:12
- 59.Hechos 17:23-Romanos 3:8
- 60.Romanos 3:10-Romanos 12:4
- 61.Romanos 12:11-1 Corintios 7:31
- 62.1 Corintios 7:35-1 Corintios 15:51
- 63.1 Corintios 15:58-2 Corintios 12:13
- 64.2 Corintios 12:14-Filipenses 3:9
- 65.Filipenses 3:12-2 Timoteo 1:12
- 66.2 Timoteo 1:16-Hebreos 11:35
- 67.Hebreos 11:38-2 Pedro 1:16
- 68.2 Pedro 1:21-Apocalipsis 7:16
- 69.Apocalipsis 8:12-Apocalipsis 22:10
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (6812)
- LBDA (6875)
- NBLH (6870)
- RV (6893)
- SEV (6821)
- RV1909 (6849)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (253)
- Éxodo (215)
- Levítico (199)
- Números (158)
- Deuteronomio (321)
- Josué (86)
- Jueces (133)
- Rut (25)
- 1 Samuel (200)
- 2 Samuel (128)
- 1 Reyes (152)
- 2 Reyes (174)
- 1 Crónicas (51)
- 2 Crónicas (141)
- Esdras (24)
- Nehemías (59)
- Ester (26)
- Job (266)
- Salmos (414)
- Proverbios (209)
- Eclesiastés (64)
- Cantares (16)
- Isaías (326)
- Jeremías (457)
- Lamentaciones (45)
- Ezequiel (244)
- Daniel (78)
- Oseas (49)
- Joel (11)
- Amós (55)
- Abdías (6)
- Jonás (9)
- Miqueas (27)
- Nahúm (10)
- Habacuc (13)
- Sofonías (13)
- Hageo (7)
- Zacarías (39)
- Malaquías (18)
- Mateo (258)
- Marcos (157)
- Lucas (259)
- Juan (316)
- Hechos (171)
- Romanos (152)
- 1 Corintios (170)
- 2 Corintios (107)
- Gálatas (51)
- Efesios (25)
- Filipenses (17)
- Colosenses (16)
- 1 Tesalonicenses (28)
- 2 Tesalonicenses (16)
- 1 Timoteo (31)
- 2 Timoteo (16)
- Tito (13)
- Filemón (3)
- Hebreos (97)
- Santiago (44)
- 1 Pedro (27)
- 2 Pedro (17)
- 1 Juan (42)
- 2 Juan (7)
- 3 Juan (6)
- Judas (5)
- Apocalipsis (77)
Artículos Relacionados
- Abandono
- Abnegación
- Abominaciones
- Alimento prohibido
- Amabilidad
- Amor, naturaleza de
- Asociaciones mal
- Audiencia
- Beneficios
- Carácter de malvados
- Complacencia
- Comprensión
- Conocer la voluntad de Dios
- Corazón, caído y redimido
- Cristo dice la verdad
- Cuerpo
- Diferentes Dioses
- Dinero, la rectoría de
- Dios conoce todo
- Dios matando
- Dios no desamparando
- Dios, el señor
- Dios, revelación de
- Dudar de Dios
- El alcohol
- El amor, el abuso de
- El desaliento
- El fraude
- El monoteísmo
- El pecado, la naturaleza de
- El pecado, y el carácter de Dios
- Escuchar
- Exclusión
- Falsa confianza
- Incesante
- Incredulidad, como respuesta a Dios
- Inferioridad
- Inutilidad
- Irreverencia.
- La crueldad
- La guerra espiritual, los enemigos en
- La incredulidad, la naturaleza y los efectos de
- La infidelidad a Dios
- La legítima voluntad
- La mano de Dios
- La muerte debida a la presencia de Dios
- La opresión, la naturaleza de
- La participación, en pecado
- La religión falsa
- La ética, los incentivos hacia
- La ética, personal
- Las batallas
- Liberado del temor
- Los extranjeros
- Los fallos
- Los prejuicios
- Mal, los creyentes' respuestas a
- Mano de Dios
- Moderación
- Negarse a escuchar
- Ningún otro es dios
- No Conocer Gente
- No creer en Jesús
- No creer las personas
- No encontrando
- No morir
- No saber acerca de Cristo
- Noche
- Nombres y Títulos Para el cristiano
- Obstinados individuos
- Odio
- Opacidad
- Oro
- Palabra de Dios
- Pies
- Profecías acerca de Cristo
- Profecías mesiánicas
- Receptividad
- Rechazo de Dios
- Reclamaciones
- Respuesta
- Resto, físico
- Siendo sin entender
- Silencio
- Soledad
- Tener miedo
- Yo soy el Señor
- Ahorrar dinero
- Ajustar cuentas
- Alimentar a los pobres
- Amar a los niños
- Aquellos que fueron ignorantes
- Aquellos que no hablaron
- Ayudar a los necesitados
- Ayudar a los pobres
- Comer carne
- Cometer errores
- Confiar en Dios y no preocuparse
- Confiar en los demás
- Conocer el reino de Dios
- Cosechar lo que uno siembra
- Creer en uno mismo
- Cuidar el cuerpo propio
- Dar dinero a la Iglesia
- Decir la verdad
- El abuso
- El alcoholismo
- El castigo
- El enojo y el perdón
- El juicio
- El matrimonio entre un hombre y una mujer
- El matrimonio homosexual
- El mañana
- El miedo y la preocupación
- El mundo
- El padre
- El rechazo
- El renacimiento
- El sacrificio
- El sexo
- El sexo antes del matrimonio
- Escuchar a Dios
- Esperar hasta el matrimonio
- Estar contento
- Hacer lo correcto
- Jurar
- Juzgar las acciones ajenas
- La aceptación
- La agonía
- La ambición
- La ansiedad y el miedo
- La codicia
- La compasión
- La competencia
- La condena
- La culpa
- La desilusión
- La esclavitud
- La falta de paz
- La ignorancia de los hechos
- La intrepidez
- La jactancia
- La lucha
- La mentira
- La mentira y el engaño
- La muerte de un niño
- La muerte que provoca el pecado
- La obstaculización de la obra de Dios
- La ocultación de las cosas de Dios
- La perspectiva
- La preocupación y el estrés
- La práctica
- La pérdida de un ser querido
- La rebelión
- La relación entre padre e hijo
- La responsabilidad
- La revelación de la salvación de Dios
- La revelación de las cosas de Dios
- La tibieza
- La venganza
- La vida eterna
- Las bebidas alcohólicas
- Las bendiciones del dinero
- Las brujas
- Las personas que no quieren
- Las preocupaciones
- Las sorpresas
- Libros históricos
- Los demás que no responden
- Los desastres naturales
- Los errores de los padres
- Los ladrones
- Los logros
- Los ríos
- Mantenerse fuerte y no rendirse
- Mantenerse positivo
- No complacer a Dios
- No escatimar
- No escuchar
- No estar solo
- No poder hacer otras cosas
- No preocuparse
- No rendirse nunca
- No temer a los hombres
- No temer pues Dios está contigo
- Preocuparse
- Preocuparse por el futuro
- Ser buen padre
- Ser feliz y disfrutar la vida
- Tener miedo