15832 casos

'De' en la Biblia

" ¿No saben ustedes que el SEÑOR, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos con pacto de sal?

"Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se alzó y se rebeló contra su señor.

"Con él se juntaron hombres indignos y malvados que prevalecieron sobre Roboam, hijo de Salomón, cuando Roboam era joven y tímido, y no pudo prevalecer contra ellos.

"Y ahora ustedes intentan resistir al reinado del SEÑOR que está en manos de los hijos de David, porque son una gran multitud y {tienen} con ustedes los becerros de oro que Jeroboam les hizo por dioses.

" ¿No han echado fuera ustedes a los hijos de Aarón, y a los sacerdotes del SEÑOR, y a los Levitas, y se han hecho sacerdotes como los pueblos de {otras} tierras? Cualquiera que venga a consagrarse con un novillo y siete carneros, aun éste puede llegar a ser sacerdote de {los que} no {son} dioses.

"Pero en cuanto a nosotros, el SEÑOR es nuestro Dios, y no Lo hemos abandonado; y los hijos de Aarón sirven al SEÑOR como sacerdotes, y los Levitas en {sus} funciones.

"Y cada mañana y cada tarde ellos queman holocaustos e incienso aromático al SEÑOR; y el pan está colocado sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde. Porque nosotros guardamos la ordenanza del SEÑOR nuestro Dios, pero ustedes Lo han abandonado.

"Así que Dios está con nosotros a la cabeza, y Sus sacerdotes con las trompetas de aviso para tocar la alarma contra ustedes. ¡Oh Israelitas!, no luchen contra el SEÑOR, Dios de sus padres, porque nada lograrán."

Mientras tanto Jeroboam había puesto una emboscada para atacar por detrás, así que aunque {Israel} estaba frente a Judá, la emboscada estaba detrás de éstos.

Entonces los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra; y mientras los hombres de Judá lanzaban el grito de guerra, Dios hirió a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá.

Cuando los Israelitas huyeron delante de Judá, Dios los entregó en sus manos.

Abías y su gente los derrotaron con una gran matanza, y cayeron muertos 500,000 hombres escogidos de Israel.

Así fueron humillados los Israelitas en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el SEÑOR, Dios de sus padres.

Abías persiguió a Jeroboam, y le tomó {varias} ciudades: Betel (Casa de Dios) con sus aldeas, Jesana con sus aldeas y Efraín con sus aldeas.

Jeroboam no volvió a recuperar poder en los días de Abías; y el SEÑOR lo hirió y murió.

Los demás hechos de Abías, y sus caminos y sus palabras están escritos en la historia del profeta Iddo.

Abías durmió con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David, y su hijo Asa reinó en su lugar. El país estuvo en paz por diez años durante sus días.

También ordenó a Judá que buscara al SEÑOR, Dios de sus padres y cumpliera la ley y el mandamiento {de El.}

Quitó además los lugares altos y los altares de incienso de todas las ciudades de Judá. Y bajo él, el reino estuvo en paz.

Por tanto Asa dijo a Judá: ``Edifiquemos estas ciudades y cerquémos{las} de murallas con torres, puertas y barras. La tierra es aún nuestra, porque hemos buscado al SEÑOR nuestro Dios. Lo hemos buscado, y El nos ha dado tranquilidad por todas partes." Así que edificaron y prosperaron.

Asa tenía un ejército de 300,000 {hombres} de Judá que llevaban escudos grandes y lanzas, y 280,000 de Benjamín que llevaban escudos y usaban arcos. Todos ellos eran valientes guerreros.

Zera el etíope salió contra ellos con un ejército de 1,000,000 {de hombres} y 300 carros, y vino hasta Maresa.

Asa salió a su encuentro, y se pusieron en orden de batalla en el Valle de Sefata junto a Maresa.

Y el SEÑOR derrotó a los Etíopes delante de Asa y delante de Judá, y los Etíopes huyeron.

Pero Asa y el pueblo que {estaba} con él los persiguieron hasta Gerar. Cayeron tantos Etíopes que no pudieron rehacerse, porque fueron destrozados delante del SEÑOR y delante de Su ejército. Los de Judá recogieron muchísimo botín.

Después destruyeron todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror del SEÑOR había caído sobre ellas; y todas las saquearon, pues había mucho botín en ellas.

También hirieron a los que poseían ganado, y se llevaron gran cantidad de ovejas y camellos. Entonces regresaron a Jerusalén.

El Espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Oded,

y salió al encuentro de Asa y le dijo: ``Oiganme, Asa y todo Judá y Benjamín: el SEÑOR estará con ustedes mientras ustedes estén con El. Y si Lo buscan, se dejará encontrar por ustedes; pero si Lo abandonan, El los abandonará.

"Pero en su angustia se volvieron al SEÑOR, Dios de Israel, y Lo buscaron, y El se dejó encontrar por ellos.

"En aquellos tiempos no había paz para el que salía ni para el que entraba, sino muchas tribulaciones sobre todos los habitantes de las tierras.

"Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades.

Cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Azarías, hijo de Oded, se animó y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que había conquistado en la región montañosa de Efraín. También restauró el altar del SEÑOR que estaba delante del pórtico del SEÑOR.

Entonces reunió a todo Judá y Benjamín y a los de Efraín, Manasés y Simeón que residían con ellos. Porque muchos de Israel se pasaron a él cuando vieron que el SEÑOR su Dios estaba con él.

Así que se reunieron en Jerusalén en el tercer mes del año quince del reinado de Asa.

Hicieron pacto para buscar al SEÑOR, Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma;

y que todo el que no buscara al SEÑOR, Dios de Israel, moriría, ya fuera pequeño o grande, hombre o mujer.

Y todo Judá se alegró en cuanto al juramento, porque habían jurado de todo corazón y habían buscado sinceramente al SEÑOR y El se dejó encontrar por ellos. Y el SEÑOR les dio tranquilidad por todas partes.

El rey Asa también depuso a Maaca, su madre, de ser reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera (diosa de Canaán). Asa derribó la horrible imagen, {la} hizo pedazos y {la} quemó junto al torrente Cedrón.

Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel; sin embargo, el corazón de Asa fue intachable todos sus días.

Y trajo a la casa de Dios las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.

No hubo más guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asa.

En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, contra Judá y fortificó Ramá para prevenir {que nadie} saliera o entrara {en ayuda} de Asa, rey de Judá.

Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del SEÑOR y de la casa del rey, y los envió a Ben Adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciéndole:

``{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. Mira, te he enviado plata y oro. Ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí."

Y Ben Adad escuchó al rey Asa y envió a los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistaron Ijón, Dan, Bel Maim y todas las ciudades de almacenaje de Neftalí.

Y cuando Baasa se enteró, dede fortificar Ramá, y abandonó su obra.

Entonces el rey Asa trajo a todo Judá, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa la había estado edificando, y con ellas fortificó Geba y Mizpa.

En ese tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: ``Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.

" ¿No eran los Etíopes y los Libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.

Los hechos de Asa, los primeros y los postreros, están escritos en el Libro de los Reyes de Judá y de Israel.

En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos.

Y Asa durmió con sus padres. Murió el año cuarenta y uno de su reinado.

Lo sepultaron en el sepulcro que él había excavado para sí en la ciudad de David, y lo pusieron sobre el lecho que él había llenado de especias de varias clases, mezcladas según el arte de los perfumistas. Además le encendieron una hoguera muy grande.

Puso tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá. También puso guarniciones en el territorio de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

sino que buscó al Dios de su padre, anduvo en sus mandamientos y no hizo como Israel.

Y su corazón se entusiasmó en los caminos del SEÑOR, y además quitó de Judá los lugares altos y las Aseras.

En el año tercero de su reinado envió a sus oficiales Ben Hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que instruyeran {a los habitantes} de las ciudades de Judá.

Ellos enseñaron {a la gente} en Judá, teniendo consigo el Libro de la Ley del SEÑOR. Recorrieron todas las ciudades de Judá y enseñaron al pueblo.

Y el terror del SEÑOR vino sobre todos los reinos de las tierras que {estaban} alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.

Algunos de los Filisteos trajeron presentes y plata como tributo a Josafat; también los Arabes le trajeron rebaños: 7,700 carneros y 7,700 machos cabríos.

Josafat se engrandecía más y más, y edificó fortalezas y ciudades de almacenaje en Judá.

Tenía muchas provisiones en las ciudades de Judá, y hombres de guerra, valientes guerreros, en Jerusalén.

Este era su número según sus casas paternas: De Judá, de los capitanes de millares, Adnas {era} el capitán, y con él 300,000 valientes guerreros;

después de él {estaba} el capitán Johanán, y con él 280,000;

y tras éste, Amasías, hijo de Zicri, que se ofreció voluntariamente al SEÑOR, y con él 200,000 valientes guerreros.

De Benjamín, {estaba} Eliada, un valiente guerrero, y con él 200,000 armados de arco y escudo;

y después de éste, Jozabad, y con él 180,000 armados para la guerra.

Algunos años después descendió a Samaria {para visitar} a Acab. Y Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para el pueblo que {estaba} con él, y lo persuadió a que subiera con él contra Ramot de Galaad.

Acab, rey de Israel, le preguntó a Josafat, rey de Judá: `` ¿Irás conmigo {contra} Ramot de Galaad?" Y Josafat le respondió: ``Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; {estaremos} contigo en la batalla."

Dijo además Josafat al rey de Israel: ``Te ruego que primero consultes la palabra del SEÑOR."

Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, 400 hombres, y les preguntó: `` ¿Iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir?" ``Suba," contestaron ellos, ``porque Dios {la} entregará en mano del rey."

Y el rey de Israel dijo a Josafat: ``Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla." ``No hable el rey así," dijo Josafat.

Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y {le} dijo: ``Trae pronto a Micaías, hijo de Imla."

El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con {sus} mantos, en la era, a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho cuernos de hierro y decía: ``Así dice el SEÑOR: `Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'"

Y todos los profetas profetizaban así, diciendo: ``Sube a Ramot de Galaad y tendrás éxito, pues el SEÑOR {la} entregará en manos del rey."

El mensajero que fue a llamar a Micaías le advirtió: ``Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Por esto te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente."

Cuando llegó al rey, éste le preguntó: ``Micaías, ¿iremos a Ramot de Galaad a pelear, o debo desistir?"``Sube y tendrás éxito," respondió él, ``porque serán entregados en tu mano."

Entonces el rey le dijo a Micaías: `` ¿Cuántas veces he de tomarte juramento de que no me digas más que la verdad en el nombre del SEÑOR?"

Entonces el rey de Israel le dijo a Josafat: `` ¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo?"

{Micaías} respondió: ``Por tanto, escuchen la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en Su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a Su derecha y a Su izquierda.

"Y el SEÑOR dijo: ` ¿Quién persuadirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?' Y uno decía de una manera, y otro de otra.

"Y él respondió: `Saldré y seré un espíritu de mentira en boca de todos sus profetas.' Entonces El dijo: `{Lo} persuadirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así.'

"Ahora el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en boca de estos sus profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra usted."

Entonces se acercó Sedequías, hijo de Quenaana, y golpeó a Micaías en la mejilla, y le dijo: `` ¿Cómo pasó el Espíritu del SEÑOR de mí para hablarte a ti?"

Entonces el rey de Israel ordenó: ``Tomen a Micaías y devuélvanlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey;

Y subió el rey de Israel con Josafat, rey de Judá, contra Ramot de Galaad.

El rey de Israel dijo a Josafat: ``Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas {reales."} Y el rey de Israel se disfrazó y entraron en la batalla.

Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros: ``No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel."

Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ``Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,

pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

Pero alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: ``Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido."

La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los Arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.

Entonces Josafat, rey de Judá, regresó en paz a su casa en Jerusalén.

Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: `` ¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto {traer} sobre ti la ira del SEÑOR?

"Sin embargo, se han hallado en ti cosas buenas, porque has quitado las Aseras de la tierra y has dispuesto tu corazón para buscar a Dios."

Y habitó Josafat en Jerusalén, y volvió a salir por entre el pueblo, desde Beerseba hasta la región montañosa de Efraín, y los hizo volver al SEÑOR, Dios de sus padres.

Puso jueces en el país en todas las ciudades fortificadas de Judá, ciudad por ciudad,

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso