833 casos

'Ahora' en la Biblia

Ahora pues dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad edificada, hasta que por mí sea dado mandamiento.

Entonces este Sesbassar vino, y puso los fundamentos de la casa de Dios que estaba en Jerusalem, y desde entonces hasta ahora se edifica, y aun no está acabada.

Y ahora, si al rey parece bien, búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro había sido dado mandamiento para edificar esta casa de Dios en Jerusalem, y envíenos á decir la voluntad del rey sobre est

Ahora pues, Tatnai, jefe del lado allá del río, Sethar-boznai, y sus compañeros los Apharsachêos que estáis á la otra parte del río, apartaos de ahí.

Y ahora como por un breve momento fué la misericordia de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un resto libre, y para darnos estaca en el lugar de su santuario, á fin de alumbrar nuestros ojos nuestro Dios, y darnos una poca de vida en nuestra s

Mas ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? porque nosotros hemos dejado tus mandamientos,

Ahora pues, no daréis vuestras hijas á los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su paz ni su bien para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad á vuestros hijos para

Ahora pues hagamos pacto con nuestro Dios, que echaremos todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo del Señor, y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios: y hágase conforme á la ley.

Ahora pues, dad gloria á Jehová Dios de vuestros padres, y haced su voluntad, y apartaos de los pueblos de las tierras, y de las mujeres extranjeras.

Estén ahora nuestro príncipes, los de toda la congregación; y todos aquellos que en nuestras ciudades hubieren tomado mujeres extranjeras, vengan á tiempos aplazados, y con ellos los ancianos de cada ciudad, y los jueces de ellas, hasta que apartemos de n

Esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos contra ti cometido; sí, yo y la cas

Acuérdate ahora de la palabra que ordenaste á Moisés tu siervo, diciendo: Vosotros prevaricaréis, y yo os esparciré por los pueblos:

Ruégote, oh Jehová, esté ahora atento tu oído á la oración de tu siervo, y la oración de tus siervos, quienes desean temer tu nombre: y ahora concede hoy próspero suceso á tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.

Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros sujetamos nuestros hijos y nuestras hijas á servidumbre, y hay algunas de nuestras hijas sujetas: mas no hay facultad en nuestras manos

También yo, y mis hermanos, y mis criados, les hemos prestado dinero y grano: relevémosles ahora de este gravamen.

Y que has puesto profetas que prediquen de ti en Jerusalem, diciendo: ­Rey en Judá! Y ahora serán oídas del rey las tales palabras: ven por tanto, y consultemos juntos.

Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el trabajo que nos ha alcanzando á nuestros reyes, á nuestros príncipes, á nuestros sacerdotes, y á nuestros profetas

Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.

Mas extiende ahora tu mano, y toca á su hueso y á su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.

Pues que ahora yaciera yo, y reposara; Durmiera, y entonces tuviera reposo,

Mas ahora que el mal sobre ti ha venido, te es duro; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

Recapacita ahora, ¿quién que fuera inocente se perdiera? Y ¿en dónde los rectos fueron cortados?

AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás?

Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis.

Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros.

Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto.

¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no seré.

Y en efecto, pregunta ahora á las bestias, que ellas te enseñarán; Y á las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán;

Oid ahora mi razonamiento, Y estad atentos á los argumentos de mis labios.

He aquí ahora, si yo me apercibiere á juicio, Sé que seré justificado.

¿Quién es el que pleiteará conmigo? Porque si ahora yo callara, fenecería.

Pues ahora me cuentas los pasos, Y no das tregua á mi pecado.

Empero ahora me ha fatigado: Has tú asolado toda mi compañía.

Pon ahora, dame fianza para litigar contigo: ¿Quién tocará ahora mi mano?

Mas volved todos vosotros, y venid ahora, Que no hallaré entre vosotros sabio.

¿Dónde pues estará ahora mi esperanza? Y mi esperanza ¿quién la verá?

Sabed ahora que Dios me ha trastornado, Y traído en derredor su red sobre mí.

Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ­Quién diese que se escribieran en un libro!

Y si no, ¿quién me desmentirá ahora, O reducirá á nada mis palabras?

MAS ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; Cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.

Y ahora yo soy su canción, Y he sido hecho su refrán.

Y ahora mi alma está derramada en mí; Días de aflicción me han aprehendido.

Ahora bien, Job no enderezó á mí sus palabras, Ni yo le responderé con vuestras razones.

No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con hombre de lisonjeros títulos.

POR tanto, Job, oye ahora mis razones, Y escucha todas mis palabras.

He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta.

Mas ahora, porque en su ira no visita, Ni conoce con rigor,

Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y hazme saber tú.

Atavíate ahora de majestad y de alteza: Y vístete de honra y de hermosura.

He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su fortaleza en el ombligo de su vientre.

Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rec

Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra.

Nuestros pasos nos han cercado ahora: Puestos tienen sus ojos para echar nos por tierra.

Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; No sea que arrebate, sin que nadie libre.

Y ahora con hachas y martillos Han quebrado todas sus entalladuras.

Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora: Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

Por qué dirán las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?

Mas nosotros bendeciremos á JAH, Desde ahora para siempre. Aleluya.

Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi alma.

Diga ahora Israel: Que para siempre es su misericordia.

Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia.

Digan ahora los que temen á Jehová: Que para siempre es su misericordia.

Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo.

Cántico gradual: de David. A NO haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel;

Cántico gradual. MUCHO me han angustiado desde mi juventud, Puede decir ahora Israel;

Espera, oh Israel, en Jehová Desde ahora y para siempre.

Ahora pues, hijos, oidme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.

Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo.

Ahora pues, hijos, oidme, Y estad atentos á las razones de mi boca.

DIJE yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.

Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al necio me sucederá también á mí: ¿para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.

Y alabé yo los finados que ya murieron, más que los vivientes que hasta ahora están vivos.

Levantaréme ahora, y rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma: Busquélo, y no lo hallé.

Yo dije: Subiré á la palma, Asiré sus ramos: Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas;

¿Cómo te has tornado ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó equidad; mas ahora, homicidas.

AHORA cantaré por mi amado el cantar de mi amado á su viña. Tenía mi amado una viña en un recuesto, lugar fértil.

Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.

Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca, y será para ser hollada;

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