14383 casos

'Que' en la Biblia

Y el sacerdote lo reconciliará delante del SEÑOR, y tendrá perdón de cualquiera de todas las cosas, en que suele ofender.

Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará sobre él el holocausto, y quemará sobre él los sebos de la paz.

Y tomará de él un puñado de la flor de harina del presente, y de su aceite, y todo el incienso que estará sobre el presente, y hará perfume sobre el altar en olor de reposo al SEÑOR por memoria.

Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para vuestras generaciones tocante a las ofrendas encendidas del SEÑOR; toda cosa que tocare en ellas será santificada.

Esta será la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que ofrecerán al SEÑOR el día que serán ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, presente perpetuo, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde.

El sacerdote que la ofreciere por expiación, la comerá; en el lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo del testimonio.

Todo lo que en su carne tocare, será santificado; y si cayere de su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en el lugar santo.

Y el vaso de barro en que fuere cocida, será quebrado; y si fuere cocida en vaso de bronce, será fregado y lavado con agua.

Y de ella ofrecerá todo su sebo, la cola, y el sebo que cubre los intestinos.

Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares; y con los riñones quitará el redaño de sobre el hígado.

Como la expiación por el pecado, así será la expiación de la culpa; una misma ley tendrán; será del sacerdote que habrá hecho la reconciliación con ella.

Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, el cuero del holocausto que ofreciere, será del sacerdote.

Asimismo todo presente que se cociere en horno, y todo el que fuere aderezado en sartén, o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere.

Y de toda la ofrenda presentará una parte por ofrenda elevada al SEÑOR, y será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz.

Mas la carne de su sacrificio de la paz para hacimiento de gracias, se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.

Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o voluntario, el día que ofreciere su sacrificio será comido; y lo que de él quedare, se comerá al día siguiente;

y lo que quedare para el tercer día de la carne del sacrificio, será quemado en el fuego.

Y si se comiere de la carne de su sacrificio de paz el tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será imputado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su pecado.

Y la carne que tocare alguna cosa inmunda, no se comerá; al fuego será quemada; mas toda persona limpia comerá de esta carne.

Y la persona que comiere la carne del sacrificio de paz, el cual es del SEÑOR, estando inmunda, aquella persona será cortada de su pueblo.

Además, la persona que tocare alguna cosa inmunda, en inmundicia de hombre, o en animal inmundo, o en cualquiera abominación inmunda, y comiere de la carne del sacrificio de la paz, el cual es del SEÑOR, aquella persona será cortada de su pueblo.

El sebo de animal mortecino, y el sebo del que fue arrebatado de fieras , se aparejará para cualquiera otro uso, mas no lo comeréis.

Porque cualquiera que comiere sebo de animal, del cual se ofrece al SEÑOR ofrenda encendida, la persona que lo comiere, será cortada de su pueblo.

Cualquiera persona que comiere alguna sangre, la tal persona será cortada de su pueblo.

Habla a los hijos de Israel, diciendo: El que ofreciere su sacrificio de paz al SEÑOR, traerá su ofrenda del sacrificio de su paz al SEÑOR;

sus manos traerán las ofrendas que se han de quemar al SEÑOR; traerá el sebo con el pecho; el pecho para mecerlo, como sacrificio de mecedura delante del SEÑOR;

El que de los hijos de Aarón ofreciere la sangre de la paz, y el sebo, de él será en porción la espaldilla derecha;

Esta es la unción de Aarón y la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas al SEÑOR, desde el día en que él los allegó para ser sacerdotes del SEÑOR;

las cuales porciones mandó El SEÑOR que les diesen, desde el día en que él los ungió de entre los hijos de Israel, por estatuto perpetuo por sus generaciones.

la cual mandó el SEÑOR a Moisés, en el monte de Sinaí, el día que mandó a los hijos de Israel que ofreciesen sus ofrendas al SEÑOR en el desierto de Sinaí.

Y dijo Moisés a la congregación: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado hacer.

Y tomó Moisés el aceite de la unción, y ungió el tabernáculo, y todas las cosas que estaban en él, y las santificó.

Después tomó todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, e hizo Moisés perfume sobre el altar.

y después tomó el sebo, y la cola, y todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño del hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, y la espaldilla derecha;

y del canastillo de los ázimos, que estaba delante del SEÑOR, tomó una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una lasaña, y lo puso con el sebo y con la espaldilla derecha;

Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó a Aarón, y sus vestiduras, y a sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él.

Y dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: Comed la carne a la puerta del tabernáculo del testimonio; y comedla allí con el pan que está en el canastillo de las consagraciones, según yo he mandado, diciendo: Aarón y sus hijos la comerán.

Y lo que sobrare de la carne y del pan, habéis de quemarlo al fuego.

De la puerta del tabernáculo del testimonio no saldréis en siete días, hasta el día que se cumplieren los días de vuestras consagraciones; porque por siete días seréis consagrados.

De la manera que hoy se ha hecho, mandó hacer el SEÑOR para expiaros.

A la puerta, pues, del tabernáculo del testimonio estaréis día y noche por siete días, y guardaréis la ordenanza delante del SEÑOR, para que no muráis; porque así me ha sido mandado.

Y Aarón y sus hijos hicieron todas las cosas que mandó el SEÑOR por mano de Moisés.

Y fue en el día octavo, que Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel;

asimismo un buey y un carnero para sacrificio de paz, que inmoléis delante del SEÑOR; y un presente amasado en aceite; porque el SEÑOR se aparecerá hoy a vosotros.

Y llevaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo del testimonio, y vino toda la congregación, y se pusieron delante del SEÑOR.

Entonces Moisés dijo: Esto es lo que mandó el SEÑOR que hagáis, y la gloria del SEÑOR se os aparecerá.

Entonces se acercó Aarón al altar; y degolló su becerro de la expiación que era por él.

Ofreció también la ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío de la expiación, que era del pueblo, y lo degolló, y lo ofreció por expiación como el primero.

Degolló también el buey y el carnero que era del pueblo en sacrificio de paz; y los hijos de Aarón le presentaron la sangre (la cual roció él sobre el altar alrededor),

y los sebos del buey; y del carnero, la cola con lo que cubre las entrañas, y los riñones, y el redaño del hígado;

Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño, que él nunca les mandó.

Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló el SEÑOR, diciendo: En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.

Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos, para que no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación; pero vuestros hermanos, toda la Casa de Israel, lamentarán el incendio que el SEÑOR ha hecho.

y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que el SEÑOR les ha dicho por mano de Moisés.

Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar y a Itamar, sus hijos que habían quedado: Tomad el presente que queda de las ofrendas encendidas al SEÑOR, y comedlo sin levadura junto al altar, porque es cosa santísima.

Habéis, pues, de comerlo en el lugar santo; porque esto será fuero para ti, y fuero para tus hijos, de las ofrendas encendidas al SEÑOR, pues que así me ha sido mandado.

Con las ofrendas de los sebos que se han de encender, traerán la espaldilla que se ha de elevar, y el pecho que será mecido, para que lo mezas por ofrenda de mecedura delante del SEÑOR; y será por fuero perpetuo tuyo, y de tus hijos contigo, como el SEÑOR lo ha mandado.

Y Moisés demandó el macho cabrío de la expiación, y se halló que era quemado; y se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían quedado, diciendo:

¿Por qué no comisteis la expiación en el lugar santo? Porque es santísimo, y la dio él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación, para que sean reconciliados delante del SEÑOR.

Veis que su sangre no fue metida en el santuario de adentro; habíais de comerla en el lugar santo, como yo mandé.

Hablad a los hijos de Israel, diciendo: Estos son los animales que comeréis de todos los animales que están sobre la tierra.

Estos sin embargo no comeréis de los que rumian y de los que tienen pezuña: el camello, porque rumia mas no tiene pezuña hendida, habéis de tenerlo por inmundo;

Esto comeréis de todas las cosas que están en las aguas: todas las cosas que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, aquellas comeréis;

mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación.

Todo insecto alado que anduviere sobre cuatro patas , tendréis en abominación.

Pero esto comeréis de todo insecto alado que anda sobre cuatro patas , que tuviere piernas además de sus patas para saltar con ellas sobre la tierra;

Todo otro insecto alado que tenga cuatro patas , tendréis en abominación.

Y por estas cosas seréis inmundos: cualquiera que tocare a sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde;

y cualquiera que llevare algo de sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde.

Todo animal de pezuña, pero que no tiene pezuña hendida, ni rumia, tendréis por inmundo; cualquiera que tocare sus cuerpos muertos será inmundo.

Y de todos los animales que andan en cuatro patas , tendréis por inmundo cualquiera que ande sobre sus garras; cualquiera que tocare sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde.

Y el que llevare sus cuerpos muertos, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde; habéis de tenerlos por inmundos.

Y estos tendréis por inmundos de los animales que se van arrastrando sobre la tierra: la comadreja, y el ratón, y la rana según su especie,

Estos tendréis por inmundos de todos los animales; cualquiera que los tocare, cuando estuvieren muertos, será inmundo hasta la tarde.

Y todo aquello sobre que cayere alguno de ellos después de muertos, será inmundo; así vaso de madera, como vestido, o piel, o saco, cualquier instrumento con que se hace obra, será metido en agua, y será inmundo hasta la tarde, y así será limpio.

Y todo vaso de barro dentro del cual cayere alguno de ellos, todo lo que estuviere en él será inmundo, y quebraréis el vaso .

Toda vianda que se come, sobre la cual viniere el agua de tales vasos , será inmunda; y toda bebida que se bebiere, será en todos esos vasos inmunda.

Y todo aquello sobre que cayere algo del cuerpo muerto de ellos, será inmundo; el horno y la chimenea serán derribados; son inmundos, y por inmundos los tendréis.

Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas, serán limpias; mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos será inmundo.

Y si cayere de sus cuerpos muertos sobre alguna simiente sembrada, que estuviere sembrada, será limpia.

Y si algún animal que tuviereis para comer se muriere, el que tocare su cuerpo muerto será inmundo hasta la tarde;

y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde; asimismo el que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde.

Y todo reptil que se va arrastrando sobre la tierra, es abominación; no se comerá.

Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo reptil que anda arrastrándose sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación.

No ensuciéis vuestras almas con ningún reptil que anda arrastrándose, ni os contaminéis con ellos, ni seáis inmundos con ellos.

Porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no ensuciéis vuestras almas con ningún reptil que anduviere arrastrándose sobre la tierra.

Porque yo soy el SEÑOR, que os hago subir de la tierra de Egipto para seros por Dios; seréis pues santos, porque yo soy santo.

Esta es la ley de los animales y de las aves, y de todo ser viviente que se mueve en las aguas, y de todo animal que se anda arrastrando sobre la tierra;

para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.

Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda.

Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación.

y lo ofrecerá delante del SEÑOR, y la reconciliará, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley de la que diere a luz varón o hembra.

y el sacerdote mirará la llaga en la piel de la carne; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más hundida que la tez de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le dará por inmundo.

Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días;

Después el sacerdote le reconocerá al séptimo día la segunda vez; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo dará por limpio: era postilla; y lavará sus vestidos, y será limpio.

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