14383 casos

'Que' en la Biblia

¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel, y de los profetas,

Traed pues muchas veces a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando.

y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;

Y haced derechos pasos a vuestros pies, para que lo que es cojo no salga fuera de camino; antes sea sanado.

Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue reprobado, que no halló lugar de arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,

y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más;

(porque no podían tolerar lo que se decía: y, si una bestia tocare al monte, será apedreada, o pasada con dardo;

y tan terrible cosa era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy asombrado y temblando).

Y lo que dice: Aún una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.

Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea más pronto restituido.

Pero os ruego, hermanos, que soportéis esta palabra de exhortación, que os he escrito brevemente.

Sabed que nuestro hermano Timoteo está suelto, con el cual, (si viniere pronto,) os iré a ver.

Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.

Porque si alguno oye la Palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

Porque él se consideró a sí mismo, y se fue; y a la hora se olvidó qué tal era.

Porque si en vuestra reunión entra algún varón que trae anillo de oro, vestido de preciosa ropa, y también entra un pobre vestido de vestidura vil,

y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado;

¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros?

Porque el que dijo: No cometerás adulterio; también ha dicho: No matarás. Y, si no hubieres cometido adulterio, pero hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la Ley.

Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.

He aquí, nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.

Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna.

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros que contamina todo el cuerpo, e inflama el curso de nuestro naturaleza, y es inflamada del infierno.

pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, y está llena de veneno mortal.

Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica.

¿Pensáis que la Escritura lo dice sin causa, El espíritu que mora en vosotros codicia para envidia?

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