14383 casos

'Que' en la Biblia

Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñaré; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;

como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.

Canción de las gradas. Mirad, bendecid al SEÑOR, vosotros todos los siervos del SEÑOR, los que en la Casa del SEÑOR estáis por las noches.

Bendígate el SEÑOR desde Sion, el que hizo los cielos y la tierra.

los que estáis en la Casa del SEÑOR, en los atrios de la Casa de nuestro Dios.

Porque yo sé que el SEÑOR es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Como ellos sean los que los hacen; y todos los que en ellos confían.

casa de Leví, bendecid al SEÑOR; los que teméis al SEÑOR, bendecid al SEÑOR.

Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia.

Al que tendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia;

al que hizo las grandes luminarias, porque para siempre es su misericordia;

el sol para que dominase en el día, porque para siempre es su misericordia;

la luna y las estrellas para que dominasen en la noche, porque para siempre es su misericordia.

Al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia;

Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia.

cuando nos pedían allí, los que nos cautivaron, las palabras de la canción, (colgadas nuestras arpas de alegría) diciendo : Cantadnos de las canciones de Sion.

Hija de Babilonia destruida, dichoso el que te diere tu pago, que nos pagaste a nosotros.

Y cantarán en los caminos del SEÑOR, que la gloria del SEÑOR es grande.

que te dicen blasfemias; se ensoberbecen en vano tus enemigos.

¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?

En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra.

No inclines mi corazón a cosa mala, a hacer obras con impiedad con los varones que obran iniquidad; y no coma yo de sus deleites.

Que me hiera el justo con misericordia, y que me reprenda; y halago de príncipe inicuo no unte mi cabeza; porque aun mi oración será contra sus males.

Serán derribados de lugares fuertes sus jueces, y oirán mis palabras, que son suaves.

Masquil de David: Oración que hizo cuando estaba en la cueva. Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR.

Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

Misericordia mía y mi castillo, altura mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que allana mi pueblo delante de mí.

Tú , el que da salud a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada.

Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un palacio;

nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano ; nuestros ganados, que paran a millares y diez millares en nuestras plazas;

que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; que no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas.

Bienaventurado el pueblo que tiene esto; bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR.

el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay ; el que guarda verdad para siempre;

El que da la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza.

El que echa su hielo como en pedacitos; delante de su frío ¿quién estará?

Alabadle, los cielos de los cielos; y las aguas que están sobre los cielos.

Y los hizo ser para siempre por el siglo; les puso ley que no será quebrantada.

la bestia, y todo animal; el que va arrastrando, y el ave que vuela;

cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

para librarte del mal camino, del hombre que habla perversidades;

Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;

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