14383 casos

'Que' en la Biblia

¿Por qué te enajena tu corazón, y por qué guiñan tus ojos,

que respondas a Dios con tu espíritu, y sacas tales palabras de tu boca?

He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,

Escúchame; yo te mostraré, y te contaré lo que he visto;

lo que los sabios nos contaron de sus padres, y no lo encubrieron;

El no creerá que ha de volver de las tinieblas, y siempre está mirando al cuchillo.

y habitó las ciudades asoladas, las casas inhabitadas, que estaban puestas en montones.

¿Tendrán fin las palabras ventosas? O ¿qué es lo que te anima a responder?

También yo hablaría como vosotros. Deseo que vuestra alma estuviera en lugar de la mía, que yo os tendría compañía en las palabras, y sobre vosotros movería mi cabeza.

Tú me has arrugado; el testigo es mi magrez, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.

¡Deseo que pudiese disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!

El que denuncia lisonjas a su prójimo, los ojos de sus hijos desfallezcan.

Pero volved todos vosotros, y venid ahora, que no hallaré entre vosotros sabio.

¿Por qué somos tenidos por bestias? ¿En vuestros ojos somos viles?

Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas?

Sobre su día se espantarán los por venir, como ocupó el pavor a los que fueron antes.

Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.

sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red.

¿Por qué me perseguís como Dios, y no os saciáis de mis carnes?

¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribieran en un libro!

¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre!

y después desde esta mi piel rota, y desde mi propia carne tengo que ver a Dios.

Al cual yo tengo que ver por mí, y mis ojos lo han de ver, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí.

Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla.

Temed vosotros delante de la espada; porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias, para que sepáis que hay un juicio.

¿No sabes esto que fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra,

que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita por un momento?

con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?

El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.

Sus hijos pobres andarán rogando; y sus manos devolverán lo que él robó.

si le parecía bien, y no lo dejaba, sino que lo detenía entre su paladar;

Restituirá el trabajo ajeno conforme a la hacienda que tomó; y no tragará, ni gozará.

No quedó nada que no comiese; por tanto su bien no será durable.

Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.

Soportadme, y yo hablaré; y después que hubiere hablado, escarneced.

¿Por ventura hablo yo a algún hombre? Y si es así ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?

Dicen pues a Dios: Apártate de nosotros, que no queremos el conocimiento de tus caminos.

¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?

He aquí que su bien no está en manos de ellos; el consejo de los impíos lejos esté de mí.

Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino.

Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; y le dará su pago, para que conozca.

Porque ¿qué deleite tendrá el de su casa después de sí, siendo cortado el número de sus meses?

Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, y qué de la tienda de las moradas de los impíos?

¿No habéis preguntado a los que pasan por los caminos, por cuyas señas no negaréis?

Que el malo es guardado del día de la contrición, del día de las iras son llevados.

¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?

¿Cómo, pues, me consoláis en vano, dado que vuestras respuestas quedan por mentira?

¿Por ventura tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, o le viene algún provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?

o tinieblas, para que no veas; y abundancia de agua te cubre.

¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?

¿Quieres tú guardar la senda antigua, que pisaron los varones perversos?

Que decían a Dios: Apártate de nosotros, y ¿qué nos ha de hacer el Omnipotente?

y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir.

Yo sabría lo que él me respondería, y entendería lo que me dijese.

Allí el recto disputaría con él; y escaparía para siempre del que me condena.

Por tanto él acabará lo que me es necesario; y muchas cosas como éstas hay en él.

¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, y cubrió con oscuridad mi rostro?

Al desnudo hacen dormir sin ropa, y que en el frío no tenga cobertura.

De la inundación de los montes fueron humedecidos, y abrazan las peñas sin tener en qué cubrirse.

En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.

He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.

¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?

¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Has salvado con tu brazo al que no tiene fortaleza?

¿En qué aconsejaste al que no tiene ciencia, y mostraste bien tu sabiduría?

¿A quién has anunciado palabras, y de quién es el espíritu que de ti sale?

He aquí, éstas son partes de sus caminos; ¡y cuán poco es lo que hemos oído de él! Porque el estruendo de sus fortalezas, ¿quién lo entenderá?

Vive el Dios que me quitó mi derecho, y el Omnipotente, que amargó mi alma,

Nunca tal me acontezca que yo os justifique; hasta morir no quitaré de mí mi integridad.

Yo os enseñaré lo que hay en la mano de Dios; no esconderé lo que hay acerca del Omnipotente.

He aquí que todos vosotros lo habéis visto, ¿por qué pues os desvanecéis con vanidad?

Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Los que de ellos quedaren, en muerte serán sepultados; y no llorarán sus viudas.

A las tinieblas puso término; y a toda obra perfecta que él hizo, puso piedra de oscuridad y de sombra de muerte.

Sale el río junto al morador, y las aguas sin pie, más altas que el hombre, se fueron.

Lugar que sus piedras serán zafiro, y tendrá polvos de oro.

De coral ni de perlas no se hará mención; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas.

cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio.

La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría.

Aprobaba el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela llorosos.

Resultados de Búsqueda por Versiones

Resultados de Búsqueda por Libro

Todos los Libros

Sagradas Escrituras (1569)