'Sus' en la Biblia
para entender parábola y declaración; palabras de los sabios, y sus enigmas.
Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas;
porque sus pies correrán hacia el mal, e irán presurosos a derramar sangre.
mas ellos a su propia sangre ponen asechanzas, y a sus propias vidas tienden lazo.
Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.
clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
Por tanto comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.
Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.
cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.
Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos.
porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, y sus frutos más que el oro fino.
Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.
No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos.
Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al infierno.
Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida.
Como cierva amada y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre.
Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y Él considera todas sus veredas.
Prenderán al impío sus propias iniquidades, y detenido será con las cuerdas de su pecado;
Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio;
Guiña con sus ojos, habla con sus pies, hace señas con sus dedos;
No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos;
¿Andará el hombre sobre brasas, sin que se quemen sus pies?
para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.
alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa;
Lo rindió con sus muchas palabras suaves, lo sedujo con la zalamería de sus labios.
No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.
Para hacer que los que me aman, hereden hacienda, y yo llenaré sus tesoros.
Jehová me poseía en el principio de su camino, ya de antiguo, antes de sus obras.
cuando al mar puso sus límites, para que las aguas no pasasen su mandamiento; cuando estableció los fundamentos de la tierra;
La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas;
mató sus víctimas, mezcló su vino, y puso su mesa.
para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus caminos derechos.
Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del infierno.
El que camina en integridad, anda confiado; mas el que pervierte sus caminos, será descubierto.
En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente.
El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramas.
La mujer virtuosa corona es de su marido; mas la mala, es como carcoma en sus huesos.
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
El rescate de la vida del hombre son sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.
El hombre bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; y la riqueza del pecador, para el justo está guardada.
La mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
El que camina en su rectitud teme a Jehová; mas el que es perverso en sus caminos lo menosprecia.
El de corazón descarriado será hastiado de sus caminos; y el hombre de bien estará contento del suyo.
El simple cree a toda palabra; mas el prudente mira bien sus pasos.
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y sus hijos tendrán lugar de refugio.
Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él.
El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.
El corazón del sabio hace prudente su boca; y con sus labios aumenta el saber.
El hombre perverso excava el mal; y en sus labios hay como llama de fuego.
Cierra sus ojos para pensar perversidades; mueve sus labios, efectúa el mal.
Corona de los viejos son los nietos; y la gloria de los hijos son sus padres.
Mejor es que se encuentre un hombre con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un necio en su necedad.
El que reserva sus palabras tiene sabiduría; de excelente espíritu es el hombre entendido.
Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.
Del fruto de la boca del hombre se saciará su vientre; del producto de sus labios será saciado.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menosprecia sus caminos, morirá.
El justo camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.
Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su obra fuere limpia y recta.
El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
El alma del impío desea el mal: Su prójimo no halla favor a sus ojos.
El deseo del perezoso le mata, porque sus manos rehúsan trabajar;
El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.
El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios el rey será su amigo.
no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma.
No codicies sus manjares delicados, porque es pan engañoso.
No comas pan de hombre de mal ojo, ni codicies sus manjares;
porque su corazón trama violencia, e iniquidad hablan sus labios.
Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones, el que mira por tu alma? ¿No dará Él a cada hombre según sus obras?
Como la puerta gira sobre sus quicios; así el perezoso da vueltas en su cama.
El que odia, disimula con sus labios; pero en su interior maquina engaño.
Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá estable.
El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, para el que se compadece de los pobres las aumenta.
El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
El que da al pobre, no tendrá pobreza; mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones.
El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que mantiene rameras desperdiciará sus bienes.
El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.
Si un gobernante presta atención a la palabra mentirosa, todos sus servidores serán impíos.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su Hijo, si lo sabes?
No añadas a sus palabras, no sea que Él te reprenda, y seas hallado mentiroso.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.
Se levanta aun de noche, y da comida a su familia, y ración a sus criadas.
Considera la heredad, y la compra; y planta viña del fruto de sus manos.
Ciñe de fortaleza sus lomos, y esfuerza sus brazos.
Aplica su mano al huso, y sus manos toman la rueca.
Se levantan sus hijos, y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba.
Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.