16711 casos

'De' en la Biblia

Y en viendo Joram á Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?

Dijo luego Jehú á Bidkar su capitán: Tómalo y échalo á un cabo de la heredad de Naboth de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos con la gente de Achâb su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo:

Que yo he visto ayer las sangres de Naboth, y las sangres de sus hijos, dijo Jehová; y tengo de darte la paga en esta heredad, dijo Jehová. Tómale pues ahora, y échalo en la heredad, conforme á la palabra de Jehová.

Y viendo esto Ochôzías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto. Y siguiólo Jehú, diciendo: Herid también á éste en el carro. Y le hirieron á la subida de Gur, junto á Ibleam. Y él huyó á Megiddo, y murió allí.

Y sus siervos le llevaron en un carro á Jerusalem, y allá le sepultaron con sus padres, en su sepulcro en la ciudad de David.

En el undécimo año de Joram hijo de Achâb, comenzó á reinar Ochôzías sobre Judá.

Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron: y parte de su sangre fué salpicada en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.

Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora á ver aquella maldita, y sepultadla; que es hija de rey.

Empero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos.

Y volvieron, y dijéronselo. Y él dijo: La palabra de Dios es ésta, la cual él habló por mano de su siervo Elías Thisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel.

Y el cuerpo de Jezabel fué cual estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel; de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel.

Y TENIA Achâb en Samaria setenta hijos; y escribió letras Jehú, y enviólas á Samaria á los principales de Jezreel, á los ancianos y á los ayos de Achâb, diciendo:

Luego en llegando estas letras á vosotros lo que tenéis los hijos de vuestro señor, y los que tenéis carros y gente de á caballo, la ciudad pertrechada, y las armas,

Mirad cuál es el mejor y él más recto de los hijos de vuestro señor, y ponedlo en el trono de su padre, y pelead por la casa de vuestro señor.

Y el mayordomo, y el presidente de la ciudad, y los ancianos, y los ayos, enviaron á decir á Jehú: Siervos tuyos somos, y haremos todo lo que nos mandares: no elegiremos por rey á ninguno; tú harás lo que bien te pareciere.

El entonces les escribió la segunda vez diciendo: Si sois míos, y queréis obedecerme, tomad las cabezas de los varones hijos de vuestro señor, y venid mañana á estas horas á mí á Jezreel. Y los hijos del rey, setenta varones, estaban con los principales d

Y vino un mensajero que le dió las nuevas, diciendo: Traído han las cabezas de los hijos del rey. Y él le dijo: Ponedlas en dos montones á la entrada de la puerta hasta la mañana.

Sabed ahora que de la palabra de Jehová que habló sobre la casa de Achâb, nada caerá en tierra: y que Jehová ha hecho lo que dijo por su siervo Elías.

Mató entonces Jehú á todos los que habían quedado de la casa de Achâb en Jezreel, y á todos sus príncipes, y á todos sus familiares, y á sus sacerdotes, que no le quedó ninguno.

Y levantóse de allí, y vino á Samaria; y llegando él en el camino á una casa de esquileo de pastores,

Halló allí á los hermanos de Ochôzías rey de Judá, y díjoles: ¿Quién sois vosotros? Y ellos dijeron: Somos hermanos de Ochôzías, y hemos venido á saludar á los hijos del rey, y á los hijos de la reina.

Entonces él dijo: Prendedlos vivos. Y después que los tomaron vivos, degolláronlos junto al pozo de la casa de esquileo, cuarenta y dos varones, sin dejar ninguno de ellos.

Partiéndose luego de allí encontróse con Jonadab hijo de Rechâb; y después que lo hubo saludado, díjole: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dió su mano. Hízolo luego subir c

Y luego que hubo Jehú llegado á Samaria, mató á todos los que habían quedado de Achâb en Samaria, hasta extirparlos, conforme á la palabra de Jehová, que había hablado por Elías.

Llamadme pues luego á todos los profetas de Baal, á todos sus siervos, y á todos sus sacerdotes; que no falte uno, porque tengo un gran sacrifico para Baal; cualquiera que faltare, no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para destruir á los que honraban á

Y envió Jehú por todo Israel, y vinieron todos los siervos de Baal, que no faltó ninguno que no viniese. Y entraron en el templo de Baal, y el templo de Baal se llenó de cabo á cabo.

Entonces dijo al que tenía el cargo de las vestiduras: Saca vestiduras para todos lo siervos de Baal. Y él les sacó vestimentas.

Y entró Jehú con Jonadab hijo de Rechâb en el templo de Baal, y dijo á los siervos de Baal: Mirad y ved que por dicha no haya aquí entre vosotros alguno de los siervos de Jehová, sino solos los siervos de Baal.

Y como ellos entraron para hacer sacrificios y holocaustos, Jehú puso fuera ochenta hombres, y díjoles: Cualquiera que dejare vivo alguno de aquellos hombres que yo he puesto en vuestras manos, su vida será por la del otro.

Y después que acabaron ellos de hacer el holocausto, Jehú dijo á los de su guardia y á los capitanes: Entrad, y matadlos; que no escape ninguno. Y los hirieron á cuchillo: y dejáronlos tendidos los de la guardia y los capitanes, y fueron hasta la ciudad d

Y quebraron la estatua de Baal, y derribaron la casa de Baal, é hiciéronla necesaria, hasta hoy.

Así extinguió Jehú á Baal de Israel.

Con todo eso Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar á Israel; á saber, de en pos de los becerros de oro que estaban en Beth-el y en Dan.

Y Jehová dijo á Jehú: Por cuanto has hecho bien ejecutando lo recto delante de mis ojos, é hiciste á la casa de Achâb conforme á todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación.

Mas Jehú no cuidó de andar en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar á Israel.

En aquellos días comenzó Jehová á talar en Israel: é hiriólos Hazael en todos los términos de Israel,

Desde el Jordán al nacimiento del sol, toda la tierra de Galaad, de Gad, de Rubén, y de Manasés, desde Aroer que está junto al arroyo de Arnón, á Galaad y á Basán.

Lo demás de los hechos de Jehú, y todas las cosas que hizo, y toda su valentía, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Y ATHALIA madre de Ochôzías, viendo que su hijo era muerto, levantóse, y destruyó toda la simiente real.

Pero tomando Josaba hija del rey Joram, hermana de Ochôzías, á Joas hijo de Ochôzías, sacólo furtivamente de entre los hijos del rey, que se mataban, y ocultólo de delante de Athalía, á él y á su ama, en la cámara de las camas, y así no lo mataron.

Y estuvo con ella escondido en la casa de Jehová seis años: y Athalía fué reina sobre el país.

Mas al séptimo año envió Joiada, y tomó centuriones, capitanes, y gente de la guardia, y metiólos consigo en la casa de Jehová: é hizo con ellos liga, juramentándolos en la casa de Jehová; y mostróles al hijo del rey.

Y mandóles, diciendo: Esto es lo que habéis de hacer: la tercera parte de vosotros, los que entrarán el sábado, tendrán la guardia de la casa del rey;

Y la otra tercera parte estará á la puerta del sur, y la otra tercera parte á la puerta del postigo de los de la guardia: así guardaréis la casa, para que no sea allanada.

Y las dos partes de vosotros, es á saber, todos los que salen el sábado, tendréis la guarda de la casa de Jehová junto al rey.

Y estaréis alrededor del rey de todas partes, teniendo cada uno sus armas en las manos, y cualquiera que entrare dentro de estos órdenes, sea muerto. Y habéis de estar con el rey cuando saliere, y cuando entrare.

Los centuriones pues, hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó: y tomando cada uno los suyos, es á saber, los que habían de entrar el sábado, y los que habían salido el sábado, viniéronse á Joiada el sacerdote.

Y el sacerdote dió á los centuriones las picas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Jehová.

Y los de la guardia se pusieron en orden, teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, en derredor del rey.

Y oyendo Athalía el estruendo del pueblo que corría, entró al pueblo en el templo de Jehová;

Mas el sacerdote Joiada mandó á los centuriones que gobernaban el ejército, y díjoles: Sacadla fuera del recinto del templo, y al que la siguiere, matadlo á cuchillo. (Porque el sacerdote dijo que no la matasen en el templo de Jehová.)

Diéronle pues lugar, y como iba el camino por donde entran los de á caballo á la casa del rey, allí la mataron.

Entonces Joiada hizo alianza entre Jehová y el rey y el pueblo, que serían pueblo de Jehová: y asimismo entre el rey y el pueblo.

Y todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y derribáronlo: asimismo despedazaron enteramente sus altares y sus imágenes, y mataron á Mathán sacerdote de Baal delante de los altares. Y el sacerdote puso guarnición sobre la casa de Jehová.

Después tomó los centuriones, y capitanes, y los de la guardia, y á todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta de los de la guardia á la casa del rey; y sentóse el rey sobre el trono de lo

Y todo el pueblo de la tierra hizo alegrías, y la ciudad estuvo en reposo, habiendo sido Athalía muerta á cuchillo junto á la casa del rey.

Era Joas de siete años cuando comenzó á reinar.

EN el séptimo año de Jehú comenzó á reinar Joas, y reinó cuarenta años en Jerusalem. El nombre de su madre fué Sibia, de Beer-seba.

Y Joas dijo á los sacerdotes: Todo el dinero de las santificaciones que se suele traer á la casa de Jehová, el dinero de los que pasan en cuenta, el dinero por las personas, cada cual según su tasa, y todo el dinero que cada uno de su propia voluntad mete

Recíbanlo los sacerdotes, cada uno de sus familiares, y reparen los portillos del templo donde quiera que se hallare abertura.

Llamando entonces el rey Joas al pontífice Joiada y á los sacerdotes, díjoles: ¿Por qué no reparáis las aberturas del templo? Ahora pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las roturas del templo.

Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener cargo de reparar las aberturas del templo.

Mas el pontífice Joiada tomó un arca, é hízole en la tapa un agujero, y púsola junto al altar, á la mano derecha como se entra en le templo de Jehová; y los sacerdotes que guardaban la puerta, ponían allí todo el dinero que se metía en la casa de Jehová.

Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el notario del rey y el gran sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y guardábanlo.

Y daban el dinero suficiente en mano de los que hacían la obra, y de los que tenían el cargo de la casa de Jehová; y ellos lo expendían en pagar los carpinteros y maestros que reparaban la casa de Jehová,

Y los albañiles y canteros; y en comprar la madera y piedra de cantería para reparar las aberturas de la casa de Jehová; y en todo lo que se gastaba en la casa para repararla.

Mas de aquel dinero que se traía á la casa de Jehová, no se hacían tazas de plata, ni salterios, ni jofainas, ni trompetas; ni ningún otro vaso de oro ni de plata se hacía para el templo de Jehová:

Porque lo daban á los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.

El dinero por el delito, y el dinero por los pecados, no se metía en la casa de Jehová; porque era de los sacerdotes.

Entonces subió Hazael rey de Siria, y peleó contra Gath, y tomóla: y puso Hazael su rostro para subir contra Jerusalem;

Por lo que tomó Joas rey de Judá todas las ofrendas que había dedicado Josaphat, y Joram y Ochôzías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro que se halló en los tesoros de la casa de Jehová, y en la casa del rey, y enviólo á H

Lo demás de los hechos de Joas, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

Y levantáronse sus siervos, y conspiraron en conjuración, y mataron á Joas en la casa de Millo, descendiendo él á Silla;

Pues Josachâr hijo de Simaath, y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, hiriéronle, y murió. Y sepultáronle con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.

EN el año veintitrés de Joas hijo de Ochôzías, rey de Judá, comenzó á reinar Joachâz hijo de Jehú sobre Israel en Samaria; y reinó diecisiete años.

E hizo lo malo en ojos de Jehová, y siguió los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar á Israel; y no se apartó de ellos.

Y encendióse el furor de Jehová contra Israel, y entrególos en mano de Hazael rey de Siria, y en mano de Ben-adad hijo de Hazael, por largo tiempo.

Mas Joachâz oró á la faz de Jehová, y Jehová lo oyó: porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía.

(Y dió Jehová salvador á Israel, y salieron de bajo la mano de los Siros; y habitaron los hijos de Israel en sus estancias, como antes.

Con todo eso no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboam, el que hizo pecar á Israel: en ellos anduvieron; y también el bosque permaneció en Samaria.)

Porque no le había quedado gente á Joachâz, sino cincuenta hombres de á caballo, y diez carros, y diez mil hombres de á pié; pues el rey de Siria los había destruído, y los había puesto como polvo para hollar.

Lo demás de los hechos de Joachâz, y todo lo que hizo, y sus valentías, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

El año treinta y siete de Joas rey de Judá, comenzó á reinar Joas hijo de Joachâz sobre Israel en Samaria; y reinó dieciséis años.

E hizo lo malo en ojos de Jehová: no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar á Israel; en ellos anduvo.

Lo demás de los hechos de Joas, y todas las cosas que hizo, y su esfuerzo con que guerreó contra Amasías rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Y durmió Joas con sus padres, y sentóse Jeroboam sobre su trono: y Joas fué sepultado en Samaria con los reyes de Israel.

Y dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,

Y dijo: Abre la ventana de hacia el oriente. Y como él la abrió dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salud de Jehová, y saeta de salud contra Siria: porque herirás á los Siros en Aphec, hasta consumirlos.

Y tornóle á decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, díjole: Hiere la tierra. Y él hirió tres veces, y cesó.

Entonces el varón de Dios, enojado con él, le dijo: A herir cinco ó seis veces, herirías á Siria, hasta no quedar ninguno: empero ahora tres veces herirás á Siria.

Y murió Eliseo, y sepultáronlo. Entrado el año vinieron partidas de Moabitas á la tierra.

Y aconteció que al sepultar unos un hombre, súbitamente vieron una partida, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo: y cuando llegó á tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y levantóse sobre sus pies.

Hazael pues, rey de Siria, afligió á Israel todo el tiempo de Joachâz.

Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y compadecióse de ellos, y mirólos, por amor de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de sí hasta ahora.

Y murió Hazael rey de Siria, y reinó en su lugar Ben-adad su hijo.

Y volvió Joas hijo de Joachâz, y tomó de mano de Ben-adad hijo de Hazael, las ciudades que él había tomado de mano de Joachâz su padre en guerra. Tres veces lo batió Joas, y restituyó las ciudades á Israel.

EN el año segundo de Joas hijo de Joachâz rey de Israel, comenzó á reinar Amasías hijo de Joas rey de Judá.

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