16711 casos

'De' en la Biblia

A los cuales solos fué dada la tierra, Y no pasó extraño por medio de ellos:)

Todos los días del impío, él es atormentado de dolor, Y el número de años es escondido al violento.

El no creerá que ha de volver de las tinieblas, Y está mirando al cuchillo.

El le acometerá en la cerviz, En lo grueso de las hombreras de sus escudos:

El será cortado antes de su tiempo, Y sus renuevos no reverdecerán.

Porque la sociedad de los hipócritas será asolada, Y fuego consumirá las tiendas de soborno.

Concibieron dolor, y parieron iniquidad; Y las entradas de ellos meditan engaño.

También yo hablaría como vosotros. Ojalá vuestra alma estuviera en lugar de la mía, Que yo os tendría compañía en las palabras, Y sobre vosotros movería mi cabeza.

Mas yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.

Si hablo, mi dolor no cesa; Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.

Hame entregado Dios al mentiroso, Y en las manos de los impíos me hizo estremecer.

Quebrantóme de quebranto sobre quebranto; Corrió contra mí como un gigante.

Yo cosí saco sobre mi piel, Y cargué mi cabeza de polvo.

A pesar de no haber iniquidad en mis manos, Y de haber sido mi oración pura.

Porque á éstos has tú escondido su corazón de inteligencia: Por tanto, no los ensalzarás.

El que denuncia lisonjas á sus prójimos, Los ojos de sus hijos desfallezcan.

El me ha puesto por parábola de pueblos, Y delante de ellos he sido como tamboril.

Los rectos se maravillarán de esto, Y el inocente se levantará contra el hipócrita.

No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el limpio de manos aumentará la fuerza.

A los rincones de la huesa descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo.

Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿Será dejada la tierra por tu causa, Y serán traspasadas de su lugar las peñas?

Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego.

Los pasos de su pujanza serán acortados, Y precipitarálo su mismo consejo.

De todas partes lo asombrarán temores, Y haránle huir desconcertado.

El primogénito de la muerte comerá los ramos de su piel, Y devorará sus miembros.

Su confianza será arrancada de su tienda, Y harále esto llevar al rey de los espantos.

Su memoria perecerá de la tierra, Y no tendrá nombre por las calles.

Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de descomediros delante de mí?

Vinieron sus ejércitos á una, y trillaron sobre mí su camino, Y asentaron campo en derredor de mi tienda.

Hizo alejar de mí mis hermanos, Y positivamente se extrañaron de mí mis conocidos.

Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fuí yo en sus ojos.

Llamé á mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.

Mi aliento vino á ser extraño á mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.

Mi cuero y mi carne se pegaron á mis huesos; Y he escapado con la piel de mis dientes.

¿Por qué me perseguís como Dios, Y no os hartáis de mis carnes?

Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen en piedra esculpidas para siempre!

Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios;

Al cual yo tengo de ver por mí, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis riñones se consuman dentro de mí.

Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada á causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.

La reprensión de mi censura he oído, Y háceme responder el espíritu de mi inteligencia.

Que la alegría de los impíos es breve, Y el gozo del hipócrita por un momento?

Con su estiércol perecerá para siempre: Los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?

El ojo que le habrá visto, nunca más le verá; Ni su lugar le echará más de ver.

Si el mal se endulzó en su boca, Si lo ocultaba debajo de su lengua;

Su comida se mudará en sus entrañas, Hiel de áspides será dentro de él.

Devoró riquezas, mas vomitarálas; De su vientre las sacará Dios.

Veneno de áspides chupará; Matarálo lengua de víbora.

No verá los arroyos, los ríos, Los torrentes de miel y de manteca.

Por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, Ni salvará nada de lo que codiciaba.

Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia: Las manos todas de los malvados vendrán sobre él.

Cuando se pusiere á henchir su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, Y harála llover sobre él y sobre su comida.

Huirá de las armas de hierro, Y el arco de acero le atravesará.

Desenvainará y sacará saeta de su aljaba, Y relumbrante pasará por su hiel: Sobre él vendrán terrores.

Los renuevos de su casa serán trasportados; Serán derramados en el día de su furor.

¿Hablo yo á algún hombre? Y ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?

Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; Y sus renuevos delante de sus ojos.

Sus casas seguras de temor, Ni hay azote de Dios sobre ellos.

Dicen pues á Dios: Apártate de nosotros, Que no queremos el conocimiento de tus caminos.

¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos á él?

He aquí que su bien no está en manos de ellos: El consejo de los impíos lejos esté de mí.

Oh cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada, Y viene sobre ellos su quebranto, Y Dios en su ira les reparte dolores!

Verán sus ojos su quebranto, Y beberá de la ira del Todopoderoso.

Porque ¿qué deleite tendrá él de su casa después de sí, Siendo cortado el número de sus meses?

Este morirá en el vigor de su hermosura, todo quieto y pacífico.

Sus colodras están llenas de leche, Y sus huesos serán regados de tuétano.

Y estotro morirá en amargura de ánimo, Y no habiendo comido jamás con gusto.

Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, Y qué de la tienda de las moradas de los impíos?

Que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de las iras.

¿Quién le denunciará en su cara su camino? Y de lo que él hizo, ¿quién le dará el pago?

Los terrones del valle le serán dulces; Y tras de él será llevado todo hombre, Y antes de él han ido innumerables.

¿Tiene su contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de que tú hagas perfectos tus caminos?

Porque sacaste prenda á tus hermanos sin causa, E hiciste desnudar las ropas de los desnudos.

No diste de beber agua al cansado, Y detuviste el pan al hambriento.

Las viudas enviaste vacías, Y los brazos de los huérfanos fueron quebrados.

Por tanto hay lazos alrededor de ti, Y te turba espanto repentino;

O tinieblas, porque no veas; Y abundancia de agua te cubre.

¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.

¿Y dirás tú: Qué sabe Dios? ¿Cómo juzgará por medio de la oscuridad?

Los cuales fueron cortados antes de tiempo, Cuyo fundamento fué como un río derramado:

Que decían á Dios: Apártate de nosotros. ¿Y qué les había hecho el Omnipotente?

Habíales él henchido sus casas de bienes. Sea empero el consejo de ellos lejos de mí.

Fué cortada nuestra sustancia, Habiendo consumido el fuego el resto de ellos.

Si te tornares al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción;

Y tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ophir;

Cuando fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá: Y Dios salvará al humilde de ojos.

El libertará la isla del inocente; Y por la limpieza de tus manos será librada.

Ordenaría juicio delante de él, Y henchiría mi boca de argumentos.

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