414 casos

'No' en la Biblia

Por tanto no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Al Músico principal: en Neginoth sobre Seminith: Salmo de David. JEHOVA, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues con tu ira.

No sea que arrebate mi alma, cual león Que despedaza, sin que haya quien libre.

Si no se convirtiere, él afilará su espada: Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las gentes delante de ti.

Pon, oh Jehová, temor en ellos: Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.)

¿Por qué irrita el malo á Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.

Para juzgar al huérfano y al pobre, A fin de que no vuelva más á hacer violencia el hombre de la tierra.

Porque no diga mi enemigo, Vencílo: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.

¿No tendrán conocimiento todos los que obran iniquidad, Que devoran á mi pueblo como si pan comiesen, Y á Jehová no invocaron?

El que no detrae con su lengua, Ni hace mal á su prójimo, Ni contra su prójimo acoge oprobio alguno.

Multiplicaránse los dolores de aquellos que sirven diligentes á otro dios: No ofreceré yo sus libaciones de sangre, Ni en mis labios tomaré sus nombres.

Tú has probado mi corazón, hasme visitado de noche; Me has apurado, y nada inicuo hallaste: Heme propuesto que mi boca no ha de propasarse.

Sustenta mis pasos en tus caminos, Porque mis pies no resbalen.

Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.

Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no eché de mí sus estatutos.

Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.

Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.

Clamaron, y no hubo quien salvase: Aun á Jehová, mas no los oyó.

Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió.

Detén asimismo á tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.

Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.

Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.

No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.

Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle.

Salmo de David. JUZGAME, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado: Confiado he asimismo en Jehová, no vacilaré.

No me he sentado con hombres de falsedad; Ni entré con los que andan encubiertamente.

No juntes con los pecadores mi alma, Ni con los hombres de sangres mi vida:

No me entregues á la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

Salmo de David. A TI clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.

No me arrebates á una con los malos, Y con los que hacen iniquidad: Los cuales hablan paz con sus prójimos, Y la maldad está en su corazón.

Porque no atendieron á las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará.

Salmo cantado en la dedicación de la Casa: GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste á mis enemigos alegrarse de mí.

Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; Dísteme vida, para que no descendiese á la sepultura.

Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Al Músico principal: Salmo de David. EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre: Líbrame en tu justicia.

Y no me encerraste en mano del enemigo; Hiciste estar mis pies en anchura.

No sea yo confundido, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean corridos los impíos, estén mudos en el profundo.

No seáis como el caballo, ó como el mulo, sin entendimiento: Con cabestro y con freno su boca ha de ser reprimida, Para que no lleguen á ti.

Jehová redime el alma de sus siervos; Y no serán asolados cuantos en él confían.

Véngale el quebrantamiento que no sepa, Y su red que escondió lo prenda: Con quebrantamiento en ella caiga.

Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; Juntáronse contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía: Despedazábanme, y no cesaban;

Tú lo has visto, oh Jehová; no calles: Señor, de mí no te alejes.

No digan en su corazón: ­Ea, alma nuestra! No digan: ­Hémoslo devorado!

Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor. LA iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Public Domain