'La' en la Biblia
Hubo un hombre en la tierra de Uz llamado Job. Aquel hombre era intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Sus hijos acostumbraban ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos.
Y el SEÑOR preguntó a Satanás: `` ¿De dónde vienes?" Entonces Satanás respondió al SEÑOR: ``De recorrer la tierra y de andar por ella."
Y el SEÑOR dijo a Satanás: `` ¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro) y recto, temeroso de Dios y apartado del mal."
" ¿No has hecho Tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.
Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: ``Todo lo que él tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él." Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
Y aconteció que un día en que los hijos y las hijas de Job estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor,
Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: ``Sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
y entonces vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y {ésta} cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárse{lo a usted."}
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró,
Y el SEÑOR preguntó a Satanás: `` ¿De dónde vienes?" Entonces Satanás respondió al SEÑOR: ``De recorrer la tierra y de andar por ella."
Y el SEÑOR dijo a Satanás: `` ¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal. El todavía conserva su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa."
Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla.
``Perezca el día en que yo nací, Y la noche {que} dijo: `Un varón ha sido concebido.'
Sea ese día tinieblas, No lo tome en cuenta Dios desde lo alto, Ni resplandezca sobre él la luz.
Apodérense de él tinieblas y densa oscuridad, Pósese sobre él una nube, Llénelo de terror la negrura del día.
Oscurézcanse las estrellas de su alba; Que espere la luz pero no la tenga, Que tampoco vea el rayar de la aurora;
Porque no cerró las puertas del vientre {de mi madre,} Ni escondió la aflicción de mis ojos.
Con los reyes y los consejeros de la tierra, Que reedificaron ruinas para sí;
O como aborto desechado, yo no existiría, Como los niños que nunca vieron la luz.
Juntos reposan los prisioneros; No oyen la voz del capataz.
A los que ansían la muerte, pero no llega, Y cavan por ella más que por tesoros;
¿No es tu temor (reverencia) {a Dios} tu confianza, Y la integridad de tus caminos tu esperanza?
Por el aliento de Dios perecen, Y por la explosión (el soplo) de Su ira son consumidos.
El rugido del león, el bramido de la fiera Y los dientes de los leoncillos son quebrantados.
El león perece por falta de presa, Y los cachorros de la leona se dispersan.
¡Cuánto más a los que habitan en casas de barro, Cuyos cimientos están en el polvo, Que son aplastados como la polilla!
Entre la mañana y la tarde son hechos pedazos; Sin que nadie se dé cuenta, perecen para siempre.
¿No les es arrancada la cuerda de su tienda? Mueren, pero sin sabiduría.'"
Porque el enojo mata al insensato, Y la ira da muerte al necio.
Sus hijos no tienen seguridad alguna, Aun en la puerta (de la ciudad) son oprimidos, Y no hay quien los libre.
Su cosecha la devoran los hambrientos, La toman aun de {entre} los espinos, Y el intrigante ansía su riqueza.
Porque la aflicción no viene del polvo, Ni brota el infortunio de la tierra;
Pues el hombre nace para la aflicción, Como las chispas vuelan hacia arriba.
El da la lluvia sobre la superficie de la tierra, Y envía las aguas sobre los campos.
Pero El salva al pobre de la espada en sus bocas, Y de la mano del poderoso.
El desamparado, pues, tiene esperanza, Y la injusticia tiene que cerrar su boca.
Cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; No desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso (Shaddai).
De seis aflicciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal.
En el hambre, El te salvará de la muerte, Y en la guerra, del poder de la espada.
Estarás a cubierto del azote de la lengua, Y no temerás la violencia cuando venga.
De la violencia y del hambre te reirás, Y no temerás a las fieras de la tierra.
También sabrás que tu descendencia será numerosa, Y tus vástagos como la hierba de la tierra.
`` ¡Oh, si pudiera pesarse mi sufrimiento, Y ponerse en la balanza junto con mi calamidad!
Porque pesarían ahora más que la arena de los mares; Por eso mis palabras han sido precipitadas.
¿Se come sin sal lo insípido, O hay gusto en la clara del huevo?
¿Es mi fuerza la fuerza de las piedras, O es mi carne de bronce?
Para el abatido, {debe haber} compasión de parte de su amigo; No sea que abandone el temor (la reverencia) del Todopoderoso.
Que a causa del hielo están turbios {Y} en los que la nieve se derrite.
Serpentean las sendas de su curso, Se evaporan en la nada y perecen.
Líbrenme de la mano del adversario,' O: `Rescátenme de la mano de los tiranos'?
`` ¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?
Como esclavo que suspira por la sombra, Y como jornalero que espera con ansias su paga,
Cuando me acuesto, digo: ` ¿Cuándo me levantaré?' Pero la noche sigue, Y estoy dando vueltas continuamente hasta el amanecer.
Mis días pasan más veloces que la lanzadera de telar, Y llegan a su fin sin esperanza.
Por tanto, no refrenaré mi boca, Hablaré en la angustia de mi espíritu, Me quejaré en la amargura de mi alma.
Mi alma, pues, escoge la asfixia, La muerte, en lugar de mis dolores.
¿Acaso tuerce Dios la justicia O tuerce el Todopoderoso (Shaddai) lo que es justo?
Si tú buscaras a Dios E imploraras la misericordia del Todopoderoso,
Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, Pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.
Así son las sendas de todos los que se olvidan de Dios. Así perecerá la esperanza del impío,
Los que te odian serán cubiertos de vergüenza, Y la tienda de los impíos no existirá más."
El es el que sacude la tierra de su lugar, Y sus columnas tiemblan.
El es el que hace la Osa, el Orión y las Pléyades, Y las cámaras del sur;
Porque aunque yo tuviera razón, no podría responder; Tendría que implorar la misericordia de mi Juez.
Si el azote mata de repente, El se burla de la desesperación del inocente.
La tierra es entregada en manos de los impíos; El cubre el rostro de sus jueces; Si no {es El,} ¿entonces quién será?
Aun así me hundirías en la fosa, Y mis propios vestidos me aborrecerían.
``Hastiado estoy de mi vida: Daré rienda suelta a mi queja, Hablaré en la amargura de mi alma.
¿Es justo para Ti oprimir, Rechazar la obra de Tus manos, Y mirar con favor los designios de los malos?
Si soy malvado, ¡ay de mí!, Y {si} soy justo, no me atrevo a levantar la cabeza. {Estoy} lleno de deshonra y consciente de mi aflicción.
¿Por qué, pues, me sacaste de la matriz? ¡Ojalá que hubiera muerto y nadie me hubiera visto!
Sería como si no hubiera existido, Llevado del vientre a la sepultura.'
Antes que me vaya, para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombras profundas;
Tierra tan lóbrega como las {mismas} tinieblas, De sombras profundas, sin orden, Y {donde} la luz es como las tinieblas."
Y te declarara los secretos de la sabiduría! Porque la verdadera sabiduría tiene dos lados. Sabrías entonces que Dios da por olvidada parte de tu iniquidad.
Más extensa que la tierra es su dimensión, Y más ancha que el mar.
Porque El conoce a los hombres falsos, Y ve la iniquidad sin investigar.
Si en tu mano hay iniquidad {y} la alejas {de ti} Y no permites que la maldad more en tus tiendas,
Porque olvidarás {tu} aflicción, Como aguas que han pasado {la} recordarás.
Tu vida será más radiante que el mediodía, {Y hasta} la oscuridad será como la mañana.
``En verdad que ustedes son el pueblo, Y con ustedes morirá la sabiduría.
El que está en holgura desprecia la calamidad, Como {cosa} preparada para aquéllos cuyos pies resbalan.
O habla a la tierra, y que ella te instruya, Y que los peces del mar te {lo} declaren.
¿Quién entre todos ellos no sabe Que la mano del SEÑOR ha hecho esto,
Que en Su mano está la vida de todo ser viviente, Y el aliento de todo ser humano?
¿No distingue el oído las palabras Como el paladar prueba la comida?
En los ancianos está la sabiduría, Y {en} largura de días el entendimiento.
En El están la sabiduría y el poder, Y el consejo y el entendimiento son Suyos.
El retiene las aguas, y todo se seca, Y las envía, e inundan la tierra.
En El están la fuerza y la prudencia, Suyos son el engañado y el engañador.
El revela los misterios de las tinieblas Y saca a la luz la densa oscuridad.
Priva de inteligencia a los jefes de la gente de la tierra Y los hace vagar por un desierto sin camino;
¿Por qué he de quitarme la carne con mis dientes, Y poner mi vida en mis manos?
¿Harás que tiemble una hoja llevada {por el viento,} O perseguirás a la paja seca?
Aunque envejezcan sus raíces en la tierra, Y muera su tronco en el polvo,
Tú llamarás, y yo Te responderé; Anhelarás la obra de Tus manos.
Pero el monte que cae se desmorona, Y se cambia la roca de su lugar;
El agua desgasta las piedras, Sus torrentes se llevan el polvo de la tierra; Así destruyes Tú la esperanza del hombre.
Ciertamente, tú rechazas la reverencia, E impides la meditación delante de Dios.