1244 casos

'Hasta' en la Biblia

Y el mandamiento que hará el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres darán honra á sus maridos, desde el mayor hasta el menor.

Entonces la moza venía así al rey: todo lo que ella decía se le daba, para venir con ello de la casa de las mujeres hasta la casa del rey.

Y fueron enviadas letras por mano de los correos á todas las provincias del rey, para destruir, y matar, y exterminar á todos los Judíos, desde el niño hasta el viejo, niños y mujeres en un día, en el trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para

Y vino hasta delante de la puerta del rey: porque no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de saco.

Y dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Esther? ¿y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino, se te dará.

Mas ahora que el mal sobre ti ha venido, te es duro; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos.

Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, Y estoy harto de devaneos hasta el alba.

¿Hasta cuándo no me dejarás, Ni me soltarás hasta que trague mi saliva?

¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?

Vanse entretejiendo sus raíces junto á una fuente, Y enlazándose hasta un lugar pedregoso.

Así el hombre yace, y no se tornará á levantar: Hasta que no haya cielo no despertarán, Ni se levantarán de su sueño.

Oh quién me diera que me escondieses en el sepulcro, Que me encubrieras hasta apaciguarse tu ira, Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!

Si subiere su altivez hasta el cielo, Y su cabeza tocare en las nubes,

Quién me diera el saber dónde hallar á Dios! Yo iría hasta su silla.

Nunca tal acontezca que yo os justifique: Hasta morir no quitaré de mí mi integridad.

Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve debajo de todo el cielo.

Porque es fuego que devoraría hasta el sepulcro, Y desarraigaría toda mi hacienda.

Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra.

Y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante, Y ahí parará la hinchazón de tus ondas?

¿Has entrado tú hasta los profundos de la mar, Y has andado escudriñando el abismo?

¿Has tú considerado hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.

Y después de esto vivió Job ciento y cuarenta años, y vió á sus hijos, y á los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)

Quebranta el brazo del malo: Del maligno buscarás su maldad, hasta que ninguna halles.

¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.

Porque me han cercado males hasta no haber cuento: Hanme comprendido mis maldades, y no puedo levantar la vista: Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta.

Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo: Nuestro vientre está pegado con la tierra.

Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra.

Salmo de Asaph. EL Dios de dioses, Jehová, ha hablado, Y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David, cuando huyó de delante de Saúl á la cueva. TEN misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé, Hasta que pasen los qu

Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad.

Acábalos con furor, acábalos, y no sean: Y sepan que Dios domina en Jacob Hasta los fines de la tierra. (Selah).

¿Quién me llevará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me llevará hasta Idumea?

¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, Caeréis como pared acostada, como cerca ruinosa.

Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata: Disipa los pueblos que se complacen en la guerra.

Al Músico principal: sobre Sosannim: Salmo de David. SALVAME, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma.

Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; Porque has hecho grandes cosas: Oh Dios, ¿quién como tú?

Y dominará de mar á mar, Y desde el río hasta los cabos de la tierra.

Hasta que venido al santuario de Dios, Entenderé la postrimería de ellos.

¿Hasta cuándo, oh Dios, el angustiador nos afrentará? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?

Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo?

Extendió sus vástagos hasta la mar, Y hasta el río sus mugrones.

Rompiste el pacto de tu siervo; Has profanado su corona hasta la tierra.

¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego?

Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos.

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

Mas la misericordia de Jehová desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?

HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin.

Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven.

Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.

He aquí como los ojos de los siervos miran á la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva á la mano de su señora; Así nuestros ojos miran á Jehová nuestro Dios, Hasta que haya misericordia de nosotros.

Hasta que halle lugar para Jehová, Moradas para el Fuerte de Jacob.

Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y que baja hasta el borde de sus vestiduras;

Acuérdate, oh Jehová, de los hijos de Edom En el día de Jerusalem; Quienes decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los cimientos.

Como el ave que se apresura al lazo, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasó su hígado.

En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.

Las palabras del chismoso parecen blandas, Y descienden hasta lo íntimo del vientre.

Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.

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