3408 casos

'Al' en la Biblia

Derribóme en el lodo, Y soy semejante al polvo y á la ceniza.

Si he visto que pereciera alguno sin vestido, Y al menesteroso sin cobertura;

Esto también fuera maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano.

(Que ni aun entregué al pecado mi paladar, Pidiendo maldición para su alma;)

Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo;

Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia.

Si tuviera cerca de él Algún elocuente anunciador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber;

Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención:

Porque ha dicho: De nada servirá al hombre El conformar su voluntad con Dios.

Porque él pagará al hombre según su obra, Y él le hará hallar conforme á su camino.

¿Enseñorearáse el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo?

¿Hase de decir al rey: Perverso; Y á los príncipes: Impíos?

No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios á juicio.

Al hombre como tú dañará tu impiedad, Y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.

El reduce las gotas de las aguas, Al derramarse la lluvia según el vapor;

El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en potencia; Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.

¿Has tu mandado á la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,

¿Quién repartió conducto al turbión, Y camino á los relámpagos y truenos,

¿Quién puso la sabiduría en el interior? ¿O quién dió al entendimiento la inteligencia?

¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?

Al cual yo puse casa en la soledad, Y sus moradas en lugares estériles.

¿Atarás tú al unicornio con su coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?

¿Diste tú al caballo la fortaleza? ¿Vestiste tú su cerviz de relincho?

Escarba la tierra, alégrase en su fuerza, Sale al encuentro de las armas:

¿SACARAS tú al leviathán con el anzuelo, O con la cuerda que le echares en su lengua?

Besad al Hijo, porque no se enoje, y perezcáis en el camino, Cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.

Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David. RESPONDEME cuando clamo, oh Dios de mi justicia: Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar: Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Al Músico principal: sobre Nehiloth: Salmo de David. ESCUCHA, oh Jehová, mis palabras; Considera la meditación mía.

Al Músico principal: en Neginoth sobre Seminith: Salmo de David. JEHOVA, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues con tu ira.

Si dí mal pago al pacífico conmigo,(asta he libertado al que sin causa era mi enemigo;)

Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo de David. OH Jehová, Señor nuestro, ­Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, Que has puesto tu gloria sobre los cielos!

Al Músico principal: sobre Muth-labben: Salmo de David. TE alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.

Reprendiste gentes, destruiste al malo, Raíste el nombre de ellos para siempre jamás.

Acecha en oculto, como el león desde su cama: Acecha para arrebatar al pobre: Arrebata al pobre trayéndolo á su red.

Para juzgar al huérfano y al pobre, A fin de que no vuelva más á hacer violencia el hombre de la tierra.

Al Músico principal: Salmo de David. EN Jehová he confiado; ¿Cómo decís á mi alma: Escapa al monte cual ave?

Al Músico principal: sobre Seminith: Salmo de David. SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.

Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.

El un día emite palabra al otro día, Y la una noche á la otra noche declara sabiduría.

Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien: Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra: Postraránse delante de él todos los que descienden al polvo, Si bien ninguno puede conservar la vida á su propia alma.

Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, Su justicia que él hizo.

Salmo de David. A TI clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.

Porque no atendieron á las obras de Jehová, Ni al hecho de sus manos, Derribarálos, y no los edificará.

E hízolos saltar como becerros; Al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

A ti, oh Jehová, clamaré; Y al Señor suplicaré.

¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad?

Al Músico principal: Salmo de David. EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre: Líbrame en tu justicia.

Echa mano al escudo y al pavés, Y levántate en mi ayuda.

Al Músico principal: Salmo de David, siervo del Señor. LA iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar á los de recto proceder.

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