Versículos Más Populares de la Biblia en 2 Samuel
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Capítulo
Rango de 2 Samuel:
Y trajo David a los hombres que {estaban} con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.
Ahora pues, así dirás a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.
David le preguntó: ¿Qué aconteció? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo ha huido de la batalla, y también muchos del pueblo han caído y han muerto; también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.
Y el rey y sus hombres fueron a Jerusalén contra los jebuseos, los habitantes de la tierra, y éstos dijeron a David: No entrarás aquí; aun los ciegos y los cojos te rechazarán; pues pensaban: David no puede entrar aquí.
Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
`Cuando tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino.
Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen {a la batalla,} David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén.
El joven que se lo había contado, dijo: Yo estaba por casualidad en el monte Gilboa, y he aquí, Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y he aquí que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.
el cuarto, Adonías, hijo de Haguit; el quinto, Sefatías, hijo de Abital,
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?
Y se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y {por} la casa de Israel, porque habían caído a espada.
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que {estaba} en su cabeza y la pulsera que {estaba} en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.
Cuando Toi, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer,
Salió el rey, y toda su casa con él, dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casa.
Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y {así hicieron} también todos los hombres que {estaban} con él.
Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y Dios lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Dios.
y ordenó que enseñaran a los hijos de Judá el {cántico del} arco; he aquí, está escrito en el libro de Jaser.
Entonces él me dijo: ``Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida."
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: ``Yo he matado al ungido del SEÑOR."
Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella.
Y David le dijo: ¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?
Llamando David a uno de los jóvenes, {le} dijo: Ve, mátalo. Y él lo hirió, y murió.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.
Y Absalón dijo a Husai: ¿Es esta tu lealtad para con tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo?
Tu hermosura, oh Israel, ha perecido sobre tus montes. ¿Cómo han caído los valientes!
Oh montes de Gilboa, no haya sobre vosotros rocío ni lluvia, ni campos de ofrendas; porque allí fue deshonrado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, no ungido con aceite.
De la sangre de los muertos, de la grosura de los poderosos, el arco de Jonatán no volvía atrás, y la espada de Saúl no volvía vacía.
No {lo} anunciéis en Gat, no lo proclaméis en las calles de Ascalón; para que no se regocijen las hijas de los filisteos, para que no se alegren las hijas de los incircuncisos.
Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida, y en su muerte no fueron separados; más ligeros eran que águilas, más fuertes que leones.
No obstante, David conquistó la fortaleza de Sion, es decir, la ciudad de David.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía lujosamente de escarlata, que ponía adornos de oro en vuestros vestidos.
¿Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! Jonatán, muerto en tus alturas.
Ahora, la razón por la cual he venido a decir esta palabra a mi señor el rey, es porque el pueblo me ha atemorizado; por eso tu sierva se dijo: ``Hablaré ahora al rey, tal vez el rey cumpla la petición de su sierva.
Sin embargo, por cuanto con este hecho has dado ocasión de blasfemar a los enemigos del SEÑOR, ciertamente morirá el niño que te ha nacido.
`Y he estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
Y tú, tus hijos y tus siervos cultivaréis la tierra para él, y le llevarás {los frutos} para que el nieto de tu señor tenga alimento; sin embargo, Mefiboset, nieto de tu señor, comerá siempre a mi mesa. Siba tenía quince hijos y veinte siervos.
Y Ahimaas, hijo de Sadoc, dijo: Te ruego que me dejes correr y llevar las noticias al rey de que el SEÑOR lo ha liberado de la mano de sus enemigos.
Asael, hermano de Joab, {estaba} entre los treinta; {también,} Elhanán, hijo de Dodo de Belén,
Y los hijos de Rimón beerotita, Recab y Baana, fueron y entraron en la casa de Is-boset en el calor del día, mientras él dormía la siesta.
Pues todas sus ordenanzas {estaban} delante de mí, y {en cuanto a} sus estatutos, no me aparté de ellos.
Vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David, diciendo: Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl.
Toi envió a su hijo Joram al rey David, para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad-ezer y lo había derrotado; pues Hadad-ezer había estado en guerra con Toi. Y {Joram} trajo consigo objetos de plata, de oro y de bronce,
Entonces David se enojó porque el SEÑOR había estallado en ira contra Uza, y llamó aquel lugar Pérez-uza hasta el día de hoy.
Pues yo tu siervo reconozco que he pecado; por tanto, he aquí que hoy he venido, el primero de toda la casa de José, para descender al encuentro de mi señor el rey.
Y dijo: Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda.
Y dijo David aquel día: Todo el que quiera herir a los jebuseos, que suba por el túnel del agua y llegue a los cojos y a los ciegos, a los cuales el alma de David aborrece. Por eso se dice: Ni los ciegos ni los cojos entrarán en la casa.
`Asignaré también un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré {allí} a fin de que habite en su propio lugar y no sea perturbado de nuevo, ni los aflijan más los malvados como antes,
y el sexto, Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.
Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer {Urías} salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres.
Y Natán regresó a su casa. Y el SEÑOR hirió al niño que la viuda de Urías dio a David, y se puso muy enfermo.
Salió, pues, el rey y toda la gente con él, y se detuvieron en la última casa.
Respondió Husai a Absalón: No, pues a quien el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel han escogido, de él seré, y con él me quedaré.
Y allí edificó David un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. El SEÑOR escuchó la súplica por la tierra y la plaga fue detenida en Israel.
y como desde el día en que ordené {que hubiera} jueces sobre mi pueblo Israel; te daré reposo de todos tus enemigos, y el SEÑOR también te hace saber que el SEÑOR te edificará una casa.
Estos cuatro descendían del gigante en Gat y cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.
David tuvo temor del SEÑOR aquel día, y dijo: ¿Cómo podrá venir a mí el arca del SEÑOR?
Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, mas él no quiso, y no comió pan con ellos.
Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes de Galaad, a decirles: Benditos seáis del SEÑOR, porque habéis mostrado esta bondad a Saúl vuestro señor, y lo habéis sepultado.
Este no es el caso, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Seba, hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David. Solamente entregadlo, y yo me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí, su cabeza te será arrojada por encima del muro.
Joab, hijo de Sarvia, {era} jefe del ejército, y Josafat, hijo de Ahilud, {era} cronista;
Respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que mi señor el rey mande a su siervo, así hará tu siervo. Y Mefiboset comió a la mesa de David como uno de los hijos del rey.
Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: Levántate, vete.
David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en el suelo.
``Pues el rey oirá y librará a su sierva de mano del hombre que destruiría a ambos, a mí y a mi hijo, de la heredad de Dios."
Mefiboset tenía un hijo pequeño que se llamaba Micaía. Todos los que moraban en la casa de Siba {eran} siervos de Mefiboset;
Y tomando la mujer una manta, la extendió sobre la boca del pozo y esparció grano sobre ella, de modo que nada se notaba.
de Aram y Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec, y del botín de Hadad-ezer, hijo de Rehob, rey de Soba.
Pero ella le respondió: No, porque esta injusticia {que me haces,} echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho. Mas él no quiso oírla.
Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.
que el rey David dedicó también al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había dedicado de todas las naciones que él había sometido:
Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.
Ahora, que el SEÑOR os muestre misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho.
(Llevaba ella un vestido de manga larga, porque así se vestían con túnicas las hijas vírgenes del rey.) Su criado la echó fuera, y cerró la puerta tras ella.
Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
David se engrandecía cada vez más, porque el SEÑOR, Dios de los ejércitos, {estaba} con él.
En la carta había escrito: Poned a Urías al frente de la batalla más reñida y retiraos de él, para que sea herido y muera.
Y {se} hizo David de renombre cuando regresó de derrotar a dieciocho mil arameos en el valle de la Sal.
Así que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que {había} hombres valientes.
Y llegaron hasta la mitad de la casa como si fueran a buscar trigo, y lo hirieron en el vientre; y Recab y su hermano Baana escaparon.
Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto.
Habían entrado en la casa mientras Is-boset estaba acostado en su lecho, en su alcoba; lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza. Y tomando su cabeza, anduvieron toda la noche camino del Arabá.
Y aconteció a la mañana siguiente que David escribió una carta a Joab, y {la} envió por mano de Urías.
Y David no quiso trasladar el arca del SEÑOR con él a la ciudad de David, sino que la hizo llevar a la casa de Obed-edom geteo.
Puso guarniciones en Edom; por todo Edom puso guarniciones, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y el SEÑOR daba la victoria a David dondequiera que iba.
``Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa, porque me has despreciado y has tomado la mujer de Urías hitita para que sea tu mujer."
Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió que el niño había muerto, y dijo a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto.
Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías hitita.
`` ¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer sobre él una muela de molino desde {lo alto del} muro de manera que murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis {tanto} al muro?" Entonces le dirás: ``También tu siervo Urías hitita ha muerto."
David reinó sobre todo Israel, y administraba justicia y derecho a todo su pueblo.
Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer y dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les dijo: Ellos han pasado el arroyo. Buscaron, y al no encontrar{los,} regresaron a Jerusalén.
`El edificará casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre.
David habitó en la fortaleza, y la llamó la ciudad de David. Y edificó David {la muralla} en derredor desde el Milo hacia adentro.
Y la gente que {había} en ella, la sacó y la puso {a trabajar} con sierras, con trillos de hierro y con hachas de hierro, también la puso a trabajar en los hornos de ladrillos. Así hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo {a} Jerusalén.
Y David consoló a Betsabé su mujer, y vino a ella y se acostó con ella; y ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Salomón. Y el SEÑOR lo amó,
Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: Si viene solo hay buenas noticias en su boca. Mientras se acercaba más y más,
Sucedió que durante la guerra que había entre la casa de Saúl y la casa de David, Abner se fortaleció en la casa de Saúl.
Pero Abner, hijo de Ner, comandante del ejército de Saúl, había tomado a Is-boset, hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim.
David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del SEÑOR con aclamación y sonido de trompeta.
Y sucedió que cuando los portadores del arca del SEÑOR habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero cebado.
Al oír los filisteos que David había sido ungido rey sobre Israel, todos los filisteos subieron a buscar a David; y cuando David se enteró, bajó a la fortaleza;
si sucede que el furor del rey se enciende y te dice: `` ¿Por qué os acercasteis tanto a la ciudad para pelear? ¿No sabíais que dispararían desde el muro?
Y sus siervos le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas, pero cuando el niño murió, te levantaste y comiste pan.
y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,
Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza.
Benaía, hijo de Joiada, {era jefe} de los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran ministros principales.
Después que vino de Hebrón, David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; y le nacieron a David más hijos e hijas.
Por tres meses permaneció el arca del SEÑOR en la casa de Obed-edom geteo; y bendijo el SEÑOR a Obed-edom y a toda su casa.
Is-boset, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y reinó dos años. La casa de Judá, sin embargo, siguió a David.
Y envió Hiram, rey de Tiro, mensajeros a David con madera de cedros, carpinteros y canteros, y construyeron una casa para David.
Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su marido.
Después de esto, sucedió que David derrotó a los filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los filisteos.
Todos sus siervos pasaron junto a él, todos los cereteos, peleteos y todos los geteos, seiscientos hombres que habían venido con él desde Gat; {todos} pasaron delante del rey.
Así dice el SEÑOR: ``He aquí, de tu misma casa levantaré el mal contra ti; {y} aun tomaré tus mujeres delante de tus ojos y {las} daré a tu compañero, y éste se acostará con tus mujeres a plena luz del día.
Sama harodita, Elica harodita,
Y se dio aviso al rey David, diciéndo{le:} El SEÑOR ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que le pertenece a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y con alegría hizo subir el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la ciudad de David.
Joab combatió contra Rabá de los hijos de Amón, y conquistó la ciudad real.
Partió, pues, el mensajero, y llegó e informó a David todo lo que Joab le había enviado {a decir.}
Entonces David dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia, para que en este día me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy hombre alguno en Israel? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel?
Y Saúl había tenido una concubina cuyo nombre era Rizpa, hija de Aja; y dijo Is-boset a Abner: ¿Por qué te has llegado a la concubina de mi padre?
Fortaleced, pues, vuestras manos, y sed valientes porque Saúl vuestro señor ha muerto, y la casa de Judá me ha ungido rey sobre ellos.
`Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre.'"
Así haga Dios a Abner, y aún más, si lo que el SEÑOR ha jurado a David no lo obtengo para él:
Is-boset, pues, envió a quitársela a {su} marido, a Paltiel, hijo de Lais.
Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
Abner, hijo de Ner, salió de Mahanaim a Gabaón con los siervos de Is-boset, hijo de Saúl.
Llamó, pues, a su criado que le servía y {le} dijo: Echa a esta mujer fuera de aquí, y cierra la puerta tras ella.
Pero Itai respondió al rey, y dijo: Vive el SEÑOR y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará tu siervo.
Y le hizo rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.
Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los ejércitos.
Y Ahitofel respondió a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, a quienes él ha dejado para guardar la casa; entonces todo Israel sabrá que te has hecho odioso a tu padre, y las manos de todos los que están contigo se fortalecerán.
Entonces Joab dijo al cusita: Ve, anuncia al rey lo que has visto. Y el cusita se inclinó ante Joab, y corrió.
Abner consultó con los ancianos de Israel, diciendo: Hace tiempo que buscabais a David para que fuera rey sobre vosotros.
y envió {un mensaje} por medio del profeta Natán, y le puso el nombre de Jedidías, por causa del SEÑOR.
Y él respondió: Mientras el niño {aún} vivía, yo ayunaba y lloraba, pues me decía: `` ¿Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí y el niño viva?"
Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR.
Entonces David se levantó del suelo, se lavó, {se} ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.
Además, ¿a quién debería yo servir? ¿No {habría de ser} en la presencia de su hijo? Tal como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti.
``En verdad, tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto delante de todo Israel, y a plena luz del sol."
Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí.
Ahora pues, haced{lo.} Porque el SEÑOR ha hablado acerca de David, diciendo: ``Por mano de mi siervo David salvaré a mi pueblo Israel de mano de los filisteos y de mano de todos sus enemigos."
Quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro y {tenía} una piedra preciosa, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y él sacó botín de la ciudad en grandes cantidades.
Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos {también} huyeron delante de Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió de {pelear} contra los hijos de Amón y vino a Jerusalén.
Pero el pobre no tenía más que una corderita que él había comprado y criado, la cual había crecido junto con él y con sus hijos. Comía de su pan, bebía de su copa y dormía en su seno, y era como una hija para él.
Cuando llegó Joab y todo el ejército que {estaba} con él, le dieron aviso a Joab, diciendo: Abner, hijo de Ner, vino al rey, y él lo ha despedido y se ha ido en paz.
El consejo que Ahitofel daba en aquellos días {era} como si uno consultara la palabra de Dios; así era {considerado} todo consejo de Ahitofel tanto por David como por Absalón.
Respondió el rey y dijo a la mujer: Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte. Y la mujer dijo: Hable mi señor el rey.
pero mi misericordia no se apartará de él, como {la} aparté de Saúl a quien quité de delante de ti.
Trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset, hijo de tu enemigo Saúl, el que buscaba tu vida; de esta manera el SEÑOR ha concedido hoy a mi señor el rey venganza sobre Saúl y sus descendientes.
Mientras todo el país lloraba en alta voz, todo el pueblo cruzó. El rey también cruzó el torrente Cedrón, y todo el pueblo pasó en dirección al desierto.
Entonces se acercó Joab con el pueblo que {estaba} con él para pelear contra los arameos, y {éstos} huyeron delante de él.
Ahora pues, reúne el resto del pueblo y acampa contra la ciudad y tómala, no sea que tome yo la ciudad y sea llamada por mi nombre.
Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer.
Absalón nombró a Amasa jefe del ejército en lugar de Joab. Amasa {era} hijo de un hombre que se llamaba Itra, israelita, el cual se había llegado a Abigail, hija de Nahas, hermana de Sarvia, madre de Joab.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor DIOS, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Pero Abisai, hijo de Sarvia, respondió, y dijo: ¿No ha de morir Simei por esto, porque maldijo al ungido del SEÑOR?
Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
Y cada uno asió a su adversario por la cabeza, y {metió} su espada en el costado del adversario de manera que cayeron juntos. Por eso aquel lugar fue llamado Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón.
Su hermano Absalón le dijo: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Guarda silencio ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por este asunto. Tamar, pues, se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón.
Después de esto sucedió que David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y el SEÑOR le dijo: Sube. Y David dijo: ¿Adónde subiré? Y El dijo: A Hebrón.
Y comprendió David que el SEÑOR lo había confirmado por rey sobre Israel, y que había exaltado su reino por amor a su pueblo Israel.
Ibhar, Elisúa, Nefeg, Jafía,
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Entonces David y todo el pueblo que {estaba} con él se levantaron y pasaron el Jordán; ya al amanecer no quedaba ninguno que no hubiera pasado el Jordán.
El tiempo que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá fue siete años y seis meses.
Y el rey dijo a Itai geteo: ¿Por qué has de venir tú también con nosotros? Regresa y quédate con el rey, porque eres un extranjero y también un desterrado; {regresa} a tu lugar.
pero Mefiboset moraba en Jerusalén, porque siempre comía a la mesa del rey. Estaba lisiado de ambos pies.
David fue a Baal-perazim, y allí los derrotó; y dijo: El SEÑOR ha abierto brecha entre mis enemigos delante de mí, como brecha de aguas. Por eso llamó a aquel lugar Baal-perazim.
Llegando David a Mahanaim, Absalón pasó el Jordán y con él todos los hombres de Israel.
Levantaron, pues, para Absalón una tienda en el terrado, y Absalón se llegó a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.
Sadoc, hijo de Ahitob, y Ahimelec, hijo de Abiatar, {eran} sacerdotes, y Seraías {era} secretario;
Y Joab, hijo de Sarvia, y los siervos de David salieron y los encontraron junto al estanque de Gabaón; y se sentaron, unos a un lado del estanque y los otros al otro lado.
Sucedió que cuando el arca del SEÑOR entraba a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró desde la ventana y vio al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, y lo menospreció en su corazón.
Después de dos años, aconteció que teniendo Absalón esquiladores de ovejas en Baal-hazor, que está junto a Efraín, Absalón invitó a todos los hijos del rey.
Cuando David llegó a Mahanaim, Sobi, hijo de Nahas de Rabá, de los hijos de Amnón, Maquir, hijo de Amiel de Lodebar, y Barzilai galaadita de Rogelim,
Hadad-ezer mandó sacar a los arameos que {estaban} al otro lado del río y fueron a Helam; y Sobac, comandante del ejército de Hadad-ezer, {iba} al frente de ellos.
Entonces Absalón dijo a Ahitofel: Dad vuestro consejo. ¿Qué debemos hacer?
Y al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso.
¿Y qué más podría decirte David? Pues tú conoces a tu siervo, oh Señor DIOS.
Y he aquí, Sadoc {pasó} también, y todos los levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después que había terminado de pasar todo el pueblo {que salía} de la ciudad.
Reunió David a todo el pueblo y fue a Rabá, y peleó contra ella y la tomó.
Vino un viajero al hombre rico y éste no quiso tomar de sus ovejas ni de sus vacas para preparar {comida} para el caminante que había venido a él, sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre y la preparó para el hombre que había venido a él.
Pero {él dijo:} Pase lo que pase, correré. Entonces le dijo: Corre. Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al cusita.
Entonces Joab envió mensajeros a David que {le} dijeran: He combatido contra Rabá, {y} también he tomado la ciudad de las aguas.
Y se encendió la ira de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive el SEÑOR, que ciertamente el hombre que hizo esto merece morir;
Dijo David: ¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?
Al ver los arameos que habían sido derrotados por Israel, volvieron a concentrarse.
También Mefiboset, hijo de Saúl, descendió al encuentro del rey; y no se había aseado los pies, ni recortado el bigote, ni lavado la ropa, desde el día en que el rey se marchó hasta el día en que volvió en paz.
Y el rey dijo a Simei: No morirás. Así el rey se lo juró.
Joab se levantó, fue a Gesur y trajo a Absalón a Jerusalén.
Elisama, Eliada y Elifelet.
Y ellos abandonaron allí sus ídolos, y David y sus hombres se los llevaron.
Se levantaron y pasaron en igual número, doce por Benjamín e Is-boset, hijo de Saúl, y doce de los siervos de David.
Se dijo además tu sierva: ``Sea consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el SEÑOR tu Dios sea contigo!"
Pero los arqueros tiraron contra tus siervos desde la muralla; y algunos de los siervos del rey han muerto, y también tu siervo Urías hitita ha muerto.
David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y el SEÑOR dijo a David: Sube, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.
Cuando David consultó al SEÑOR, El dijo: No subas {directamente;} da un rodeo por detrás de ellos y sal a ellos frente a las balsameras.
Ya de antes, cuando Saúl aún era rey sobre nosotros, eras tú el que guiabas a Israel en {sus} salidas y entradas. Y el SEÑOR te dijo: ``Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y serás príncipe sobre Israel."
Respondiendo David a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón beerotita, les dijo: Vive el SEÑOR que ha redimido mi vida de toda angustia,
transferir el reino de la casa de Saúl y establecer el trono de David sobre Israel y sobre Judá desde Dan hasta Beerseba.
Y aun esto fue insignificante ante tus ojos, oh Señor DIOS, pues también has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano. Y esta es la ley de los hombres, oh Señor DIOS.
¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual viniste a redimir para ti como pueblo, a fin de darte un nombre, y hacer grandes cosas a su favor y cosas portentosas para tu tierra, ante tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, {de} naciones y {de} sus dioses?
Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando.
Entonces el rey dijo a Joab: He aquí, ciertamente ahora haré esto; ve {y} trae al joven Absalón.
Entonces Abner dijo a Joab: Que se levanten ahora los jóvenes y compitan delante de nosotros. Y Joab respondió: Que se levanten.
Y sucedió que esa misma noche la palabra del SEÑOR vino a Natán, diciendo:
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató a setecientos hombres de los carros de los arameos, y a cuarenta mil hombres de a caballo, e hirió a Sobac, comandante de su ejército, el cual murió allí.
Después los filisteos subieron de nuevo, y se esparcieron por el valle de Refaim.
Entonces Abner envió mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que dijeran {también:} Haz tu pacto conmigo, y he aquí, mi mano será contigo para traer a ti a todo Israel.
En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.
David lo hizo así, tal como el SEÑOR le había ordenado, e hirió a los filisteos desde Geba hasta Gezer.
Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey; entonces Joab dijo: Oh rey mi señor, hoy tu siervo sabe que he hallado gracia ante tus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo.
``Yo también entregué a tu cuidado la casa de tu señor y las mujeres de tu señor, y te di la casa de Israel y de Judá; y si {eso hubiera sido} poco, te hubiera añadido muchas cosas como éstas.
Y David envió mensajeros a Is-boset, el hijo de Saúl, diciendo: Dame a mi mujer Mical, con la cual me desposé por cien prepucios de los filisteos.
Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó a Helam. Los arameos se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a David, y pelearon contra él.
Aquel día la batalla fue muy reñida, y Abner y los hombres de Israel fueron derrotados delante de los siervos de David.
Sucedió después de esto que murió el rey de los hijos de Amón, y su hijo Hanún reinó en su lugar.
A causa de tu palabra, conforme a tu propio corazón, tú has hecho toda esta grandeza, para que lo sepa tu siervo.
Y vino Absalón al rey y dijo: He aquí, ahora tu siervo tiene esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo.
Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Y Asael {era tan} ligero de pies como una gacela del campo.
Mirad, esperaré en los vados del desierto hasta que venga palabra vuestra para informarme.
y los filisteos llegaron y se esparcieron por el valle de Refaim.
Y persiguió Asael a Abner, y no se desvió ni a derecha ni a izquierda de {ir} tras Abner.
Treinta años {tenía} David cuando llegó a ser rey, {y} reinó cuarenta años.
Oh Señor DIOS, por eso tú eres grande; pues no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Y acampó Israel con Absalón en la tierra de Galaad.
¿Cuánto más, cuando hombres malvados han matado a un hombre justo en su propia casa y sobre su cama, no demandaré ahora su sangre de vuestras manos, borrándoos de la tierra?
que cuando uno me avisó, diciendo: ``He aquí, Saúl ha muerto", pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por {sus} noticias.
Y él respondió: Muy bien. Haré pacto contigo, pero una cosa demando de ti: No verás mi rostro a menos de que cuando vengas a verme traigas a Mical, la hija de Saúl.
Con el benigno te muestras benigno, con el hombre íntegro te muestras íntegro;
Sadoc y Abiatar hicieron volver el arca de Dios a Jerusalén, y se quedaron allí.
`` ¿Por qué has despreciado la palabra del SEÑOR haciendo lo malo a sus ojos? Has matado a espada a Urías hitita, y has tomado a su mujer para que sea mujer tuya, y lo has matado con la espada de los hijos de Amón.
Pues tú has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, SEÑOR, has venido a ser su Dios.
Y el atalaya dijo: Creo que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc. Y el rey dijo: Este es un buen hombre y viene con buenas noticias.
Pero si El dijera así: ``No me complazco en ti", mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca.
Llegó Abner adonde {estaba} David, en Hebrón, y con él veinte hombres. Y David preparó un banquete para Abner y los hombres que lo acompañaban.
trajeron camas, copas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, {grano} tostado, habas, lentejas, {semillas} tostadas,
Metieron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar dentro de la tienda que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y ofrendas de paz delante del SEÑOR.
Cuando oyó Is-boset, hijo de Saúl, que Abner había sido muerto en Hebrón, se amedrentó, y todo Israel se turbó.
Pero cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió {la mano} hacia el arca de Dios, y la sostuvo porque los bueyes casi {la} volcaron.
Y David se levantó y fue con todo el pueblo que {estaba} con él a Baala de Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios, la cual es llamada por el Nombre, el nombre del SEÑOR de los ejércitos, que está sobre los querubines.
Y cuando oigas el sonido de marcha en las copas de las balsameras, entonces actuarás rápidamente, porque entonces el SEÑOR habrá salido delante de ti para herir al ejército de los filisteos.
Entonces el SEÑOR envió a Natán a David. Y vino a él y le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
Y el rey dijo: ¿Le va bien al joven Absalón? Y Ahimaas respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey y a tu siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué {era}.
Sucedió que cuando el rey {ya} moraba en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de sus enemigos por todos lados,
Y a Absalón le nacieron tres hijos y una hija que se llamaba Tamar; era ella una mujer de hermosa apariencia.
Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues Absalón odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar.
David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR con toda clase {de instrumentos hechos} de madera de abeto, y con liras, arpas, panderos, castañuelas y címbalos.
el rey dijo al profeta Natán: Mira, yo habito en una casa de cedro, pero el arca de Dios mora en medio de cortinas.
Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento {que había} encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: ¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!
Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y {le} dijo: ¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato.
Dijo, pues, a sus siervos: Mirad, el campo de Joab está junto al mío, y allí tiene cebada; id y prendedle fuego. Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo.
Sucedió que después que se habían ido, salieron del pozo, y fueron y dieron aviso al rey David, diciéndole: Levantaos y pasad aprisa las aguas, porque así Ahitofel ha aconsejado contra vosotros.
Llegaste {apenas} ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad.
miel, cuajada, ovejas, y queso de vaca, para que comieran David y el pueblo que {estaba} con él, pues decían: El pueblo está hambriento, cansado y sediento en el desierto.
Cuando Joab vino al rey y se {lo} hizo saber, {éste} llamó a Absalón, y {éste} vino ante el rey y se postró sobre su rostro en tierra delante del rey. Y el rey besó a Absalón.
Volvió a decir Abner a Asael: Deja de perseguirme. ¿Por qué he de derribarte en tierra? ¿Cómo podría entonces levantar mi rostro ante tu hermano Joab?
Abner le dijo: Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.
En cuanto a Dios, su camino es perfecto; acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen.
Y David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron y les cortaron las manos y los pies y {los} colgaron junto al estanque en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Is-boset y {la} sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.
Absalón ordenó a sus siervos, diciendo: Mirad, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: ``Herid a Amnón", entonces matadle. No temáis; ¿no os lo he mandado yo? Tened ánimo y sed valientes.
Cuando todos los reyes, siervos de Hadad-ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los arameos tuvieron temor de ayudar más a los hijos de Amón.
Barzilai galaadita también había descendido de Rogelim, y había cruzado el Jordán con el rey para despedirlo en el Jordán.
Cuando se cortaba el cabello (y era al final de cada año que se {lo} cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba doscientos siclos según el peso real.
Pero el rey dijo: Que vuelva a su casa y no vea mi rostro. Y Absalón volvió a su casa, y no vio el rostro del rey.
A David le nacieron hijos en Hebrón; su primogénito fue Amnón, {hijo} de Ahinoam la jezreelita;
Y derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra; y midió dos cordeles para dar{les} muerte, y un cordel entero para dejar{los} vivos. Y los moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.
Pero su marido fue con ella, llorando mientras iba, y la siguió hasta Bahurim. Entonces Abner le dijo: Ve, vuélvete. Y él se volvió.
Joab y Abisai persiguieron a Abner, y cuando el sol se ponía, llegaron a la colina de Amma, que está frente a Gía junto al camino del desierto de Gabaón.
Ve y di a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR: ` ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para morar {en ella}?
Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien. Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: Bendito es el SEÑOR tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey.
Respondió Joab: Vive Dios, que si no hubieras hablado, ciertamente el pueblo {no} se hubiera ido hasta la mañana después de perseguir cada cual a su hermano.
Y ahora, oh Señor DIOS, confirma para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y acerca de su casa, y haz según has hablado.
Absalón residió dos años completos en Jerusalén sin ver el rostro del rey.
Entonces David subió allá, y también sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail, viuda de Nabal, el de Carmel.
Y David dijo a Mical: {Eso fue} delante del SEÑOR que me escogió en preferencia a tu padre y a toda su casa para constituirme por príncipe sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel. Por tanto, {lo} celebraré delante del SEÑOR.
Entonces David envió {a decir} a Joab: Envíame a Urías hitita. Y Joab envió a Urías a David.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con el regatón de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y sucedió que todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
También el rey dijo al sacerdote Sadoc: ¿{No} eres vidente? Regresa en paz a la ciudad, y vuestros dos hijos con vosotros, tu hijo Ahimaas, y Jonatán, hijo de Abiatar.
y debe pagar cuatro veces por la cordera, porque hizo esto y no tuvo compasión.
Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, tal como su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David algunos de sus siervos para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas,
Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, para que la pudieran llevar de la casa de Abinadab que {estaba} en la colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
Mas cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel.
Entonces Absalón mandó a buscar a Joab para enviarlo al rey, pero él no quiso venir. Y por segunda vez envió por él, pero no quiso venir.
Entonces Absalón dijo: Pues si no, te ruego que dejes ir a mi hermano Amnón con nosotros. Y el rey le respondió: ¿Por qué ha de ir contigo?
el segundo, Quileab, de Abigail, viuda de Nabal de Carmel; el tercero, Absalón, hijo de Maaca, hija de Talmai, rey de Gesur;
Y Absalón respondió a Joab: He aquí, envié por ti, diciendo: ``Ven acá, para enviarte al rey a decir{le:} ` ¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá.'" Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte.
David mandó a preguntar acerca de aquella mujer. Y alguien dijo: ¿No es ésta Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías hitita?
Dios es mi fortaleza poderosa, y {el que} pone al íntegro en su camino.
Mas el rey respondió a Absalón: No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti. Y aunque le insistió, no quiso ir, mas lo bendijo.
David derrotó también a Hadad-ezer, hijo de Rehob, rey de Soba, cuando éste iba a restaurar su dominio en el Río.
Y Abner dijo a David: Me levantaré e iré a reunir a todo Israel junto a mi señor el rey para que hagan un pacto contigo, y seas rey sobre todo lo que tu corazón desea. Entonces David despidió a Abner, y él se fue en paz.
David le tomó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Y Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo lisiado de los pies. {Este} tenía cinco años cuando de Jezreel llegaron las noticias {de la muerte} de Saúl y Jonatán, y su nodriza lo tomó y huyó, pero sucedió que en su prisa por huir, él se cayó y quedó cojo. Su nombre {era} Mefiboset.
Y he aquí, llegó el cusita, y dijo: Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el SEÑOR te ha librado hoy de la mano de todos aquellos que se levantaron contra ti.
Los hijos de Benjamín se agruparon detrás de Abner formando una sola banda, y se detuvieron en la cumbre de una colina.
David envió mensajeros y la tomó; y cuando ella vino a él, él durmió con ella. Después que ella se purificó de su inmundicia, regresó a su casa.
Entre tanto Absalón había huido. Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró, y he aquí, mucha gente que venía por el camino {que estaba} a sus espaldas del lado del monte.
Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir?
¿Y no están allí contigo Sadoc y Abiatar los sacerdotes? Por tanto, todo lo que oigas de la casa del rey lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar.
Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti; porque tú, oh Señor DIOS, has hablado y con tu bendición será bendita para siempre la casa de tu siervo.
`Dondequiera que he ido con todos los hijos de Israel, ¿hablé palabra a alguna de las tribus de Israel, a la cual haya ordenado que pastoreara a mi pueblo Israel, diciendo: `` ¿Por qué no me habéis edificado una casa de cedro?"'"
Abner llamó a Joab, y dijo: ¿Devorará la espada para siempre? ¿No sabes que el final será amargo? ¿Hasta cuándo esperarás para decirles que se vuelvan de perseguir a sus hermanos?
Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.
Ahora pues, oh Señor DIOS, tú eres Dios, tus palabras son verdad y tú has prometido este bien a tu siervo.
Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a mi pureza delante de sus ojos.
Y lo llevaron con el arca de Dios de la casa de Abinadab que {estaba} en la colina, y Ahío iba delante del arca.
Dijo entonces la mujer: Permite que tu sierva diga una palabra a mi señor el rey. Y él dijo: Habla.
Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai y {lo} puso en orden de batalla contra los hijos de Amón.
Y el hijo de Saúl {tenía} dos hombres que eran jefes de bandas: el nombre de uno era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot es también considerado {parte} de Benjamín,
Eliaba saalbonita, los hijos de Jasén, Jonatán,
Heles paltita, Ira, hijo de Iques tecoíta,
Y el mensajero dijo a David: Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos hasta la entrada de la puerta.
He aquí, los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz.
Habló también Abner a oídos de {los de} Benjamín; Abner además fue a hablar a oídos de David en Hebrón de todo lo que parecía bien a Israel y a toda la casa de Benjamín.
Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro.
Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a que comiera pan mientras aún era de día; pero David juró, diciendo: Así me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna antes de ponerse el sol.
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allí, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió.
Al ver los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, los hijos de Amón mandaron a tomar a sueldo a los arameos de Bet-rehob y a los arameos de Soba, veinte mil soldados de a pie, y del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres.
`Pues no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los hijos de Israel hasta hoy, sino que he andado errante en una tienda, en un tabernáculo.
Entonces Joab se levantó, vino a la casa de Absalón y le dijo: ¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?
Porque tú, oh SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, has revelado a tu siervo, diciendo: ``Yo te edificaré casa"; por tanto, tu siervo ha hallado ánimo para elevar esta oración a ti.
Abner y sus hombres marcharon toda aquella noche por el Arabá, cruzaron el Jordán, y caminando toda la mañana, llegaron a Mahanaim.
Y la mujer concibió; y envió aviso a David, diciendo: Estoy encinta.
Entonces Joab tocó la trompeta y todo el pueblo se detuvo; no persiguieron más a Israel ni continuaron peleando más.
Conoces a Abner, hijo de Ner, que vino a engañarte y saber de tus salidas y de tus entradas, y a enterarse de todo lo que haces.
Viendo Ahitofel que no habían seguido su consejo, aparejó {su} asno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre.
Entonces Natán dijo al rey: Ve, haz todo lo que está en tu corazón, porque el SEÑOR está contigo.
Cuando {se lo} contaron a David, diciendo: Urías no bajó a su casa, David dijo a Urías: ¿No has venido de hacer un viaje? ¿Por qué no bajaste a tu casa?
Y sea engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: ``El SEÑOR de los ejércitos es Dios sobre Israel"; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti.
Entonces David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: ``No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro; haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela"; y tú aliéntalo.
Y dijo el rey: ¿No queda aún alguien de la casa de Saúl a quien yo pueda mostrar la bondad de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún queda un hijo de Jonatán lisiado de ambos pies.
Y Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro, se postró. Y David dijo: Mefiboset. Y {éste} respondió: He aquí tu siervo.
Cuando vinieron los arameos de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, David mató a veintidós mil hombres de los arameos.
Y aún seré menos estimado que esto, y seré humillado ante mis propios ojos, pero con las criadas de quienes has hablado, ante ellas seré honrado.
Entonces David puso guarniciones entre los arameos de Damasco, y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.
Y de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer, el rey David tomó una gran cantidad de bronce.
Tú me has dado también el escudo de tu salvación, y tu ayuda me engrandece.
Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que pertenecía a Saúl y a su casa, lo he dado al nieto de tu señor.
Y {había} un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, y lo llamaron ante David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu servidor.
Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos.
Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Salió Urías de la casa del rey, y tras él fue enviado un obsequio del rey.
David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
Tomó David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.
El rey le dijo: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar.
Ira el jaireo era también un sacerdote de David.
pues los beerotitas habían huido a Gitaim y han sido forasteros allí hasta el día de hoy).
los príncipes de los amonitas dijeron a Hanún su señor: ¿Crees tú que David está honrando a tu padre porque te ha enviado consoladores? ¿No te ha enviado David sus siervos para reconocer la ciudad, para espiarla y conquistarla?
Cuando Urías vino a él, David le preguntó por Joab, por el pueblo y por el estado de la guerra.
Joab {era jefe} sobre todo el ejército de Israel, y Benaía, hijo de Joiada, {era jefe} sobre los cereteos y peleteos;
Elifelet, hijo de Ahasbai, hijo de Maaca, Eliam, hijo de Ahitofel gilonita,
Se postró él de nuevo, y dijo: ¿Quién es tu siervo, para que tomes en cuenta a un perro muerto como yo?
Entonces Hanún tomó a los siervos de David, les rasuró la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.
Cuando {le} avisaron a David, envió a encontrarlos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey {les} dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.
tu siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, como {con} la sabiduría del ángel de Dios, para saber todo lo que hay en la tierra.
Y el rey dijo a Barzilai: Pasa conmigo y yo te sustentaré junto a mí en Jerusalén.
Entonces el rey David mandó traerlo de la casa de Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar.
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no {lo} sabía.
Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientras {éste} permanecía en Mahanaim, porque era hombre muy poderoso.
Entonces vino Joab al rey y dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo has despedido y él ya se ha ido?
Caiga {su sangre} sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan.
Clamaron, mas no hubo quién {los} salvara; {aun} al SEÑOR {clamaron,} mas no les respondió.
Entonces David dijo a Itai: Ve y pasa adelante. Así Itai geteo pasó con todos sus hombres y con todos los pequeños que {estaban} con él.
Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes.
Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.
Así pues, Joab y su hermano Abisai mataron a Abner porque él había dado muerte a Asael, hermano de ellos, en la batalla de Gabaón.
Tengo ahora ochenta años. ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede tu siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras? ¿Por qué, pues, ha de ser tu siervo otra carga más para mi señor el rey?
Cuando David lo supo después, dijo: Yo y mi reino somos inocentes para siempre delante del SEÑOR de la sangre de Abner, hijo de Ner.
Y Mefiboset dijo al rey: Que él las tome todas, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su propia casa.
Pero Urías durmió a la entrada de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no bajó a su casa.
Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y de Rehob y los {hombres} de Is-tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.
El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación,
Además, ha calumniado a tu siervo ante mi señor el rey; pero mi señor el rey es como el ángel de Dios; haz, pues, lo que te parezca bien.
Selec amonita, Naharai beerotita, escuderos de Joab, hijo de Sarvia,
Todo el pueblo pasó el Jordán y el rey también pasó. Entonces el rey besó a Barzilai y lo bendijo, y {éste} regresó a su lugar.
El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce.
En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del SEÑOR. Y el SEÑOR dijo: Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los gabaonitas.
Porque toda la casa de mi padre no era más que hombres muertos ante mi señor el rey; con todo, pusiste a tu siervo entre los que comían a tu propia mesa. ¿Qué derecho tengo todavía para quejarme más al rey?
De nuevo la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, e incitó a David contra ellos, diciendo: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban.
Tu siervo no haría más que pasar el Jordán con el rey. ¿Por qué ha de concederme el rey esta recompensa?
Abiezer anatotita, Mebunai husatita,
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, he aquí que Siba, el criado de Mefiboset, {salió} a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos {había} doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.
`Yo seré padre para él y él será hijo para mí. Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres,
Salvas al pueblo afligido, pero tus ojos están sobre los altivos {a quienes} tú humillas.
Y el rey dijo: ¿Está contigo la mano de Joab en todo esto? Y la mujer respondió y dijo: Vive tu alma, mi señor el rey, nadie {puede desviarse} ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue tu siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de tu sierva;
Y al tercer día, he aquí, un hombre llegó del campamento de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre su cabeza, y al llegar ante David, cayó en tierra y se postró.
El Espíritu del SEÑOR habló por mí, y su palabra {estuvo} en mi lengua.
Entonces David dijo a Urías: Quédate aquí hoy también, y mañana te dejaré ir. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente.
Sucedió que después de la muerte de Saúl, habiendo regresado David de la derrota de los amalecitas, David permaneció dos días en Siclag.
Aconteció después de esto que Absalón se hizo de un carro y caballos, y de cincuenta hombres que corrieran delante de él.
David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo.
Ahitofel dijo a Absalón: Te ruego que me dejes escoger doce mil hombres, y esta noche me levantaré y perseguiré a David;
Habló David las palabras de este cántico al SEÑOR el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.
Joab, hijo de Sarvia, comprendió que el corazón del rey {se inclinaba} hacia Absalón.
Estas son las últimas palabras de David. Declara David, el hijo de Isaí, y declara el hombre que fue exaltado, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel:
Entonces todas las tribus de Israel fueron a David, en Hebrón, y dijeron: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos.
David contó el pueblo que {estaba} con él, y puso sobre ellos comandantes de mil y comandantes de cien.
Adoram {estaba} a cargo de los trabajos forzados, y Josafat, hijo de Ahilud, {era} cronista;
Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios.
Porque tú eres mi lámpara, oh SEÑOR; el SEÑOR alumbra mis tinieblas.
Heleb, hijo de Baana netofatita, Itai, hijo de Ribai de Guibeá de los hijos de Benjamín,
Entonces dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora y se lamenta por Absalón.
Después de esto aconteció que teniendo Absalón, hijo de David, una hermana {muy} hermosa que se llamaba Tamar, se enamoró de ella Amnón, hijo de David.
Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, benjamita; y {éste} tocó la trompeta y dijo: No tenemos parte en David, ni tenemos heredad en el hijo de Isaí; ¿Israel, cada uno a sus tiendas!
Volvió David a reunir a todos los hombres escogidos de Israel, treinta mil.
Estos son los nombres de los valientes que tenía David: Joseb-basebet tacmonita, principal de los capitanes; éste era {llamado} Adino eznita, por los ochocientos que mató una vez;
Entonces David dijo a Natán: He pecado contra el SEÑOR. Y Natán dijo a David: El SEÑOR ha quitado tu pecado; no morirás.
Entonces Natán dijo a David: Tú eres aquel hombre. Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Yo te ungí rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl.
Subía David la cuesta del {monte de los} Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y {los pies} descalzos. Y todo el pueblo que {iba} con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.
De nuevo hubo guerra contra los filisteos en Gob, y Elhanán, hijo de Jaare-oregim, de Belén, mató a Goliat geteo; el asta de su lanza {era} como un rodillo de tejedor.
Sama ararita, Ahíam, hijo de Sarar ararita,
Pero el rey dijo a Arauna: No, sino que ciertamente por precio te {lo} compraré, pues no ofreceré al SEÑOR mi Dios holocausto que no me cueste nada. Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
{Alguien} dio aviso a David, diciendo: Ahitofel está entre los conspiradores con Absalón. Y David dijo: Oh SEÑOR, te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel.
Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: ¡Basta! ¡Detén ahora tu mano! Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna jebuseo.
mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable y mi refugio; salvador mío, tú me salvas de la violencia.
Pues ciertamente moriremos; somos como el agua derramada en tierra que no se vuelve a recoger. Pero Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de él.
Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a Amnón hacerle cosa alguna.
Pues ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios?
Así que Gad fue a David y se lo hizo saber, diciéndo{le:} ¿{Quieres que} te vengan siete años de hambre en tu tierra, o que huyas por tres meses delante de tus enemigos mientras te persiguen, o que haya tres días de pestilencia en tu tierra? Considera ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me envió.
Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, he aquí, Husai arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.
Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto;
En todo Israel no había nadie tan bien parecido ni tan celebrado como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había defecto en él.
David danzaba con toda {su} fuerza delante del SEÑOR, y estaba vestido con un efod de lino.
Al llegar el rey David a Bahurim, he aquí, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo;
Y envió David al pueblo: una tercera parte bajo el mando de Joab, una tercera parte bajo el mando de Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte bajo el mando de Itai geteo. Y el rey dijo al pueblo: Ciertamente yo también saldré con vosotros.
Y Absalón se levantaba temprano y se situaba junto al camino de la puerta; y sucedía que todo aquel que tenía un pleito y venía al rey para juicio, Absalón lo llamaba y decía: ¿De qué ciudad eres? Y {éste} respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: había en Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá {eran} quinientos mil hombres.
Y el rey dijo a Joab, comandante del ejército, que {estaba} con él: Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo para que yo sepa el número de la gente.
Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Dijo, pues, David al SEÑOR: He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.
Dijo el Dios de Israel, me habló la Roca de Israel: ``El que con justicia gobierna sobre los hombres, que en el temor de Dios gobierna,
Abi-albón arbatita, Azmavet barhumita,
Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube, edifica un altar al SEÑOR en la era de Arauna jebuseo.
Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en {su} mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza {a Absalón} en la encina, y quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo.
En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues El ha hecho conmigo un pacto eterno, ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo {mi} deseo, ¿no {los} hará ciertamente germinar?
Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del SEÑOR porque grandes son sus misericordias, pero no caiga yo en manos de hombre.
Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Por amor a mí {tratad} bien al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó a todos los comandantes acerca de Absalón.
Y llamó el rey a los gabaonitas y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del remanente de los amorreos, y los hijos de Israel habían hecho un pacto con ellos, pero Saúl había procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Judá.)
Y el rey dijo a Siba: ¿Para qué tienes esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que la familia del rey monte, y el pan y la fruta de verano para que los jóvenes coman, y el vino para que beba cualquiera que se fatigue en el desierto.
Y el SEÑOR envió pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron setenta mil hombres del pueblo.
El rey tomó a los dos hijos de Rizpa, hija de Aja, Armoni y Mefiboset, que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Merab, hija de Saúl, que ella había dado a Adriel, hijo de Barzilai meholatita,
Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto.
Y el rey David ansiaba ir adonde {estaba} Absalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado.
Y aconteció que al cabo de cuatro años Absalón dijo al rey: Te ruego me dejes ir a Hebrón a pagar mi voto que he hecho al SEÑOR.
Y el rey dijo a Sadoc: Haz volver el arca de Dios a la ciudad, que si hallo gracia ante los ojos del SEÑOR, me hará volver y me mostrará tanto el arca como su morada.
Hubo de nuevo guerra de los filisteos contra Israel. Descendió David con sus siervos, y mientras peleaban contra los filisteos, David se cansó.
Cabalgó sobre un querubín, y voló; y apareció sobre las alas del viento.
caeré sobre él cuando esté cansado y fatigado, le infundiré terror y huirá todo el pueblo que está con él; entonces heriré al rey solamente,
el atalaya vio a otro hombre corriendo; y el atalaya dio voces al portero, y dijo: He aquí, {otro} hombre corriendo solo. Y el rey dijo: Este también trae buenas noticias.
Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados.
Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.
Benaía, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cabseel, de grandes hazañas, mató a los dos {hijos de} Ariel de Moab. Y él descendió y mató a un león en medio de un foso un día que estaba nevando.
Huyó Absalón y fue a Talmai, hijo de Amiud, rey de Gesur. Y {David} lloraba por su hijo todos los días.
Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ``Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé {algún} alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo {la} vea y la coma de su mano."
fueron a la fortaleza de Tiro y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos, saliendo {finalmente} hacia el sur de Judá, {a} Beerseba.
Y la victoria aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: El rey está entristecido por su hijo.
Cuando David se levantó por la mañana, la palabra del SEÑOR vino al profeta Gad, vidente de David, diciendo:
Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre.
Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía; carbones fueron por él encendidos.
Y el rey y todo el pueblo que {iba} con él llegaron al Jordán fatigados, y allí descansaron.
Cuando la mujer de Tecoa habló al rey, cayó sobre su rostro en tierra, y postrándose, dijo: ¡Socorro, oh rey!
Hezrai carmelita, Paarai arbita,
Entonces un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de los hombres de Israel está con Absalón.
Sucedió que cuando Husai arquita, amigo de David, vino a Absalón, Husai dijo a Absalón: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey!
Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.
Y {éste} le dijo: Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me {lo} contarás? Y Amnón le dijo: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón.
Ira itrita, Gareb itrita,
es como la luz de la mañana {cuando} se levanta el sol en una mañana sin nubes, {cuando brota} de la tierra la tierna hierba por el resplandor {del sol} tras la lluvia."
Y Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, desde Gilo su ciudad, cuando ofrecía los sacrificios. Y la conspiración se hacía fuerte porque constantemente aumentaba la gente que seguía a Absalón.
En vida, Absalón había tomado y erigido para sí una columna que está en el Valle del Rey, pues se había dicho: No tengo hijo para perpetuar mi nombre. Y llamó la columna por su propio nombre, y hasta hoy día se llama Monumento de Absalón.
Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo {que parezca} bien a sus ojos. Mira, los bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para la leña.
Y Rizpa, hija de Aja, tomó tela de cilicio y lo tendió para sí sobre la roca, desde el comienzo de la cosecha hasta que llovió del cielo sobre ellos; y no permitió que las aves del cielo se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.
Y Jonatán y Ahimaas aguardaban en En-rogel; una criada iría a avisarles y ellos irían a avisar al rey David, porque no debían verse entrando a la ciudad.
Descendieron tres de los treinta jefes y fueron a David en la cueva de Adulam al tiempo de la cosecha, mientras la tropa de los filisteos acampaba en el valle de Refaím.
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjame que vaya ahora y le corte la cabeza.
los lazos del Seol me rodearon, las redes de la muerte surgieron ante mí.
Así decía Simei mientras maldecía: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!
Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David, {y} siguieron a Seba, hijo de Bicri; pero los hombres de Judá permanecieron fieles a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
y haré volver a ti a todo el pueblo. El regreso de todos depende del hombre a quien buscas; {después} todo el pueblo estará en paz.
Pero el rey dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: ``Maldice a David", ¿quién, pues, le dirá: `` ¿Por qué has hecho esto?"
Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: ``Seré tu siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de tu padre, así ahora seré tu siervo", entonces harás nulo el consejo de Ahitofel en favor mío.
Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Pues el SEÑOR había ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el SEÑOR trajera calamidad sobre Absalón.
Y el plan agradó a Absalón y a todos los ancianos de Israel.
Se llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, que {estaba} en Belén. Joab y sus hombres caminaron toda la noche hasta que les amaneció en Hebrón.
Y Jonadab, hijo de Simea, hermano de David, dijo: No crea mi señor que han dado muerte a todos los jóvenes, hijos del rey, pues sólo ha muerto Amnón; porque esto había sido determinado por decisión de Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.
David {estaba} entonces en la fortaleza, mientras la guarnición de los filisteos {estaba} en Belén.
y después de él, Eleazar, hijo de Dodo ahohíta, uno de los tres valientes {que estaban} con David cuando desafiaron a los filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel.
David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo {en posesión} de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet-sán, donde los filisteos los habían colgado el día que los filisteos mataron a Saúl en Gilboa,
El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín.
Entonces Isbi-benob, que {era} de los descendientes del gigante, y cuya lanza pesaba trescientos {siclos} de bronce, y que estaba ceñido con una {espada} nueva, trató de matar a David;
Todo, oh rey, Arauna lo da al rey. Y Arauna dijo al rey: Que el SEÑOR tu Dios te sea propicio.
Pero Barzilai respondió al rey: ¿Cuánto tiempo me queda de vida para que yo suba con el rey a Jerusalén?
Después de él, {fue} Sama, hijo de Age ararita. Los filisteos se habían concentrado en tropa donde había un terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido de los filisteos.
Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Tan pronto oigáis el sonido de la trompeta, entonces diréis: ``Absalón es rey en Hebrón."
Pasaron el Jordán y acamparon en Aroer, a la derecha de la ciudad que está en medio del valle de Gad, y en dirección a Jazer.
Benaía piratonita, Hidai de los arroyos de Gaas,
Y pasó {Seba} por todas las tribus de Israel {hasta} Abel-bet-maaca y todo Barim, {que} se reunieron y fueron también tras él.
Y he aquí que toda la familia se ha levantado contra tu sierva, y dicen: ``Entrega al que hirió a su hermano, para que le demos muerte por la vida de su hermano a quien mató, y destruyamos al heredero también." Así extinguirán el ascua que me queda, no dejando a mi marido nombre ni remanente sobre la faz de la tierra.
Pero Joab respondió al rey: Que el SEÑOR tu Dios añada al pueblo cien veces más de lo que son, mientras {todavía} vean los ojos de mi señor el rey; pero, ¿por qué se complace mi señor el rey en esto?
Dijo después Husai a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto es lo que Ahitofel aconsejó a Absalón y a los ancianos de Israel, y esto es lo que yo he aconsejado.
Entonces Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y Ahitofel con él.
Pero el pueblo dijo: No debes salir; porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros; aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero tú vales {por} diez mil de nosotros; ahora pues, será mejor que tú {estés listo} para ayudarnos desde la ciudad.
Joab volvió también de perseguir a Abner, y cuando reunió a todo el pueblo, faltaban de los siervos de David, diecinueve hombres, además de Asael.
Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: He aquí, yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre.
Y hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total; él también descendía del gigante.
Pues tu siervo prometió un voto mientras habitaba en Gesur, en Aram, diciendo: ``Si en verdad el SEÑOR me hace volver a Jerusalén, entonces yo serviré al SEÑOR."
Y David dijo a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este benjamita? Dejadlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho.
Igal, hijo de Natán de Soba, Bani gadita,
El {era} el más distinguido de los treinta, por eso llegó a ser su jefe; pero no igualó a los tres {primeros.}
Entonces Simei, hijo de Gera, el benjamita que {era} de Bahurim, se dio prisa y descendió con los hombres de Judá al encuentro del rey David.
Amnón se acostó y se fingió enfermo. Cuando el rey vino a verlo, Amnón dijo al rey: Te ruego que venga mi hermana Tamar y haga dos tortas delante de mí para que yo coma de su mano.
Entonces Amnón dijo a Tamar: Trae la comida a la alcoba para que yo coma de tu mano. Y Tamar tomó las tortas que había hecho y {las} llevó a su hermano Amnón a la alcoba.
Y él respondió: Oh rey, señor mío, mi siervo me engañó; pues tu siervo se dijo: ``Me aparejaré un asno para montar en él e ir con el rey", porque tu siervo es cojo.
David subió conforme a la palabra de Gad, tal como el SEÑOR había ordenado.
De esta manera Absalón trataba a todo israelita que venía al rey para juicio; así Absalón robó el corazón de los hombres de Israel.
Iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.
En mi angustia invoqué al SEÑOR, sí, clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor {llegó} a sus oídos.
Entonces el rey David envió {mensaje} a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles: `` ¿Por qué sois los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa?
Y Arauna miró y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él; y saliendo Arauna, se postró rostro en tierra delante del rey.
Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.
Y sucedió que cuando vino de Jerusalén al encuentro del rey, éste le dijo: ¿Por qué no fuiste conmigo, Mefiboset?
Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.
Y Abisai, hermano de Joab, hijo de Sarvia, era jefe de los treinta. Y éste blandió su lanza contra trescientos y los mató, y tuvo tanto renombre como los tres.
Con él {había} mil hombres de Benjamín, y Siba, siervo de la casa de Saúl, y con él sus quince hijos y sus veinte siervos; y se apresuraron a {pasar} el Jordán delante del rey.
Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, el rey tomó las diez mujeres, las concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso bajo custodia y les dio alimento, pero no se llegó a ellas; y estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.
Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.
Mas los indignos, todos ellos serán arrojados como espinos, porque no pueden ser tomados con la mano;
Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras iba {lo} maldecía, le tiraba piedras y {le} arrojaba polvo.
Y el rey le dijo: ¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido: ``Tú y Siba os repartiréis las tierras."
Tu sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató.
Entonces los abismos del mar aparecieron, los cimientos del mundo quedaron al descubierto, por la reprensión del SEÑOR, por el soplo del aliento de su nariz.
Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que os parezca mejor. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares.
De tinieblas hizo pabellones a su alrededor, abundantes aguas, densos nubarrones.
Y dijo al rey: No me considere culpable mi señor, ni te acuerdes del mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén; que el rey {no lo} guarde en su corazón.
Pero los siervos de David habían herido de Benjamín y de los hombres de Abner, a trescientos sesenta hombres, {los cuales} murieron.
Luego fueron a Galaad y a la tierra de Tahtim-hodsi; fueron a Dan-jaán y doblaron para Sidón;
Las ondas de la muerte me cercaron, los torrentes de iniquidad me atemorizaron;
Quizá el SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy.
Fue, pues, Tamar a la casa de su hermano Amnón, y él estaba acostado. Y ella tomó masa, {la} amasó, hizo tortas delante de él y las coció.
Y el rey dijo a Siba: He aquí, todo lo que pertenece a Mefiboset es tuyo. Y Siba dijo: Me inclino; que halle yo gracia ante tus ojos, oh rey, mi señor.
Y seguían cruzando el vado para pasar a {toda} la casa del rey, y hacer lo que le pareciera bien. Y Simei, hijo de Gera, se postró ante el rey cuando {éste} iba a pasar el Jordán.
Permite que tu siervo vuelva, para morir en mi ciudad junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Sin embargo, aquí {tienes a} tu siervo Quimam; que pase él con mi señor el rey, y haz por él lo que te parezca bien.
Estaban junto a la piedra grande que está en Gabaón, cuando Amasa vino a su encuentro. Y Joab estaba vestido con su ropa militar, y sobre ella llevaba un cinturón atado a la cintura con espada en la vaina y mientras avanzaba, se le cayó {la espada.}
Cuando {Amasa} fue apartado del camino, todos los hombres pasaron tras Joab para perseguir a Seba, hijo de Bicri.
Habiendo recorrido todo el país, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
Entonces Arauna dijo: ¿Por qué ha venido mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: A comprarte la era para edificar un altar al SEÑOR a fin de detener la plaga del pueblo.
Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti.
Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los filisteos, pero ahora ha huido de la tierra, de Absalón.
Y ella dijo: Te ruego, oh rey, que te acuerdes del SEÑOR tu Dios, {para que} el vengador de sangre no aumente el daño, no sea que destruya a mi hijo. Y él dijo: Vive el SEÑOR, ni un pelo de tu hijo caerá a tierra.
También me sacó a un lugar espacioso; me rescató, porque se complació en mí.
Entonces Absalón le decía: Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey.
Entonces los tres valientes se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero él no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, {tú lo} viste, ¿por qué no lo heriste allí {derribándolo} a tierra? Yo te hubiera dado diez {piezas} de plata y un cinturón.
y los entregó en manos de los gabaonitas, que los ahorcaron en el monte delante del SEÑOR, de modo que los siete cayeron a la vez; les dieron muerte en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la cosecha de la cebada.
Dijo además Husai: Tú conoces a tu padre y a sus hombres, que son hombres valientes y que están enfurecidos como una osa privada de sus cachorros en el campo. Tu padre es un experto en la guerra, y no pasará la noche con el pueblo.
Pero ella le respondió: No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel; no cometas esta infamia.
Inclinó también los cielos, y descendió con densas tinieblas debajo de sus pies.
Joab entró en la casa del rey, y dijo: Hoy has cubierto de vergüenza el rostro de todos tus siervos que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos e hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus concubinas,
Ahora pues, no tome en serio mi señor el rey el rumor que dice: ``todos los hijos del rey murieron", porque sólo Amnón ha muerto.
Y Joab dijo a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y Joab tomó a Amasa por la barba con su mano derecha para besarlo.
Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab y contra los comandantes del ejército. Salieron, pues, Joab y los comandantes del ejército de la presencia del rey para hacer el censo del pueblo de Israel.
que nos entreguen siete hombres de entre sus hijos, y los ahorcaremos delante del SEÑOR en Guibeá de Saúl, el elegido del SEÑOR. Y el rey dijo: {Los} entregaré.
Decía además Absalón: ¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia.
y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los {hombres} valientes {estaban} a su derecha y a su izquierda.
Y la mujer dijo: ¿Por qué, pues, has pensado tal cosa contra el pueblo de Dios? Porque al decir esta palabra, el rey {se hace} como uno que es culpable, {ya que} el rey no hace volver a su desterrado.
después ve al rey y háblale de esta manera. Y Joab puso las palabras en su boca.
Sucedió después de esto que hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató a Saf, que {era} de los descendientes del gigante.
Y sepultaron los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de su padre Cis, e hicieron todo lo que el rey había ordenado; después de esto Dios fue movido a misericordia para con la tierra.
Y decid a Amasa: `` ¿No eres hueso mío y carne mía? Así haga Dios conmigo y aun más si no has de ser comandante del ejército delante de mí para siempre en lugar de Joab."
Entonces Absalón dijo: Llama también ahora a Husai arquita y escuchemos lo que él tiene que decir.
Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.
Y aun el valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, se desanimará completamente, pues todo Israel sabe que tu padre es un hombre poderoso y que todos los que están con él son valientes.
David sintió un gran deseo, y dijo: ¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!
Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del SEÑOR que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.
Y el rey con su rostro cubierto, clamaba en alta voz: ¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!
Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardáis silencio {respecto a} restaurar al rey?
Entonces la tierra se estremeció y tembló, los cimientos de los cielos temblaron y fueron sacudidos, porque El se indignó.
Respondió el hombre a Joab: Aunque yo recibiera mil {piezas} de plata en la mano, no extendería la mano contra el hijo del rey; porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: ``Protegedme al joven Absalón."
Ve y di a David: ``Así dice el SEÑOR: `Te ofrezco tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que yo la haga.'"
Ahora pues, enviad inmediatamente y avisad a David, diciendo: No pases la noche en los vados del desierto sino pasa al otro lado sin falta, no sea que el rey y el pueblo que está con él sean destruidos.
pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más saldrás a la batalla con nosotros, para que no apagues la lámpara de Israel.
Y llegaron {los de Joab} y lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y levantaron un terraplén contra la ciudad, y {éste} estaba junto al baluarte; y todo el pueblo que {iba} con Joab se puso a socavar el muro para derribarlo.
Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre, y enviaron {palabra} al rey, {diciendo:} Regresa, tú y todos tus siervos.
Y aconteció que apenas había acabado de hablar, he aquí, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron; y también el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.
El rey siguió hasta Gilgal y Quimam fue con él; y todo el pueblo de Judá y también la mitad del pueblo de Israel acompañaban al rey.
Y los siervos del rey le dijeron: He aquí, tus siervos {están listos para hacer} todo lo que nuestro señor el rey quiera.
Y Jonadab dijo al rey: He aquí, son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de tu siervo, así ha sucedido.
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta, entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.
Pero yo aconsejo que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, abundantes como la arena que está a la orilla del mar, y que tú personalmente vayas al combate.
El se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó y quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria; el pueblo volvió en pos de él, {pero} sólo para despojar {a los muertos.}
Entonces el rey dijo: ¿Y dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en Jerusalén, pues ha dicho: ``Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre."
Respondió el rey a la mujer: Ve a tu casa, y daré órdenes respecto a ti.
Entonces los hombres de Joab salieron tras él, junto con los cereteos, los peleteos y todos los hombres valientes; salieron de Jerusalén para perseguir a Seba, hijo de Bicri.
Y Husai dijo a Absalón: Esta vez el consejo que Ahitofel ha dado no es bueno.
Y el rey le dijo: ¿Qué te sucede? Y ella respondió: Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto.
Cuando ella se {las} llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: Ven, acuéstate conmigo, hermana mía.
Extendió {la mano} desde lo alto {y} me tomó; me sacó de las muchas aguas.
Y sucedía que cuando alguno se acercaba y se postraba ante él, él extendía su mano, lo levantaba y lo besaba.
El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. He aquí, estás {prendido} en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.
Yo soy de las pacíficas {y} fieles en Israel. Tú procuras destruir una ciudad madre en Israel. ¿Por qué has de destruir la heredad del SEÑOR?
De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey), tú mismo te hubieras mostrado indiferente.
Y David envió {mensaje} a Tamar, a {su} casa, diciendo: Ve ahora a la casa de tu hermano Amnón, y prepárale la comida.
Y David dijo a todos sus siervos que {estaban} con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque {si no,} ninguno de nosotros escapará de Absalón. Id de prisa, no sea que nos alcance pronto, traiga desgracia sobre nosotros y hiera la ciudad a filo de espada.
El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado.
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y {éste} le dio en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin {herir}lo de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.
Si se refugia en una ciudad, todo Israel traerá sogas a aquella ciudad y la arrastraremos al valle hasta que no se encuentre en ella ni una piedra pequeña.
Y David dijo a Abisai: Ahora Seba, hijo de Bicri, nos hará más daño que Absalón; toma a los siervos de tu señor y persíguelo, no sea que halle para sí ciudades fortificadas y se nos escape.
``Sois mis hermanos; mi hueso y mi carne sois. ¿Por qué, pues, sois los últimos en hacer volver al rey?"
Los gabaonitas le respondieron: No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel. Y él dijo: Haré por vosotros lo que digáis.
Y tomando la sartén, {las} sirvió delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: Que salgan todos de aquí. Y todos salieron de allí.
Con Absalón fueron doscientos hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada.
Entonces el rey dijo: Cualquiera que te hable, tráemelo, y no te molestará más.
Y Joab respondió, y dijo: Lejos, lejos esté de mí que yo destruya o extermine.
Hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que el SEÑOR pague al malhechor conforme a su maldad.
Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina.
Y el rey le dijo: Vete en paz. Y él se levantó y fue a Hebrón.
Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué debo hacer por vosotros? ¿Y cómo haré restitución para que bendigáis la heredad del SEÑOR?
Cuando le fue contado a David lo que Rizpa, hija de Aja, concubina de Saúl, había hecho,
Cuando Husai vino a Absalón, éste le dijo: Ahitofel ha hablado de esta manera, ¿Llevaremos a cabo su plan? Si no, habla.
Me libró de mi poderoso enemigo, de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.
Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; me has guardado para ser cabeza de naciones; pueblo que yo no conocía me sirve.
Y el rey dijo a Amasa: Convócame a los hombres de Judá dentro de tres días, y tú también preséntate aquí.
He aquí, él ahora se habrá escondido en una de las cuevas o en algún {otro} lugar; y sucederá que si en el primer {asalto} caen algunos de los tuyos, cualquiera que se entere, dirá: ``Ha habido una matanza en el pueblo que sigue a Absalón."
al amar a aquellos que te odian y al odiar a aquellos que te aman. Pues hoy has demostrado que príncipes y siervos no son nada para ti; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces tú estarías complacido.
Volvió el rey y llegó hasta el Jordán. Y Judá vino a Gilgal para ir al encuentro del rey, para conducir al rey al otro lado del Jordán.
Y ellos dijeron al rey: Del hombre que nos consumió y que trató de exterminarnos para que no quedáramos dentro del territorio de Israel,
Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla.
Cuando desafió a Israel, lo mató Jonatán, hijo de Simea, hermano de David.
He aquí, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar, y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigas.
y el hombre que los toque ha de estar armado con hierro y con asta de lanza, y por fuego serán consumidos completamente en {su} lugar.
Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo regresó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo.
Entonces una mujer sabia gritó desde la ciudad: Oíd, oíd; ruego que digáis a Joab: ``Ven acá para que hable contigo."
Sepultaron, pues, a Abner en Hebrón; y el rey alzó su voz y lloró junto al sepulcro de Abner, y lloró {también} todo el pueblo.
y dijo: Lejos esté de mí, oh SEÑOR, que yo haga esto. ¿{Beberé} la sangre de los hombres que fueron con {riesgo de} sus vidas? Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.
Fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.
Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a tus siervos, porque juro por el SEÑOR que si no sales, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche contigo, y esto te será peor que todo el mal que ha venido sobre ti desde tu juventud hasta ahora.
Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los filisteos; y el SEÑOR concedió una gran victoria.
Habló ella, diciendo: Antes acostumbraban decir: ``Ellos ciertamente pedirán {consejo} en Abel", y así terminaban {la querella.}
Y el rey respondió: Quimam pasará conmigo, y haré por él lo que te parezca bien; y todo lo que me pidas, {lo} haré por ti.
Allí fue derrotado el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres.
y trajo de allí los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán, y recogieron los huesos de los ahorcados.
Y he aquí, todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron: ¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él?
Estas {cosas} hizo Benaía, hijo de Joiada, y tuvo tanto renombre como los tres valientes.
Husai, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón entraba en Jerusalén.
Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Oh rey mi señor, la iniquidad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre, pero el rey y su trono sean sin culpa.
Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron.
Y Amasa yacía revolcándose en {su} sangre en medio del camino. Al ver el hombre que todo el pueblo se detenía, trasladó a Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura porque vio que todo el que pasaba junto a él se detenía.
La batalla se extendió por toda aquella región, y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.
Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el SEÑOR fue mi sostén.
Y entonó el rey una {elegía} por Abner, y dijo: ¿Había de morir Abner como muere un insensato?
{El} es torre de salvación a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Escucha las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
También mató a un egipcio, un hombre de apariencia {impresionante.} El egipcio {tenía} una lanza en la mano, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza.
Perseguí a mis enemigos y los destruí, y no me volví hasta acabarlos.
Tus manos no estaban atadas, ni tus pies puestos en grillos; como el que cae delante de los malvados, has caído. Y todo el pueblo volvió a llorar por él.
Y junto a él estaba uno de los jóvenes de Joab, y dijo: Quien esté por Joab y quien esté por David, que siga a Joab.
Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, como lodo de las calles los trituré {y} los pisé.
Pero los hombres de Israel respondieron a los hombres de Judá, y dijeron: Nosotros tenemos diez partes en el rey, y por eso también tenemos más {derecho} que vosotros sobre David. ¿Por qué, pues, nos habéis menospreciado? ¿No fue nuestro consejo el primero que se dio para hacer volver a nuestro rey? Pero las palabras de los hombres de Judá fueron más duras que las palabras de los hombres de Israel.
Entonces el rey dijo: Ponte a un lado y quédate aquí. Y él se puso a un lado, y se quedó allí.
Amasa fue para convocar a {los hombres de} Judá, pero tardó más que el tiempo que él le había señalado.
Entonces todos los hombres de Judá respondieron a los hombres de Israel: Porque el rey es pariente cercano nuestro. ¿Por qué, pues, estáis enojados por esto? ¿Acaso hemos comido algo {a costa} del rey, o se nos ha dado algo?
Entonces el rey dijo a sus siervos: ¿No sabéis que un príncipe y un gran hombre ha caído hoy en Israel?
Y todo el pueblo reparó {en ello,} y les agradó, pues todo lo que el rey hacía agradaba a todo el pueblo.
el Dios que por mí hace venganza, y hace caer pueblos debajo de mí;
Así todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel día que no había sido el deseo del rey de que se diera muerte a Abner, hijo de Ner.
el que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; me rescatas del hombre violento.