'Sus' en la Biblia
- 1.Gé 2:21-Gé 36:19
- 2.Gé 36:30-Éx 2:11
- 3.Éx 2:17-Éx 28:20
- 4.Éx 28:21-Éx 40:14
- 5.Éx 40:15-Levítico 21:1
- 6.Levítico 21:4-Números 4:26
- 7.Números 4:27-Números 26:28
- 8.Números 26:34-Deuteronomio 13:18
- 9.Deuteronomio 14:8-Josué 11:16
- 10.Josué 11:17-Josué 21:44
- 11.Josué 22:5-Rut 1:3
- 12.Rut 1:5-1 Samuel 30:22
- 13.1 Samuel 30:26-1 Reyes 8:34
- 14.1 Reyes 8:37-2 Reyes 7:7
- 15.2 Reyes 7:12-1 Crónicas 4:39
- 16.1 Crónicas 4:41-1 Crónicas 16:5
- 17.1 Crónicas 16:7-2 Crónicas 9:2
- 18.2 Crónicas 9:4-2 Crónicas 34:19
- 19.2 Crónicas 34:25-Nehemías 7:5
- 20.Nehemías 7:61-Job 16:9
- 21.Job 16:13-Salmos 5:10
- 22.Salmos 7:13-Salmos 74:4
- 23.Salmos 74:6-Salmos 106:15
- 24.Salmos 106:25-Proverbios 3:14
- 25.Proverbios 3:17-Cantares 4:16
- 26.Cantares 5:11-Isaías 33:7
- 27.Isaías 33:15-Jeremías 5:6
- 28.Jeremías 5:7-Jeremías 31:32
- 29.Jeremías 31:33-Jeremías 51:56
- 30.Jeremías 51:57-Ezequiel 16:45
- 31.Ezequiel 16:46-Ezequiel 30:11
- 32.Ezequiel 30:18-Daniel 1:2
- 33.Daniel 1:3-Oseas 13:16
- 34.Oseas 14:5-Zacarías 11:6
- 35.Zacarías 11:16-Mateo 23:3
- 36.Mateo 23:5-Lucas 1:2
- 37.Lucas 1:29-Juan 7:3
- 38.Juan 7:5-Romanos 11:10
- 39.Romanos 11:33-Apocalipsis 1:14
- 40.Apocalipsis 1:15-Apocalipsis 22:14
Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz.
No detengas el bien de sus dueños, Cuando tuvieres poder para hacerlo.
No envidies al hombre injusto, Ni escojas alguno de sus caminos.
Sus pies descienden á la muerte; Sus pasos sustentan el sepulcro:
Sus caminos son instables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.
Como cierva amada y graciosa corza, Sus pechos te satisfagan en todo tiempo; Y en su amor recréate siempre.
Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas.
Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y detenido será con las cuerdas de su pecado.
Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio;
Guiña de sus ojos, habla con sus pies, Indica con sus dedos;
No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos:
¿Tomará el hombre fuego en su seno, Sin que sus vestidos se quemen?
¿Andará el hombre sobre las brasas, Sin que sus pies se abrasen?
Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras.
Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa;
Rindiólo con la mucha suavidad de sus palabras, Obligóle con la blandura de sus labios.
No se aparte á sus caminos tu corazón; No yerres en sus veredas.
Para hacer heredar á mis amigos el ser, Y que yo hincha sus tesoros.
Jehová me poseía en el principio de su camino, Ya de antiguo, antes de sus obras.
LA sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas;
Mató sus víctimas, templó su vino, Y puso su mesa.
Para llamar á los que pasan por el camino, Que van por sus caminos derechos.
Y no saben que allí están los muertos; Que sus convidados están en los profundos de la sepultura.
El que camina en integridad, anda confiado: Mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado.
En las muchas palabras no falta pecado: Mas el que refrena sus labios es prudente.
El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos.
La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos.
El impío es enredado en la prevaricación de sus labios: Mas el justo saldrá de la tribulación.
El que guarda su boca guarda su alma: Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
La redención de la vida del hombre son sus riquezas: Pero el pobre no oye censuras.
LA mujer sabia edifica su casa: Mas la necia con sus manos la derriba.
El que camina en su rectitud teme á Jehová: Mas el pervertido en sus caminos lo menosprecia.
De sus caminos será harto el apartado de razón: Y el hombre de bien estará contento del suyo.
El simple cree á toda palabra: Mas el avisado entiende sus pasos.
En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Cuando los caminos del hombre son agradables á Jehová, Aun á sus enemigos pacificará con él.
El corazón del hombre piensa su camino: Mas Jehová endereza sus pasos.
El corazón del sabio hace prudente su boca; Y con sus labios aumenta la doctrina.
El hombre perverso cava el mal; Y en sus labios hay como llama de fuego.
Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve sus labios, efectúa el mal.
Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.
Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: A donde quiera que se vuelve, da prosperidad.
Mejor es se encuentre un hombre con una osa á la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad.
Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.
Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.
La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.
Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen: Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra y no la hallará.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menospreciare sus caminos, morirá.
El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él.
Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su obra fuere limpia y recta.
El que descubre el secreto, en chismes anda: No te entrometas, pues, con el que lisonjea con sus labios.
El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar.
El hombre impío afirma rostro: Mas el recto ordena sus caminos.
El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios su amigo será el rey.
Porque no aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.
No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso
No comas pan de hombre de mal ojo, Ni codicies sus manjares:
Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.
Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿No lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.
Las puertas se revuelven en sus quicios: Así el perezoso en su cama.
Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación.
El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para que se dé á los pobres lo allega.
El que encubre sus pecados, no prosperará: Mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios: Mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
El que da al pobre, no tendrá pobreza: Mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones.
El hombre que lisonjea á su prójimo, Red tiende delante de sus pasos.
Del señor que escucha la palabra mentirosa, Todos sus ministros son impíos.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
No añadas á sus palabras, porque no te reprenda, Y seas hallado mentiroso.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, Para devorar á los pobres de la tierra, y de entre los hombres á los menesterosos.
Buscó lana y lino, Y con voluntad labró de sus manos.
Levantóse aun de noche, Y dió comida á su familia, Y ración á sus criadas.
Consideró la heredad, y compróla; Y plantó viña del fruto de sus manos.
Ciñó sus lomos de fortaleza, Y esforzó sus brazos.
Aplicó sus manos al huso, Y sus manos tomaron la rueca.
Alargó su mano al pobre, Y extendió sus manos al menesteroso.
Levantáronse sus hijos, y llamáronla bienaventurada; Y su marido también la alabó.
Dadle el fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
El viento tira hacia el mediodía, y rodea al norte; va girando de continuo, y á sus giros torna el viento de nuevo.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas: empero también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias: aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
Y TORNÉME yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.
Está un hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se hartan de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan sus comedores. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino ver los con sus ojos?
Hay una trabajosa enfermedad que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas de sus dueños para su mal;
Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero: mas la sabiduría excede en que da vida á sus poseedores.
Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Y yo he hallado más amarga que la muerte la mujer, la cual es redes, y lazos su corazón; sus manos como ligaduras. El que agrada á Dios escapará de ella; mas el pecador será preso en ella.
CIERTAMENTE dado he mi corazón á todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Llévame en pos de ti, correremos. Metióme el rey en sus cámaras: Nos gozaremos y alegraremos en ti; Acordarémonos de tus amores más que del vino: Los rectos te aman.
La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne Dieron olor: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y vente.
Sus columnas hizo de plata, Su respaldo de oro, su cielo de grana, Su interior enlosado de amor, Por las doncellas de Jerusalem.
Levántate, Aquilón, y ven, Austro: Sopla mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado á su huerto, Y coma de su dulce fruta.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:21-Gé 36:19
- 2.Gé 36:30-Éx 2:11
- 3.Éx 2:17-Éx 28:20
- 4.Éx 28:21-Éx 40:14
- 5.Éx 40:15-Levítico 21:1
- 6.Levítico 21:4-Números 4:26
- 7.Números 4:27-Números 26:28
- 8.Números 26:34-Deuteronomio 13:18
- 9.Deuteronomio 14:8-Josué 11:16
- 10.Josué 11:17-Josué 21:44
- 11.Josué 22:5-Rut 1:3
- 12.Rut 1:5-1 Samuel 30:22
- 13.1 Samuel 30:26-1 Reyes 8:34
- 14.1 Reyes 8:37-2 Reyes 7:7
- 15.2 Reyes 7:12-1 Crónicas 4:39
- 16.1 Crónicas 4:41-1 Crónicas 16:5
- 17.1 Crónicas 16:7-2 Crónicas 9:2
- 18.2 Crónicas 9:4-2 Crónicas 34:19
- 19.2 Crónicas 34:25-Nehemías 7:5
- 20.Nehemías 7:61-Job 16:9
- 21.Job 16:13-Salmos 5:10
- 22.Salmos 7:13-Salmos 74:4
- 23.Salmos 74:6-Salmos 106:15
- 24.Salmos 106:25-Proverbios 3:14
- 25.Proverbios 3:17-Cantares 4:16
- 26.Cantares 5:11-Isaías 33:7
- 27.Isaías 33:15-Jeremías 5:6
- 28.Jeremías 5:7-Jeremías 31:32
- 29.Jeremías 31:33-Jeremías 51:56
- 30.Jeremías 51:57-Ezequiel 16:45
- 31.Ezequiel 16:46-Ezequiel 30:11
- 32.Ezequiel 30:18-Daniel 1:2
- 33.Daniel 1:3-Oseas 13:16
- 34.Oseas 14:5-Zacarías 11:6
- 35.Zacarías 11:16-Mateo 23:3
- 36.Mateo 23:5-Lucas 1:2
- 37.Lucas 1:29-Juan 7:3
- 38.Juan 7:5-Romanos 11:10
- 39.Romanos 11:33-Apocalipsis 1:14
- 40.Apocalipsis 1:15-Apocalipsis 22:14
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (4005)
- LBDA (3953)
- NBLH (4541)
- RV (4014)
- SEV (3997)
- RV1909 (3978)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (196)
- Éxodo (209)
- Levítico (128)
- Números (226)
- Deuteronomio (107)
- Josué (146)
- Jueces (86)
- Rut (13)
- 1 Samuel (98)
- 2 Samuel (62)
- 1 Reyes (101)
- 2 Reyes (119)
- 1 Crónicas (182)
- 2 Crónicas (149)
- Esdras (51)
- Nehemías (71)
- Ester (27)
- Job (126)
- Salmos (291)
- Proverbios (94)
- Eclesiastés (14)
- Cantares (12)
- Isaías (176)
- Jeremías (220)
- Lamentaciones (36)
- Ezequiel (259)
- Daniel (54)
- Oseas (49)
- Joel (8)
- Amós (19)
- Abdías (4)
- Jonás (3)
- Miqueas (20)
- Nahúm (11)
- Habacuc (8)
- Sofonías (10)
- Hageo (2)
- Zacarías (19)
- Malaquías (3)
- Mateo (120)
- Marcos (70)
- Lucas (75)
- Juan (61)
- Hechos (52)
- Romanos (18)
- 1 Corintios (5)
- 2 Corintios (6)
- Gálatas (1)
- Efesios (7)
- Filipenses (2)
- Colosenses (3)
- 1 Tesalonicenses (5)
- 2 Tesalonicenses (1)
- 1 Timoteo (6)
- 2 Timoteo (2)
- Tito (4)
- Hebreos (16)
- Santiago (6)
- 1 Pedro (6)
- 2 Pedro (7)
- 1 Juan (8)
- 2 Juan (3)
- Judas (5)
- Apocalipsis (80)