4285 casos

'Se' en la Biblia

Porque ¿quién en los cielos se igualará con Jehová? ¿Quién sesemejante á Jehová entre los hijos de los potentados?

En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca.

Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos: Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?

¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que obran iniquidad?

Los montes se derritieron como cera delante de Jehová, Delante del Señor de toda la tierra.

Avergüéncense todos los que sirven á las imágenes de talla, Los que se alaban de los ídolos: Los dioses todos á él se encorven.

Oyó Sión, y alegróse; Y las hijas de Judá, Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.

No pondré delante de mis ojos cosa injusta: Aborrezco la obra de los que se desvían: Ninguno de ellos se allegará á mí.

Porque mis días se han consumido como humo; Y mis huesos cual tizón están quemados.

Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne.

Escribirse ha esto para la generación venidera: Y el pueblo que se criará, alabará á JAH.

Ellos perecerán, y tú permanecerás; Y todos ellos como un vestido se envejecerán; Como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados:

Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

El que riega los montes desde sus aposentos: Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

Egipto se alegró de que salieran; Porque su terror había caído sobre ellos.

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; Sino que se rebelaron junto á la mar, en el mar Bermejo.

Entonces se levantó Phinees, é hizo juicio; Y se detuvo la plaga.

Suben á los cielos, descienden á los abismos: Sus almas se derriten con el mal.

Alégranse luego porque se reposaron; Y él los guía al puerto que deseaban.

Y los bendice, y se multiplican en gran manera; Y no disminuye sus bestias.

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto sobre mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,

Por cuanto no se acordo de hacer misericordia, Y persiguió al hombre afligido y menesteroso Y quebrantado de corazón, para matar lo.

Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

Verálo el impío, y se despechará; Crujirá los dientes, y se repudrirá: Perecerá el deseo de los impíos.

Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.

Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

Jerusalem, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí.

A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

Vivos nos habrían entonces tragado, Cuando se encendió su furor en nosotros.

Mas á los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevará con los que obran iniquidad: Y paz sea sobre Israel.

Entonces nuestra boca se henchirá de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las gentes: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

Serán como la hierba de los tejados, Que se seca antes que crezca:

Cántico gradual: de David. JEHOVA, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes.

Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y regocíjense tus santos.

Si tus hijos guardaren mi alianza, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

Porque yo se que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Mi lengua se pegue á mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no ensalzare á Jerusalem Como preferente asunto de mi alegría.

Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

Alégrese Israel en su Hacedor: Los hijos de Sión se gocen en su Rey.

Con su ciencia se partieron los abismos, Y destilan el rocío los cielos.

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo;

Cuando anduvieres no se estrecharán tus pasos; Y si corrieres, no tropezarás.

No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón.

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