'La' en la Biblia

Y acordábase de su pacto con ellos, Y arrepentíase conforme á la muchedumbre de sus miseraciones.

Y los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del aquilón y de la mar.

Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, No hallando ciudad de población.

Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Sacólos de las tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones.

Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Su alma abominó toda vianda, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.

Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres:

Los que descienden á la mar en navíos, Y hacen negocio en las muchas aguas,

El dijo, é hizo saltar el viento de la tempestad, Que levanta sus ondas.

Hace parar la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas.

Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Y ensálcenlo en la congregación del pueblo; Y en consistorio de ancianos lo alaben.

La tierra fructífera en salados, Por la maldad de los que la habitan.

Vuelve el desierto en estanques de aguas, Y la tierra seca en manantiales.

Y levanta al pobre de la miseria, Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

Ensálzate, oh Dios, sobre los cielos; Y sobre toda la tierra tu gloria.

Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador;

Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme sobre Palestina.

¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?

Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre.

Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado.

Estén siempre delante de Jehová, Y él corte de la tierra su memoria.

Y amó la maldición, y vínole; Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

Voime como la sombra cuando declina; Soy sacudido como langosta.

Porque él se pondrá á la diestra del pobre, Para librar su alma de los que le juzgan.

La vara de tu fortaleza enviará Jehová desde Sión: Domina en medio de tus enemigos.

Tu pueblo serálo de buena voluntad en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, Tienes tú el rocío de tu juventud.

Aleluya. ALABARÉ á Jehová con todo el corazón, En la compañía y congregación de los rectos.

El poder de sus obras anunció á su pueblo, Dándole la heredad de las gentes.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová: Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: Su loor permanece para siempre.

Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita.

Que se humilla á mirar En el cielo y en la tierra?

El hace habitar en familia á la estéril, Gozosa en ser madre de hijos. Aleluya.

CUANDO salió Israel de Egipto, La casa de Jacob del pueblo bárbaro,

La mar vió, y huyó; El Jordán se volvió atrás.

A la presencia del Señor tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob;

El cual tornó la peña en estanque de aguas, Y en fuente de aguas la roca.

Jehová se acordó de nosotros: nos bendecirá: Bendecirá á la casa de Israel; Bendecirá á la casa de Aarón.

Benditos vosotros de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

Los cielos son los cielos de Jehová: Y ha dado la tierra á los hijos de los hombres.

Rodeáronme los dolores de la muerte, Me encontraron las angustias del sepulcro: Angustia y dolor había yo hallado.

Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de desbarrar.

Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes.

Tomaré la copa de la salud, E invocaré el nombre de Jehová.

Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos.

En los atrios de la casa de Jehová, En medio de ti, oh Jerusalem. Aleluya.

Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya.

Diga ahora la casa de Aarón: Que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué á JAH; Y respondióme JAH, poniéndome en anchura.

Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos: La diestra de Jehová hace proezas.

La diestra de Jehová sublime: La diestra de Jehová hace valentías.

Castigóme gravemente JAH: Mas no me entregó á la muerte.

Abridme las puertas de la justicia: Entraré por ellas, alabaré á JAH.

La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido á ser cabeza del ángulo.

Bendito el que viene en nombre de Jehová: Desde la casa de Jehová os bendecimos.

ALEPH. BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Jehová.

Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.

Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley.

Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.

Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón.

Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.

Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia.

Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.

Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero.

ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar.

Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.

Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.

De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.

Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.

Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera.

Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.

Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios.

Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos.

Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo.

Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.

Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.

Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley.

Lejos está de los impíos la salud; Porque no buscan tus estatutos.

La mentira aborrezco y abomino: Tu ley amo.

Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, De la lengua fraudulenta.

Mucho se detiene mi alma Con los que aborrecen la paz.

Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

Cántico gradual: de David. YO me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.

Porque allá están las sillas del juicio, Las sillas de la casa de David.

Pedid la paz de Jerusalem: Sean prosperados los que te aman.

A causa de la casa de Jehová nuestro Dios, Buscaré bien para ti.

He aquí como los ojos de los siervos miran á la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva á la mano de su señora; Así nuestros ojos miran á Jehová nuestro Dios, Hasta que haya misericordia de nosotros.

Nuestro socorro es en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la suerte de los justos; Porque no extiendan los justos sus manos á la iniquidad.

Cántico gradual. CUANDO Jehová hiciere tornar la cautividad de Sión, Seremos como los que sueñan.

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; Mas volverá á venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Cántico gradual: para Salomón. SI Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda.

Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que hinchió su aljaba de ellos: No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Y veas los hijos de tus hijos, Y la paz sobre Israel.

Serán como la hierba de los tejados, Que se seca antes que crezca:

De la cual no hinchió segador su mano, Ni sus brazos el que hace gavillas.

Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica.