'Los' en la Biblia

El que desprecia a su prójimo peca, Pero es feliz el que se apiada de los pobres.

¿No se perderán los que traman el mal? Pero misericordia y verdad {recibirán} los que planean el bien.

La corona de los sabios es su riqueza, {Pero} la necedad de los necios es insensatez.

En el temor del SEÑOR hay confianza segura, Y a los hijos dará refugio.

El temor del SEÑOR es fuente de vida, Para evadir los lazos de la muerte.

Un corazón apacible es vida para el cuerpo, Pero las pasiones son podredumbre de los huesos.

En el corazón del prudente reposa la sabiduría, Pero en medio de los necios no se da a conocer.

La justicia engrandece a la nación, Pero el pecado es afrenta para los pueblos.

La lengua del sabio hace grato el conocimiento, Pero la boca de los necios habla necedades.

En todo lugar están los ojos del SEÑOR, Observando a los malos y a los buenos.

Los labios de los sabios esparcen conocimiento, Pero no así el corazón de los necios.

El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR, Pero la oración de los rectos es Su deleite.

El Seol y el Abadón están delante del SEÑOR, ¡Cuánto más los corazones de los hombres!

El insolente no ama al que lo reprende, Ni se allegará a los sabios.

El corazón inteligente busca conocimiento, Pero la boca de los necios se alimenta de necedades.

Todos los días del afligido son malos, Pero el de corazón alegre {tiene} un banquete continuo.

El camino del perezoso es como un seto de espinos, Pero la senda de los rectos es una calzada.

Sin consulta, los planes se frustran, Pero con muchos consejeros, triunfan.

El SEÑOR derribará la casa de los soberbios, Pero afianzará los linderos de la viuda.

Abominación al SEÑOR son los planes perversos, Pero son puras las palabras agradables.

El corazón del justo medita cómo responder, Pero la boca de los impíos habla lo malo.

El SEÑOR está lejos de los impíos, Pero escucha la oración de los justos.

La luz de los ojos alegra el corazón, {Y} las buenas noticias fortalecen los huesos.

Aquel cuyo oído escucha las reprensiones de la vida Morará entre los sabios.

Los propósitos del corazón son del hombre, Pero la respuesta de la lengua es del SEÑOR.

Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, Pero el SEÑOR sondea los espíritus.

Cuando los caminos del hombre son agradables al SEÑOR, Aun a sus enemigos hace que estén en paz con él.

Decisión divina {hay} en los labios del rey; En el juicio no debe errar su boca.

Es abominación para los reyes cometer iniquidad, Porque el trono se afianza en la justicia.

El agrado de los reyes son los labios justos, Y amado será el que hable lo recto.

La senda de los rectos es apartarse del mal; El que guarda su camino preserva su alma.

Mejor es ser de espíritu humilde con los pobres Que dividir el botín con los soberbios.

El entendimiento es fuente de vida para el que lo posee, Pero la instrucción de los necios es necedad.

Panal de miel son las palabras agradables, Dulces al alma y salud para los huesos.

El hombre perverso provoca pleitos, Y el chismoso separa a los mejores amigos.

El que guiña los ojos {lo hace} para tramar perversidades; El que aprieta los labios ya hizo el mal.

El siervo prudente prevalecerá sobre el hijo sin honra, Y con los hermanos participará de la herencia.

El crisol es para la plata y el horno para el oro, Pero el SEÑOR prueba los corazones.

El malhechor escucha a los labios perversos; El mentiroso presta atención a la lengua detractora.

Corona de los ancianos son los nietos, Y la gloria de los hijos son sus padres.

No convienen al necio las palabras elocuentes, Mucho menos al príncipe los labios mentirosos.

Talismán (Piedra de favor) es el soborno a los ojos de su dueño; Dondequiera que se vuelva, prospera.

El que cubre una falta busca afecto, Pero el que repite el asunto separa a los mejores amigos.

El corazón alegre es buena medicina, Pero el espíritu quebrantado seca los huesos.

En presencia del que tiene entendimiento está la sabiduría, Pero los ojos del necio están en los extremos de la tierra.

Ciertamente no es bueno multar al justo, {Ni} golpear a los nobles {por} su rectitud.

Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, Cuando cierra los labios, {por} prudente.

Los labios del necio provocan riña, Y su boca llama a los golpes.

La dádiva del hombre le abre camino Y lo lleva ante la presencia de los grandes.

La suerte pone fin a los pleitos Y decide entre los poderosos.

El hermano ofendido {es más difícil de ganar} que una ciudad fortificada, Y los pleitos son como cerrojos de fortaleza.

Muerte y vida están en poder de la lengua, Y los que la aman comerán su fruto.

Tampoco es bueno para una persona carecer de conocimiento, Y el que se apresura con los pies peca.

Todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! {Los} persigue {con} palabras, {pero} ellos se han ido.

Al necio no conviene la vida de lujo; Mucho menos a un siervo gobernar a los príncipes.

Casa y riqueza son herencia de los padres, Pero la mujer prudente {viene} del SEÑOR.

Muchos son los planes en el corazón del hombre, Mas el consejo del SEÑOR permanecerá.

El testigo perverso se burla de la justicia, Y la boca de los impíos esparce iniquidad.

Los juicios están preparados para los insolentes, Y los azotes para la espalda de los necios.

El oído que oye y el ojo que ve, Ambos los ha hecho el SEÑOR.

Hay oro y abundancia de joyas, Pero cosa más preciosa son los labios con conocimiento.

Tómale la ropa al que sale fiador del extraño; Y tómale prenda por los extranjeros.

Los proyectos con consejo se preparan, Y con dirección sabia se hace la guerra.

Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, ¿Cómo puede, pues, el hombre entender su camino?

Lazo es para el hombre decir a la ligera: ``Es santo," Y después de los votos investigar.

El rey sabio avienta a los impíos, Y hace pasar la rueda {de trillar} sobre ellos.

La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la honra de los ancianos, sus canas.

Los azotes que hieren limpian del mal, Y los golpes llegan a lo más profundo del cuerpo.

Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, Pero el SEÑOR sondea los corazones.

Los ojos altivos y el corazón arrogante, Y la lámpara de los impíos son pecado.

Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, Pero todo el que se apresura, ciertamente {llega} a la pobreza.

La violencia de los impíos los arrastrará, Porque se niegan a obrar con justicia.

El cumplimiento de la justicia es gozo para el justo, Pero terror para los que obran iniquidad.

El hombre que se aparta del camino del saber Reposará en la asamblea de los muertos.

El que ama el placer será pobre; El que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

El impío es rescate para el justo, Y el malvado está en lugar de los rectos.

El sabio escala la ciudad de los poderosos Y derriba la fortaleza en que confiaban.

``Altivo," ``arrogante" {y} ``escarnecedor," son los nombres Del que obra con orgullo insolente.

El sacrificio de los impíos es abominación, Cuánto más trayéndolo con mala intención.

El rico y el pobre tienen un lazo común: A ambos los hizo el SEÑOR.

El prudente ve el mal y se esconde, Pero los simples siguen adelante y son castigados.

El rico domina a los pobres, Y el deudor es esclavo del acreedor.

Echa fuera al insolente y saldrá la discordia, Y cesarán {también} los pleitos y la ignominia.

Los ojos del SEÑOR guardan el conocimiento, Pero El confunde las palabras del engañador.

Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi conocimiento;

Porque el SEÑOR defenderá su causa Y quitará la vida de los que los despojan.

No estés entre los que dan fianzas, Entre los que salen de fiadores de préstamos.

¿Has visto un hombre diestro en su trabajo? Estará delante de los reyes; No estará delante de hombres sin importancia.

Cuando pones tus ojos en ella, ya no está. Porque {la riqueza} ciertamente se hace alas Como águila que vuela {hacia} los cielos.

No muevas el lindero antiguo, Ni entres en la heredad de los huérfanos,

No envidie tu corazón a los pecadores, Antes {vive} siempre en el temor del SEÑOR.

No estés con los bebedores de vino, {Ni} con los comilones de carne,

Ciertamente ella acecha como ladrón, Y multiplica los infieles entre los hombres.

¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las luchas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos?

De los que se demoran mucho con el vino, De los que van en busca de vinos mezclados.

No tengas envidia de los malvados, Ni desees estar con ellos;

El tramar necedad es pecado, Y el insolente es abominación a los hombres.

Libra a los que son llevados a la muerte, Y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza.

Si dices: ``Mira, no sabíamos esto." ¿No {lo} tiene en cuenta el que sondea los corazones? ¿No lo sabe el que guarda tu alma? ¿No dará a cada hombre según su obra?

Porque el justo cae siete veces, y vuelve a levantarse, Pero los impíos caerán en la desgracia.