12318 casos

'La' en la Biblia

Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras.

Él cortará el espíritu de los príncipes; terrible es a los reyes de la tierra.

Y dije: Enfermedad mía es ésta; traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

Anduvo en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra.

Los hijos de Efraín, arqueros armados, volvieron la espalda el día de la batalla.

Delante de sus padres hizo maravillas en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos.

He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas, y arroyos salieron ondeando: ¿Podrá también dar pan? ¿Podrá proveer carne para su pueblo?

E hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como la arena del mar.

No habían quitado de sí su deseo, aún estaba la comida en su boca,

Dispuso camino a su furor; no eximió la vida de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad;

Dejó por tanto el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;

Entregó también su pueblo a la espada, y se airó contra su heredad.

Y desechó el tabernáculo de José, y no escogió la tribu de Efraín.

Y edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.

Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón; y los pastoreó con la pericia de sus manos.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos; la carne de tus santos a las bestias de la tierra.

Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás indignación contra la oración de tu pueblo?

Hiciste venir una vid de Egipto; echaste las gentes, y la plantaste.

Preparaste el terreno delante de ella, e hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?

La estropea el puerco montés, y la devora la bestia del campo.

y la planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste.

Por testimonio en José lo ha constituido, cuando salió por la tierra de Egipto; donde oí lenguaje que no entendía.

Aparté su hombro de debajo de la carga; sus manos fueron liberadas de los cestos.

Los entregué, por tanto, a la dureza de su corazón: Caminaron en sus consejos.

Él los hubiera sostenido con lo mejor del trigo; y de miel de la roca te hubiera saciado.

«Salmo de Asaf» Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.

Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones.

También el asirio se ha juntado con ellos; han dado la mano a los hijos de Lot. (Selah)

que perecieron en Endor, fueron hechos como estiércol para la tierra.

Aun el gorrión halla casa, y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, en tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.

Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.

«Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré» Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; volviste la cautividad de Jacob.

La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde los cielos.

La justicia irá delante de Él, y nos pondrá en el camino de sus pasos.

Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos.

Y de Sión se dirá: Éste y aquél nacieron en ella; y el Altísimo mismo la establecerá.

¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en la perdición?

¿Serán conocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido?

Los cielos celebrarán tus maravillas, oh Jehová; tu fidelidad también en la congregación de los santos.

Yo también lo haré mi primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. (Selah)

Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra.

Has exaltado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios.

Embotaste asimismo el filo de su espada, y no lo levantaste en la batalla.

Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.

Los haces pasar como avenida de aguas; son como un sueño; como la hierba que crece en la mañana.

En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.

Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.

Los que están plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán.

Tus testimonios son muy firmes; la santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre.

El que castiga a las gentes, ¿no reprenderá? El que enseña la ciencia al hombre, ¿no sabrá?

sino que el juicio volverá a la justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

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