'Su' en la Biblia
- 1.Gé 1:11-Gé 19:3
- 2.Gé 19:16-Gé 27:36
- 3.Gé 27:38-Gé 37:10
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- 9.Levítico 15:2-Levítico 23:18
- 10.Levítico 23:29-Números 7:12
- 11.Números 7:13-Números 25:7
- 12.Números 25:8-Deuteronomio 7:3
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- 15.Josué 18:2-Jueces 10:16
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- 28.2 Crónicas 32:26-Nehemías 9:4
- 29.Nehemías 9:6-Job 5:16
- 30.Job 5:26-Job 24:6
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- 52.Malaquías 3:16-Mateo 18:25
- 53.Mateo 18:29-Marcos 8:34
- 54.Marcos 8:35-Lucas 5:13
- 55.Lucas 5:15-Lucas 24:47
- 56.Juan 1:12-Hechos 4:35
- 57.Hechos 5:1-Romanos 6:3
- 58.Romanos 6:5-Efesios 1:11
- 59.Efesios 1:12-Hebreos 11:17
- 60.Hebreos 11:21-Apocalipsis 9:18
- 61.Apocalipsis 9:19-Apocalipsis 22:19
El espíritu del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al espíritu angustiado?
El primero que aboga por su causa parece ser justo; pero viene su adversario, y lo revela.
Del fruto de la boca del hombre se saciará su vientre; del producto de sus labios será saciado.
Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos labios y necio.
La insensatez del hombre tuerce su camino; y contra Jehová se enfurece su corazón.
Las riquezas atraen a muchos amigos, mas el pobre es apartado de su amigo.
El que posee entendimiento, ama su alma; el que guarda la inteligencia, hallará el bien.
La cordura del hombre detiene su furor; y su honra es pasar por alto la ofensa.
Como el rugido de cachorro de león es la ira del rey; y su favor como el rocío sobre la hierba.
El hijo necio dolor es para su padre; y gotera continua las contiendas de la esposa.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menosprecia sus caminos, morirá.
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza, y no dejes que tu alma se detenga por causa de su llanto.
El deseo del hombre es su bondad; y mejor es ser pobre que mentiroso.
El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.
El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo que causa vergüenza y acarrea deshonra.
Como rugido de cachorro de león es el terror del rey; quien lo enfurece, contra su propia alma peca.
Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
El justo camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.
El rey que se sienta en el trono de juicio, con su mirar disipa todo mal.
Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su obra fuere limpia y recta.
Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; y tómale prenda al fiador de la mujer extraña.
Sabroso es al hombre el pan de mentira; mas después su boca será llena de cascajo.
El que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.
La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendita.
De Jehová son los pasos del hombre: ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?
Misericordia y verdad guardan al rey; y con clemencia se sustenta su trono.
La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los viejos su vejez.
Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; mas Jehová pesa los corazones.
El alma del impío desea el mal: Su prójimo no halla favor a sus ojos.
El que cierra su oído al clamor del pobre; también él clamará, y no será oído.
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
El testigo mentiroso perecerá; mas el hombre que escucha, permanecerá en su dicho.
El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.
Espinas y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos.
El que sembrare iniquidad, iniquidad segará; y la vara de su ira será consumida.
El ojo misericordioso será bendito, porque da de su pan al necesitado.
El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios el rey será su amigo.
El que oprime al pobre para acrecentar su riqueza, y que da al rico, ciertamente vendrá a pobreza.
¿Has visto un hombre diligente en su obra? Delante de los reyes estará; no estará delante de los hombres impíos.
Porque como piensa en su corazón, así es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.
Tú lo castigarás con vara, y librarás su alma del infierno.
No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa; Se entra suavemente,
porque su corazón trama violencia, e iniquidad hablan sus labios.
La sabiduría está muy alta para el necio; en la puerta no abrirá él su boca.
Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara;
no sea que Jehová lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.
porque su calamidad surgirá de repente; y la ruina de ambos, ¿quién la sabrá?
No digas: Como me hizo, así le haré; Pagaré al hombre según su obra.
y vi que por toda ella habían crecido espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida.
Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia.
Como frío de nieve en tiempo de la siega, así es el mensajero fiel a los que lo envían; pues al alma de su señor da refrigerio.
Martillo y cuchillo y saeta aguda, es el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio.
Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, y Jehová te lo pagará.
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
No respondas al necio conforme a su necedad, para que no seas tú también como él.
Responde al necio según su necedad, para que no se estime sabio en su propia opinión.
El que envía mensaje por mano de un necio, se corta los pies y bebe su daño.
Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad.
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.
Como la puerta gira sobre sus quicios; así el perezoso da vueltas en su cama.
Esconde el perezoso su mano en su seno; se cansa de llevarla a su boca.
En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que pueden aconsejar.
tal es el hombre que engaña a su amigo, y dice: ¿Acaso no estaba yo bromeando?
El que odia, disimula con sus labios; pero en su interior maquina engaño.
Cuando hablare amigablemente, no le creas; porque siete abominaciones hay en su corazón.
Aunque su odio es encubierto con disimulo; su maldad será descubierta en la congregación.
Cual ave que se va de su nido, tal es el hombre que se va de su lugar.
Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño; y al que fió por la extraña, tómale prenda.
El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, por maldición se le contará.
El que puede contenerla, puede contener el viento; o el aceite en su mano derecha.
Hierro con hierro se aguza; así el hombre aguza el rostro de su amigo.
El que cuida la higuera, comerá su fruto; y el que atiende a su señor, será honrado.
Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad.
Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos, y rico.
El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.
El que hace errar a los rectos por el mal camino, él caerá en su misma fosa; mas los íntegros heredarán el bien.
El hombre rico es sabio en su propia opinión; mas el pobre entendido lo examinará.
Bienaventurado el hombre que siempre teme; mas el que endurece su corazón, caerá en mal.
El que labra su tierra, se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos, se hartará de pobreza.
El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor.
El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría, será librado.
El hombre que reprendido muchas veces endurece su cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él remedio.
El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que mantiene rameras desperdiciará sus bienes.
El hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende delante de sus pasos.
Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro; mas los rectos procuran por su alma.
El necio da rienda suelta a toda su ira; mas el sabio al fin la sosiega.
El rey que juzga con verdad a los pobres, su trono será firme para siempre.
La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
El que con cuidado cría a su siervo desde su niñez; a la postre éste vendrá a ser su hijo:
El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la maldición, y no lo denuncia.
¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su Hijo, si lo sabes?
No acuses al siervo ante su señor, no sea que te maldiga, y seas hallado culpable.
Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice.
Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos del valle lo saquen, y lo traguen los aguiluchos.
Tal es el proceder de la mujer adúltera: Come, y limpia su boca, y dice: No he hecho maldad.
Por la mujer aborrecida cuando se casa; y por la sierva cuando hereda a su señora.
Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida:
Los conejos, pueblo nada esforzado, y ponen su casa en la piedra:
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- 31.Job 24:15-Job 41:1
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- 45.Jeremías 48:17-Lamentaciones 4:20
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