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'Que' en la Biblia

En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, contra Judá y fortificó Ramá para prevenir {que nadie} saliera o entrara {en ayuda} de Asa, rey de Judá.

Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del SEÑOR y de la casa del rey, y los envió a Ben Adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciéndole:

``{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. Mira, te he enviado plata y oro. Ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí."

Entonces el rey Asa trajo a todo Judá, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa la había estado edificando, y con ellas fortificó Geba y Mizpa.

Lo sepultaron en el sepulcro que él había excavado para sí en la ciudad de David, y lo pusieron sobre el lecho que él había llenado de especias de varias clases, mezcladas según el arte de los perfumistas. Además le encendieron una hoguera muy grande.

Puso tropas en todas las ciudades fortificadas de Judá. También puso guarniciones en el territorio de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

sino que buscó al Dios de su padre, anduvo en sus mandamientos y no hizo como Israel.

En el año tercero de su reinado envió a sus oficiales Ben Hail, Abdías, Zacarías, Natanael y Micaías, para que instruyeran {a los habitantes} de las ciudades de Judá.

Y el terror del SEÑOR vino sobre todos los reinos de las tierras que {estaban} alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.

y tras éste, Amasías, hijo de Zicri, que se ofreció voluntariamente al SEÑOR, y con él 200,000 valientes guerreros.

Estos son los que sirvieron al rey, sin contar los que el rey puso en las ciudades fortificadas por todo Judá.

Algunos años después descendió a Samaria {para visitar} a Acab. Y Acab mató muchas ovejas y bueyes para él y para el pueblo que {estaba} con él, y lo persuadió a que subiera con él contra Ramot de Galaad.

Dijo además Josafat al rey de Israel: ``Te ruego que primero consultes la palabra del SEÑOR."

Pero Josafat dijo: `` ¿No queda aún aquí {algún} profeta del SEÑOR para que le consultemos?"

El mensajero que fue a llamar a Micaías le advirtió: ``Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Por esto te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente."

Pero Micaías le contestó: ``Vive el SEÑOR, que lo que mi Dios {me} diga, eso hablaré."

Entonces el rey le dijo a Micaías: `` ¿Cuántas veces he de tomarte juramento de que no me digas más que la verdad en el nombre del SEÑOR?"

Y él respondió: ``Vi a todo Israel Esparcido por los montes, Como ovejas sin pastor; Y el SEÑOR dijo: `Estos no tienen señor; Que cada uno vuelva a su casa en paz.'"

Entonces el rey de Israel le dijo a Josafat: `` ¿No te dije que no profetizaría lo bueno acerca de mí, sino lo malo?"

"Y el SEÑOR dijo: ` ¿Quién persuadirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?' Y uno decía de una manera, y otro de otra.

Respondió Micaías: ``Tú {lo} verás aquél día en que entres en un aposento interior para esconderte."

y díganles: `Así dice el rey: ``Echen a éste en la cárcel, y aliméntenlo con poco pan y poca agua hasta que yo vuelva en paz."'"

pues al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.

Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: `` ¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto {traer} sobre ti la ira del SEÑOR?

y dijo a los jueces: ``Miren lo que hacen, pues no juzgan en lugar de los hombres, sino en lugar del SEÑOR que está con ustedes cuando hacen justicia.

"Ahora pues, que el temor del SEÑOR esté sobre ustedes. Tengan cuidado en lo que hacen, porque con el SEÑOR nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno."

"Cuando llegue a ustedes cualquier querella de sus hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y ordenanzas, ustedes los amonestarán para que no sean culpables delante del SEÑOR, y la ira {no} venga sobre ustedes ni sobre sus hermanos. Así harán y no serán culpables.

Aconteció después de esto, que los Moabitas, los Amonitas, y con ellos {algunos} de los Meunitas, vinieron a pelear contra Josafat.

" ¿No fuiste Tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de Tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de Tu amigo Abraham?

"Y ahora, los Amonitas y Moabitas y los del Monte Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiera cuando salió de la tierra de Egipto (por lo cual se apartaron de ellos y no los destruyeron),

mira {cómo} nos pagan, viniendo a echarnos de Tu posesión, la que nos diste en heredad.

"Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti."

Después de consultar con el pueblo, designó a algunos que cantaran al SEÑOR y a algunos que {le} alabaran en vestiduras santas, conforme salían delante del ejército y que dijeran: ``Den gracias al SEÑOR, porque para siempre es Su misericordia."

Cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el SEÑOR puso emboscadas contra los Amonitas, los Moabitas y los del Monte Seir, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados.

Al llegar Josafat y su pueblo para recoger el botín, hallaron mucho entre {los cadáveres,} incluyendo mercaderías, vestidos y objetos preciosos que tomaron para sí, más de los que podían llevar. Estuvieron tres días recogiendo el botín, pues había mucho.

Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.

Los demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, están escritos en las crónicas de Jehú, hijo de Hananí, que están mencionados en el Libro de los Reyes de Israel.

Y se alió con él para hacer naves que fueran a Tarsis, y construyeron las naves en Ezión Geber.

Entonces Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat: ``Por cuanto te has aliado con Ocozías, el SEÑOR ha destruido tus obras." Así que las naves fueron destruidas y no pudieron ir a Tarsis.

Sin embargo el SEÑOR no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había prometido darle una lámpara a él y a sus hijos para siempre.

Entonces pasó Joram con sus capitanes, y todos sus carros con él. Y levantándose de noche, atacó a los Edomitas que lo tenían cercado a él y a los capitanes de los carros.

Además, Joram hizo lugares altos en los montes de Judá, haciendo que los habitantes de Jerusalén se prostituyeran y que Judá se desviara.

Entonces le llegó a Joram una carta del profeta Elías, que decía: ``Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: `Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,

sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Israel se hayan prostituido como se prostituyó la casa de Acab, y también has matado a tus hermanos, tu propia familia, que eran mejores que tú,

y tú sufrirás una grave enfermedad, una enfermedad de los intestinos, hasta que día tras día se te salgan a causa de la enfermedad.'"

Entonces el SEÑOR movió contra Joram el espíritu de los Filisteos y de los Arabes que eran vecinos de los Etíopes;

los cuales subieron contra Judá y la invadieron, y se llevaron todas las posesiones que se hallaban en la casa del rey, y también a sus hijos y a sus mujeres, de modo que no le quedó más hijo que Joacaz, el menor de sus hijos.

Con el correr del tiempo, después de dos años, los intestinos se le salieron a causa de su enfermedad, y murió con grandes dolores. Su pueblo no le encendió una hoguera como la hoguera {que habían encendido} por sus padres.

Joram tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén; y murió sin que nadie lo lamentara. Lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

Entonces los habitantes de Jerusalén hicieron rey en su lugar a Ocozías (Joacaz), hijo menor de Joram, porque la banda de hombres que vinieron con los Arabes al campamento había matado a todos los {hijos} mayores. Por lo cual Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, comenzó a reinar.

y {éste} volvió a Jezreel para ser curado de las heridas que le habían hecho en Ramot, cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Entonces Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, descendió a visitar a Joram, hijo de Acab, en Jezreel, que estaba enfermo.

Cuando Jehú estaba ejecutando justicia contra la casa de Acab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías que estaban al servicio de Ocozías, y los mató.

También buscó a Ocozías, que lo prendieron cuando estaba escondido en Samaria. Lo llevaron a Jehú y lo mataron, pero le dieron sepultura, pues decían: ``Es hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón." Así que no quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino.

Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó toda la descendencia real de la casa de Judá.

Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada (pues era hermana de Ocozías), lo escondió de Atalía para que no le diera muerte.

"Esto es lo que harán: una tercera parte de ustedes, de los sacerdotes y los Levitas que entran en el día de reposo {estarán de} porteros;

"Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR, excepto los sacerdotes y los Levitas que ministran; éstos pueden entrar porque son santos. Y que todo el pueblo guarde el precepto del SEÑOR.

"Los Levitas rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que entre en la casa será muerto. Ustedes estarán con el rey cuando entre y cuando salga."

Y los Levitas y todo Judá hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, porque el sacerdote Joiada no despidió a {ninguno} de los grupos.

Entonces el sacerdote Joiada dio a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos grandes y pequeños que {habían sido} del rey David, que {estaban} en la casa de Dios.

Al oír Atalía el estruendo del pueblo que corría y alababa al rey, se llegó al pueblo en la casa del SEÑOR,

y miró que el rey estaba de pie junto a su columna a la entrada, y los capitanes y los trompetas {estaban} junto al rey. Y todo el pueblo del país se regocijaba y tocaba trompetas, y los cantores con {sus} instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y gritó: `` ¡Traición! ¡Traición!"

Pero el sacerdote Joiada sacó a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército, y les dijo: ``Sáquenla de entre las filas; y al que la siga, mátenlo a espada." Porque el sacerdote les había dicho: ``No la maten en la casa del SEÑOR."

Así que le echaron mano, y cuando ella llegó a la entrada de la Puerta de los Caballos de la casa del rey, allí la mataron.

Entonces Joiada hizo un pacto entre todo el pueblo y el rey, de que ellos serían el pueblo del SEÑOR.

Colocó porteros junto a las puertas de la casa del SEÑOR, de modo que no entrara ninguno {que} por alguna causa {estuviera} inmundo.

Sucedió después de esto que Joás decidió restaurar la casa del SEÑOR.

Así que reunió a los sacerdotes y a los Levitas, y les dijo: ``Salgan a las ciudades de Judá, y recojan dinero de todo Israel para reparar anualmente la casa de su Dios; y dense prisa en esto." Pero los Levitas no se apresuraron.

Entonces el rey llamó al sumo {sacerdote} Joiada, y le dijo: `` ¿Por qué no has exigido a los Levitas que traigan de Judá y de Jerusalén la contribución que Moisés, siervo del SEÑOR, {impuso} sobre la congregación de Israel para la tienda del testimonio?"

Entonces el rey, mandó que hicieran un cofre y lo colocaron afuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR.

Y proclamaron en Judá y en Jerusalén que trajeran al SEÑOR la contribución que Moisés, siervo de Dios, {impuso} sobre Israel en el desierto.

Y sucedía que siempre que el cofre era traído al oficial del rey por los Levitas, y cuando veían que había mucho dinero, entonces el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote venían, vaciaban el cofre, lo tomaban y lo volvían a su lugar. Así hacían diariamente y recogían mucho dinero.

El rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR. Estos contrataron canteros y carpinteros para reparar la casa del SEÑOR, y también artífices en hierro y bronce para reparar la casa del SEÑOR.

Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada. El se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: ``Así ha dicho Dios: ` ¿Por qué quebrantan ustedes los mandamientos del SEÑOR y no prosperan ? Por haber abandonado al SEÑOR, El también los ha abandonado.'"

No se acordó el rey Joás de la bondad que Joiada, padre de Zacarías, le había mostrado, sino que asesinó a su hijo. Y {éste} al morir dijo: ``Que {lo} vea el SEÑOR y tome venganza."

Y aconteció que a la vuelta del año, el ejército de los Arameos subió contra Joás; y vinieron a Judá y a Jerusalén, destruyeron de entre la población a todos los oficiales del pueblo, y enviaron todo el botín al rey de Damasco.

Estos son los que conspiraron contra él: Zabad, hijo de Simeat la Amonita, y Jozabad, hijo de Simrit la Moabita.

Y una vez afianzado el reino en su mano, mató a los siervos suyos que habían asesinado al rey su padre.

Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el Libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó: ``No se dará muerte a los padres por {culpa de} los hijos, ni se dará muerte a los hijos por {culpa de} los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado."

Pero un hombre de Dios vino a Amasías y le dijo: ``Oh rey, no permita que el ejército de Israel vaya con usted, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.

Amasías dijo al hombre de Dios: `` ¿Y qué {debo} hacer con los 3.4 toneladas que he dado a las tropas de Israel?" ``El SEÑOR tiene mucho más que darle que esto," respondió el hombre de Dios.

Entonces Amasías despidió las tropas que vinieron a él de Efraín, para que se fueran a sus casas. Porque se encendió en gran manera la ira de ellos contra Judá, así que regresaron a sus casas ardiendo en ira.

Pero las tropas que Amasías había hecho volver para que no fueran con él a la batalla, saquearon las ciudades de Judá desde Samaria hasta Bet Horón, mataron a 3,000 de ellos y tomaron mucho botín.

Después que Amasías regresó de la matanza de los Edomitas, trajo los dioses de los hijos de Seir y los puso como sus dioses, se postró delante de ellos y les quemó incienso.

Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: `` ¿Por qué has buscado a los dioses de {otro} pueblo que no pudieron librar a su propio pueblo de tu mano?"

Y mientras el profeta hablaba con él, el {rey} le dijo: `` ¿Acaso te hemos constituido consejero real? Detente. ¿Por qué {buscas que} te maten?" Entonces el profeta se detuvo, y dijo: ``Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo."

Joás, rey de Israel, envió {este mensaje} a Amasías, rey de Judá: ``El cardo que estaba en el Líbano, envió a decir al cedro que estaba en el Líbano: `Da a tu hija por mujer a mi hijo.' Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.

"Tú dijiste: `He derrotado a Edom'; y tu corazón se ha envanecido para gloriarte. Quédate ahora en tu casa; ¿por qué quieres provocar el mal, de modo que caigas tú y Judá contigo?"

Subió Joás, rey de Israel, y él y Amasías, rey de Judá, se enfrentaron en Bet Semes, que pertenece a Judá.

Joás {tomó} todo el oro y la plata, todos los utensilios que se encontraban con Obed Edom en la casa de Dios, los tesoros de la casa del rey y {también} los rehenes, y se volvió a Samaria.

Desde el día en que Amasías se apartó de seguir al SEÑOR, conspiraron contra él en Jerusalén, y él huyó a Laquis; pero lo persiguieron hasta Laquis y allí lo mataron.

Y todo el pueblo de Judá tomó a Uzías (Azarías), que {tenía} dieciséis años, y lo hicieron rey en lugar de su padre Amasías.

El edificó a Elot y la restituyó a Judá después que el rey Amasías durmió con sus padres.

Uzías hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho.

Dios {lo} ayudó contra los Filisteos, contra los Arabes que habitaban en Gurbaal y {contra} los Meunitas.

Uzías tenía un ejército listo para la batalla, que salía al combate por divisiones conforme al número de su alistamiento, preparado por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.

Y bajo su mando estaba un ejército poderoso de 307,500 que hacían la guerra con gran poder para ayudar al rey contra el enemigo.

Y en Jerusalén hizo máquinas {de guerra} inventadas por hombres hábiles para poner{las} en las torres y en las esquinas, para arrojar flechas y grandes piedras. Por eso su fama se extendió hasta muy lejos, porque fue ayudado en forma prodigiosa hasta que se hizo muy fuerte.

Pero cuando llegó a ser fuerte, su corazón se hizo tan orgulloso que obró corruptamente, y fue infiel al SEÑOR su Dios, pues entró al templo del SEÑOR para quemar incienso sobre el altar del incienso.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso