14283 casos

'Que' en la Biblia

y decían a los montes y a las peñas: ``Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia de Aquél que está sentado en el trono y de la ira del Cordero.

Después de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.

También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar:

``No hagan daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios."

Oí el número de los que fueron sellados: 144,000 sellados de todas las tribus de los Israelitas.

Clamaban a gran voz: ``La salvación {pertenece} a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero."

Uno de los ancianos habló diciéndome: ``Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?"

Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que {lo} añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo en la noche.

Entonces miré, y oí volar un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: `` ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!"

El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo.

Se les dijo que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino {sólo} a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente.

El aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas {tenían} como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.

También tenían corazas como corazas de hierro. El ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla.

El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios,

y decía al sexto ángel que tenía la trompeta: ``Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran Río Eufrates."

Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes, y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad.

Así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: {los jinetes} tenían corazas {color} de fuego, de jacinto y de azufre. Las cabezas de los caballos {eran} como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo, y azufre.

La tercera parte de la humanidad fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo, y el azufre que salían de sus bocas.

Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube. El arco iris {estaba} sobre su cabeza, su rostro {era} como el sol y sus pies como columnas de fuego.

Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, cuando oí una voz del cielo que decía: ``Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas."

Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano derecha al cielo,

y juró por Aquél que vive por los siglos de los siglos, QUIEN CREO EL CIELO Y LAS COSAS QUE EN EL {hay,} Y LA TIERRA Y LAS COSAS QUE EN ELLA {hay,} Y EL MAR Y LAS COSAS QUE EN EL {hay}, que ya no habrá más demora.

La voz que yo había oído del cielo, la {oí} de nuevo hablando conmigo: ``Ve, toma el libro (el rollo) que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra."

Entonces fui al ángel y le dije que me diera el librito. Y él me dijo: ``Tóma{lo} y devóralo. Te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel."

Me fue dada una caña de medir (unos 3 m) semejante a una vara, y alguien dijo: ``Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran.

"Pero excluye el patio (el atrio) que está fuera del templo, no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, y {éstas} pisotearán la ciudad santa por cuarenta y dos meses.

Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra.

Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño.

Ellos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda {suerte de} plagas todas las veces que quieran.

Sus cadáveres {estarán} en la calle de la gran ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado.

{Gente} de {todos} los pueblos, tribus, lenguas, y naciones, contemplarán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sus cadáveres sean sepultados.

Los que moran en la tierra se regocijarán por ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que moran en la tierra.

Entonces ellos oyeron una gran voz del cielo que les decía: ``Suban acá." Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.

Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios,

Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz.

Y ella dio a luz un Hijo varón, que ha de regir (pastorear) a todas las naciones con vara de hierro. Su Hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta Su trono.

"Por lo cual regocíjense, cielos y los que moran en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a ustedes con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo."

Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al {Hijo} varón.

Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de la presencia de la serpiente al desierto, a su lugar, donde fue sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo.

Pero la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había arrojado de su boca.

Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.

El {dragón} se paró sobre la arena del mar. Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. En sus cuernos {había} diez diademas (coronas), y en sus cabezas {había} nombres blasfemos.

La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. El dragón le dio su poder, su trono, y gran autoridad.

A la bestia se le dio una boca que hablaba palabras arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses.

Y abrió su boca con blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre y Su tabernáculo, {es decir, contra} los que moran en el cielo.

Si alguno tiene oído, que oiga.

Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en su presencia, y hace que la tierra y los que moran en ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

Además engaña a los que moran en la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía la herida de la espada y que ha vuelto a vivir.

para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, {la cual es} el nombre de la bestia o el número de su nombre.

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es 666.

Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí {era} como {el sonido} de arpistas tocando sus arpas.

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados (comprados) de la tierra.

Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos {son} los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados (comprados) de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.

él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro en la copa de Su ira. Será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero.

Y miré, y había una nube blanca, y en la nube {estaba} sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada.

Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz a Aquél que estaba sentado en la nube: ``Mete Tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura."

Aquél que estaba sentado en la nube metió Su hoz sobre la tierra y la tierra fue segada.

Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar, y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndo{le:} ``Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras."

El lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre {que subió} hasta los frenos de los caballos por una distancia como de 320 kilómetros.

Vi también como un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que habían salido victoriosos sobre la bestia, sobre su imagen y sobre el número de su nombre, en pie sobre el mar de cristal, con arpas de Dios.

Y salieron del templo los siete ángeles que tenían las siete plagas. Estaban vestidos de lino puro {y} resplandeciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.

El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles.

El segundo {ángel} derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que {había} en el mar.

Oí al ángel de las aguas, que decía: ``Justo eres Tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;

También oí al altar, que decía: ``Sí, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son Tus juicios."

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso