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'Que' en la Biblia

También temían (reverenciaban) al SEÑOR pero nombraron de entre sí sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos.

Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen (reverencian) al SEÑOR, ni siguen sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el SEÑOR había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel,

"Sino que al SEÑOR, que los hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y con brazo extendido, a El temerán (reverenciarán) y ante El se inclinarán y a El ofrecerán sacrificios.

"Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que El les escribió, cuidarán de cumplir{los} siempre, y no temerán a otros dioses.

"Y el pacto que he hecho con ustedes, no lo olvidarán, ni temerán a otros dioses.

"Sino que al SEÑOR su Dios temerán, y El los librará de mano de todos sus enemigos."

Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre.

Y aunque estas naciones temían al SEÑOR, también servían a sus ídolos; {y} de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.

Quitó los lugares altos, derribó los pilares {sagrados} y cortó la Asera (deidad femenina). También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los Israelitas le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán.

Ezequías confió en el SEÑOR, Dios de Israel. Después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni {entre los} que fueron antes de él,

porque se apegó al SEÑOR; no se apartó de El, sino que guardó los mandamientos que el SEÑOR había ordenado a Moisés.

El SEÑOR estaba con él; adondequiera que iba prosperaba. Se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió.

En el año cuarto del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Samaria y la sitió,

y después de tres años la tomaron. En el año sexto de Ezequías, que era el año noveno de Oseas, rey de Israel, Samaria fue tomada.

porque no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios, sino que quebrantaron Su pacto, {es decir,} todo lo que Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado; no escucharon, ni {lo} cumplieron.

Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria en Laquis: ``He hecho lo malo. Retírate de mí; lo que me impongas, aceptaré." Y el rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, 10.2 toneladas de plata y una tonelada de oro.

Y Ezequías {le} dio toda la plata que se hallaba en la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey.

En aquel tiempo Ezequías quitó {el oro de} las puertas del templo del SEÑOR, y {de} los postes {de las puertas} que {el mismo} Ezequías, rey de Judá, había revestido {de oro,} y lo entregó al rey de Asiria.

Desde Laquis el rey de Asiria envió a Jerusalén, al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces (oficiales de alto rango) con un gran ejército contra el rey Ezequías. Y subieron y llegaron a Jerusalén. Y cuando subieron, llegaron y se colocaron junto al acueducto del estanque superior que está en la calzada del campo del Batanero.

Llamaron al rey, y salió a ellos Eliaquim, hijo de Hilcías, que era mayordomo, con el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf.

Entonces el Rabsaces les dijo: ``Digan ahora a Ezequías: `Así dice el gran rey, el rey de Asiria: `` ¿Qué confianza es ésta que tú tienes?

"Tú dices (pero sólo {son} palabras vanas): `{Tengo} consejo y poder para la guerra.' {Pero} ahora, ¿en quién confías que te has rebelado contra mí?

"Yo sé que tú confías en el báculo de esta caña quebrada, {es decir,} en Egipto, en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.

"Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré 2,000 caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.

Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: ``Le rogamos que hable a sus siervos en Arameo, porque nosotros {lo} entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla."

Pero el Rabsaces les dijo: `` ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?"

"Así dice el rey: `Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar de mi mano;

ni que Ezequías les haga confiar en el SEÑOR, diciendo: ``Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'"

hasta que yo venga y los lleve a una tierra como la tierra de ustedes, tierra de grano y de vino nuevo, tierra de pan y de viñas, tierra de olivos y de miel, para que vivan y no mueran." Pero no escuchen a Ezequías porque los engaña, diciendo: ``El SEÑOR nos librará."

~` ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas tierras han librado su tierra de mi mano, para que el SEÑOR libre a Jerusalén de mi mano?'"

~`Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y {lo} reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'"

éste les dijo: ``Así dirán a su señor: `Así dice el SEÑOR: ``No temas por las palabras que has oído, con las que los criados del rey de Asiria Me han blasfemado.

Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna, pues había oído que {el rey} había partido de Laquis.

~`Tú has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todas las naciones, destruyéndolas por completo, ¿y serás tú librado?

~` ¿Acaso los libraron los dioses de las naciones que mis padres destruyeron, {es decir,} Gozán, Harán, Resef y a los hijos de Edén que {estaban} en Telasar?

Y oró Ezequías delante del SEÑOR, y dijo: ``Oh SEÑOR, Dios de Israel, que estás {sobre} los querubines, sólo Tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú hiciste los cielos y la tierra.

"Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, Tus ojos y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.

"Y ahora, oh SEÑOR, Dios nuestro, líbranos, Te ruego, de su mano para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo Tú, oh SEÑOR, eres Dios."

Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Lo que Me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he escuchado.'

"Esta es la palabra que el SEÑOR ha hablado contra él: `Te ha despreciado y se ha burlado de ti La virgen hija de Sion; Ha movido la cabeza a tus espaldas La hija de Jerusalén.

` ¿No has oído? Hace mucho tiempo que lo hice, Desde la antigüedad lo había planeado. Ahora lo he realizado, Para que conviertas las ciudades fortificadas En montones de ruinas.

~`Sus habitantes, faltos de fuerzas, Fueron desalentados y humillados; Vinieron a ser {como} la vegetación del campo Y {como} la hierba verde, {Como} la hierba en los techos que se quema Antes de que haya crecido.

~`Esto te será por señal: Este año ustedes comerán lo que crezca espontáneamente; el segundo año lo que nazca de por sí, y en el tercer año siembren, sieguen, planten viñas y coman su fruto.

~`Y el remanente de la casa de Judá que se salve, de nuevo echará raíces por debajo y dará fruto por arriba.

``Por el camino que vino, por él se volverá, y no entrará en esta ciudad,"' declara el SEÑOR.

Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando {los demás} se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres.

``Te ruego, oh SEÑOR, que Te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante Tus ojos." Y Ezequías lloró amargamente.

Y antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del SEÑOR, diciendo:

Y Ezequías dijo a Isaías: `` ¿Cuál será la señal de que el SEÑOR me sanará, y de que subiré a la casa del SEÑOR al tercer día?"

Respondió Isaías: ``Esta será la señal del SEÑOR para ti, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho: ¿avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados?"

Y Ezequías respondió: ``Es fácil que la sombra decline diez grados; {pero} no que la sombra vuelva atrás diez grados."

El profeta Isaías clamó al SEÑOR, y El hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas por las que había declinado, en las gradas de Acaz.

En aquel tiempo Berodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías, porque oyó que Ezequías había estado enfermo.

Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.

Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: `` ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?" Y Ezequías respondió: ``Han venido de un país lejano, de Babilonia."

Y él dijo: `` ¿Qué han visto en tu casa?" Y Ezequías respondió: ``Han visto todo lo que hay en mi casa; no hay nada entre mis tesoros que yo no les haya mostrado."

`Vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará,' dice el SEÑOR.

~`Y {algunos} de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados, y serán oficiales en el palacio del rey de Babilonia.'"

Entonces Ezequías dijo a Isaías: ``La palabra del SEÑOR que has hablado es buena. Pues pensaba: ¿No es así, si hay paz y seguridad en mis días?"

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había desposeído delante de los Israelitas.

Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había destruido; levantó también altares a Baal e hizo una Asera (deidad femenina), como había hecho Acab, rey de Israel, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió.

Colocó la imagen tallada de Asera (deidad femenina) que él había hecho, en la casa de la cual el SEÑOR había dicho a David y a su hijo Salomón: ``En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré Mi nombre para siempre.

"Y haré que nunca más los pies de Israel vaguen {fuera} de la tierra que di a sus padres, con tal de que cuiden de hacer conforme a todo lo que les he mandado, y conforme a toda la ley que Mi siervo Moisés les ordenó."

Pero ellos no escucharon, y Manasés hizo que se extraviaran para que hicieran lo malo, más que las naciones que el SEÑOR había destruido delante de los Israelitas.

``Por cuanto Manasés, rey de Judá, ha hecho estas abominaciones, habiendo hecho lo malo más que todo lo que hicieron los Amorreos antes de él, haciendo pecar también a Judá con sus ídolos;

por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Voy a traer {tal} calamidad sobre Jerusalén y Judá, que a todo el que oiga de ello le retumbarán ambos oídos.

porque han hecho lo malo ante Mis ojos, y han estado provocándome a ira desde el día en que sus padres salieron de Egipto, hasta el día de hoy.'"

Además, Manasés derramó muchísima sangre inocente hasta llenar a Jerusalén de un extremo a otro, aparte de su pecado con el que hizo pecar a Judá para que hiciera lo malo ante los ojos del SEÑOR.

Los demás hechos de Manasés, todo lo que hizo y el pecado que cometió, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá?

Pues anduvo en todo el camino en que su padre había andado, sirvió a los ídolos a los que su padre había servido y los adoró.

Pero el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón, y en su lugar el pueblo de la tierra hizo rey a su hijo Josías.

Los demás hechos que Amón hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá?

``Ve al sumo sacerdote Hilcías para que cuente el dinero traído a la casa del SEÑOR, que los guardianes del umbral han recogido del pueblo,

y que lo pongan en mano de los obreros encargados de supervisar la casa del SEÑOR, y que ellos lo den a los obreros que están asignados en la casa del SEÑOR para reparar los daños de la casa,

Y el escriba Safán vino al rey, y trajo palabra al rey, diciendo: ``Sus siervos han tomado el dinero que se halló en la casa, y lo han puesto en mano de los obreros encargados de supervisar la casa del SEÑOR."

``Vayan, consulten al SEÑOR por mí, por el pueblo y por todo Judá acerca de las palabras de este libro que se ha encontrado, porque grande es la ira del SEÑOR que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no han escuchado las palabras de este libro, haciendo conforme a todo lo que está escrito de nosotros."

Y ella les dijo: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Digan al hombre que los ha enviado a mí:

~`Así dice el SEÑOR: ``Voy a traer mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, {según} todas las palabras del libro que ha leído el rey de Judá.

``Pero al rey de Judá que los envió a consultar al SEÑOR, así le dirán: `Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``{En cuanto} a las palabras que has oído,

porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de Mí, ciertamente te he oído,' declara el SEÑOR.

"Por tanto, te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que Yo voy a traer sobre este lugar."'" Y llevaron la respuesta al rey.

Y el rey subió a la casa del SEÑOR, y con él todos los hombres de Judá, todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor; y leyó en su presencia todas las palabras del Libro del Pacto que había sido hallado en la casa del SEÑOR.

Después el rey ordenó que el sumo sacerdote Hilcías y los sacerdotes de segundo orden y los guardianes del umbral, sacaran del templo del SEÑOR todas las vasijas que se habían hecho para Baal, para la Asera (deidad femenina) y para todo el ejército de los cielos, y los quemó fuera de Jerusalén en los campos del Cedrón y llevó sus cenizas a Betel (Casa de Dios).

Josías quitó a los sacerdotes idólatras que los reyes de Judá habían nombrado para quemar incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá y en los alrededores de Jerusalén, también a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, a las constelaciones y a todo el ejército de los cielos.

También derribó las casas de los dedicados a la prostitución que {estaban} en la casa del SEÑOR, donde las mujeres tejían pabellones para la Asera.

Entonces Josías trajo a todos los sacerdotes de las ciudades de Judá, y profanó los lugares altos donde los sacerdotes habían quemado incienso, desde Geba hasta Beerseba, y derribó los lugares altos de las puertas que {estaban} a la entrada de la Puerta de Josué, gobernador de la ciudad, a la izquierda de la puerta de la ciudad.

Sin embargo, los sacerdotes de los lugares altos no podían subir al altar del SEÑOR en Jerusalén, sino que comían panes sin levadura entre sus hermanos.

También profanó al Tofet que está en el Valle de Ben Hinom, para que nadie hiciera pasar por fuego a su hijo o a su hija para {honrar a} Moloc.

A la entrada de la casa del SEÑOR, junto a la cámara de Natán Melec, el oficial que {estaba} en las dependencias, quitó los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol, y prendió fuego a los carros del sol.

Y los altares que {estaban} sobre el techo, el aposento alto de Acaz que habían hecho los reyes de Judá, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa del SEÑOR el rey los derribó, los destrozó allí y arrojó su polvo al torrente Cedrón.

El rey también profanó los lugares altos que {estaban} frente a Jerusalén, los que {estaban} a la derecha del monte de destrucción, que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, abominación de los Sidonios, y a Quemos, abominación de los Moabitas, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas.

Además, derribó el altar que {estaba} en Betel {y} el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, {el} que hizo pecar a Israel, {o sea, derribó} también aquel altar y el lugar alto, destruyó sus piedras, las redujo a polvo y quemó la Asera.

Al regresar, Josías vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.

Entonces dijo: `` ¿Qué monumento es éste que veo?" Y los hombres de la ciudad le dijeron: ``Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel."

Y él dijo: ``Déjenlo en paz; que nadie moleste sus huesos." Así dejaron sus huesos intactos con los huesos del profeta que vino de Samaria.

Josías quitó también todas las casas de los lugares altos que {estaban} en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel provocando a ira al SEÑOR. Les hizo tal y como había hecho en Betel.

Y mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que {estaban} allí, y quemó huesos humanos sobre ellos. Y regresó a Jerusalén.

{En verdad} que tal Pascua no se había celebrado desde los días de los jueces que gobernaban a Israel, ni en ninguno de los días de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

Josías también quitó a los adivinos y a los espiritistas, los ídolos domésticos y los {otros} ídolos, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, con el fin de confirmar las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa del SEÑOR.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso