14283 casos

'Que' en la Biblia

A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados.

Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El.

Jesús les respondió: ``Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique también allí, porque para eso he venido."

``Mira," le dijo, ``no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos."

Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.

Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa.

Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les explicaba la palabra.

Como no pudieron acercarse a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo {encima} de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que estaba acostado el paralítico.

" ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te son perdonados,' o decir{le:} `Levántate, toma tu camilla y anda'?

"Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," dijo al paralítico:

Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: ``Jamás hemos visto cosa semejante."

Y sucedió que estando Jesús sentado {a la mesa} en casa de Leví (Mateo), muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús y Sus discípulos; porque había muchos de ellos que Lo seguían.

Cuando los escribas de los Fariseos vieron que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a Sus discípulos: `` ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores?"

Al oír {esto,} Jesús les dijo: ``Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores."

Los discípulos de Juan y los Fariseos estaban ayunando; y vinieron y dijeron a Jesús: `` ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los Fariseos, pero Tus discípulos no ayunan?"

"Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierden el vino {y también} los odres; sino que {se echa} vino nuevo en odres nuevos."

Aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por los sembrados, y Sus discípulos, mientras se abrían paso, comenzaron a arrancar espigas.

Entonces los Fariseos Le decían: ``Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo?"

Jesús les contestó: `` ¿Nunca han leído lo que David hizo cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y también sus compañeros;

cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, {el} sumo sacerdote, y comió los panes consagrados que no es lícito {a nadie} comer, sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él?"

Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca (paralizada).

Y Jesús le dijo al hombre que tenía la mano seca: ``Levántate {y ponte aquí} en medio."

Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana.

de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran multitud, {que} al oír todo lo que Jesús hacía, vino a El.

Y dijo a Sus discípulos que tuvieran lista una barca para El por causa de la multitud, para que no Lo oprimieran;

porque El había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones, para tocar a Jesús, se echaban sobre El.

Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de El y gritaban: ``Tú eres el Hijo de Dios."

Pero El les advertía con insistencia que no revelaran Su identidad.

Después Jesús subió al monte, llamó a los que El quiso, y ellos vinieron a El.

Jacobo (Santiago), {hijo} de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa: ``Hijos del Trueno");

"Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.

"En verdad les digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias con que blasfemen,

pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno."

Y mirando a los que estaban sentados en círculo alrededor de El, dijo: ``Aquí están Mi madre y Mis hermanos.

Comenzó Jesús a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a El una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca {que estaba} en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar.

Y añadió: ``El que tiene oídos para oír, que oiga."

``A ustedes les ha sido dado el misterio del reino de Dios," les decía, ``pero los que están afuera reciben todo en parábolas;

para que VIENDO, VEAN PERO NO PERCIBAN, Y OYENDO, OIGAN PERO NO ENTIENDAN, NO SEA QUE SE CONVIERTAN Y SEAN PERDONADOS."

"Y de igual manera, éstos en que se sembró la semilla en pedregales son los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo;

pero no tienen raíz {profunda} en sí mismos, sino que {sólo} son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida se apartan de ella.

"Otros son aquéllos en los que se sembró la semilla entre los espinos; éstos son los que han oído la palabra,

"Y otros son aquéllos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno."

"Porque nada hay oculto, si no es para que sea manifestado; ni {nada} ha estado en secreto, sino para que salga a la luz.

"Si alguno tiene oídos para oír, que oiga."

Además les decía: ``Cuídense de lo que oigan. Con la medida con que ustedes midan, se les medirá, y aun más se les dará.

"Porque al que tiene, se le dará {más,} pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará."

También Jesús decía:`` ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos?

"{Es} como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra,

sin embargo, después de sembrado, crece y llega a ser más grande que todas las hortalizas y echa grandes ramas, tanto que LAS AVES DEL CIELO pueden ANIDAR BAJO SU SOMBRA."

Pero se levantó una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya la barca se llenaba de agua.

Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: `` ¿Quién, pues, es Este que aun el viento y el mar Le obedecen?"

que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;

y gritando a gran voz, dijo: `` ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes."

Le rogaba entonces con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.

Y {los demonios} Le rogaron, diciendo: ``Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos."

Los que cuidaban los cerdos huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. Y {la gente} vino a ver qué era lo que había sucedido.

Los que lo habían visto les describieron cómo le había sucedido {esto} al endemoniado, y lo de los cerdos.

Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado Le rogaba que lo dejara ir con El.

Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: ``Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y {cómo} tuvo misericordia de ti."

Cuando Jesús pasó otra vez en la barca al otro lado, se reunió una gran multitud alrededor de El; así que El se quedó junto al mar.

Había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado.

Enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de El, volviéndose entre la gente, dijo: `` ¿Quién ha tocado Mi ropa?"

Y Sus discípulos Le dijeron: ``Ves que la multitud Te oprime, y preguntas: ` ¿Quién Me ha tocado?'"

Pero El miraba a su alrededor para ver a la {mujer} que Lo había tocado.

Entonces la mujer, temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y Le dijo toda la verdad.

Mientras El estaba todavía hablando, vinieron {unos enviados} de {la casa del} oficial de la sinagoga, diciendo: ``Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas aún al Maestro?"

Y no permitió que nadie fuera con El sino {sólo} Pedro, Jacobo (Santiago) y Juan, hermano de Jacobo.

Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y {a los que} lloraban y se lamentaban mucho.

Y se burlaban de El. Pero echando fuera a todos, Jesús tomó consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con El, y entró donde estaba la niña.

Tomando a la niña por la mano, le dijo: ``Talita cum," que traducido significa: ``Niña, a ti te digo, ¡levántate!"

Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.

Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: `` ¿Dónde {obtuvo} Este tales cosas, y cuál es {esta} sabiduría {que} Le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?

y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto;

Y añadió: ``Dondequiera que entren en una casa, quédense en ella hasta que salgan de la población.

"En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta de los pies en testimonio contra ellos."

El rey Herodes (Antipas) se enteró {de esto,} pues el nombre de Jesús se había hecho célebre, y la {gente} decía: ``Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él."

porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo.

y cuando la hija de Herodías (Salomé) entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban {a la mesa} con él; y el rey dijo a la muchacha: ``Pídeme lo que quieras y te lo daré."

Y le juró: ``Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino."

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso