14283 casos

'Que' en la Biblia

Llegaron {los de Joab} y lo sitiaron en Abel Bet Maaca, y levantaron un terraplén contra la ciudad, y {éste} estaba junto al baluarte. Todo el pueblo que {iba} con Joab se puso a socavar el muro para derribarlo.

Entonces una mujer sabia gritó desde la ciudad: ``Oigan, oigan; ruego que digan a Joab: `Venga acá para que hable con usted.'"

"Yo soy de las pacíficas {y} fieles en Israel. Usted procura destruir una ciudad madre (importante) en Israel. ¿Por qué ha de destruir la heredad del SEÑOR?"

Y Joab respondió: ``Lejos, lejos esté de mí que yo destruya o extermine.

"Este no es el caso, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Seba, hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David. Solamente entréguenlo, y yo me iré de la ciudad." Y la mujer dijo a Joab: ``Enseguida su cabeza le será arrojada por encima del muro."

Dijo, pues, David a los Gabaonitas: `` ¿Qué debo hacer por ustedes? ¿Y cómo haré restitución para que bendigan la heredad del SEÑOR?"

Entonces los Gabaonitas le respondieron: ``No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel." ``Haré por ustedes lo que digan," les dijo el rey.

Y ellos dijeron al rey: ``Del hombre que nos consumió y que trató de exterminarnos para que no quedáramos dentro del territorio de Israel,

que nos entreguen siete hombres de entre sus hijos, y los ahorcaremos delante del SEÑOR en Guibeá de Saúl, el elegido del SEÑOR." ``{Los} entregaré," dijo el rey.

Pero el rey perdonó a Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a causa del pacto del SEÑOR que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Saúl.

El rey tomó a los dos hijos de Rizpa, hija de Aja, Armoni y Mefiboset, que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Merab, hija de Saúl, que ella había dado a Adriel, hijo de Barzilai el Meholatita,

Entonces los entregó en manos de los Gabaonitas, que los ahorcaron en el monte delante del SEÑOR, de modo que los siete cayeron a la vez. Les dieron muerte en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la cosecha de la cebada.

Y Rizpa, hija de Aja, tomó tela de cilicio y lo tendió para sí sobre la roca, desde el comienzo de la cosecha hasta que llovió del cielo sobre ellos; y no permitió que las aves del cielo se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.

Cuando le contaron a David lo que había hecho Rizpa, hija de Aja, concubina de Saúl,

David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, {que estaban en posesión} de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet Sán, donde los Filisteos los habían colgado el día que los Filisteos mataron a Saúl en Gilboa.

Entonces sepultaron los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de su padre Cis, e hicieron todo lo que el rey había ordenado. Después de esto Dios fue movido a misericordia para con la tierra.

Entonces Isbi Benob, que {era} de los descendientes del gigante, y cuya lanza pesaba 300 {siclos} (3.4 kilos) de bronce, y que estaba ceñido con una {espada} nueva, trató de matar a David;

pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al Filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron: ``Nunca más saldrá a la batalla con nosotros, para que no apague la lámpara de Israel."

Después de esto otra vez hubo guerra en Gob contra los Filisteos. Entonces Sibecai el Husatita mató a Saf, que {era} de los descendientes del gigante.

Hubo guerra otra vez en Gat, donde había un hombre de {gran} estatura que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total. El también descendía del gigante.

David habló las palabras de este cántico al SEÑOR el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.

Me libró de mi poderoso enemigo, De los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo.

Dios es mi fortaleza poderosa, Y {el que} pone al íntegro (al intachable) en Su camino.

También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban.

Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; Me has guardado para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve.

El Dios que por mí hace venganza, Y hace caer pueblos debajo de mí;

El que me libra de mis enemigos. Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; Me rescatas del hombre violento.

Estas son las últimas palabras de David: ``Declara David, el hijo de Isaí, Y declara el hombre que fue exaltado, El ungido del Dios de Jacob, El dulce salmista de Israel:

Y el hombre que los toque Ha de estar armado con hierro y con asta de lanza, Y por fuego serán consumidos completamente en {su} lugar."

Estos son los nombres de los valientes que tenía David: Joseb Basebet el Tacmonita, principal de los capitanes; éste era {llamado} Adino el Eznita, por los 800 que mató una vez.

Y después de él, Eleazar, hijo de Dodo el Ahohíta, uno de los tres valientes {que estaban} con David cuando desafiaron a los Filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel.

El se levantó e hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó y se quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria. El pueblo volvió en pos de él, {pero} sólo para despojar {a los muertos.}

David sintió un gran deseo, y dijo: `` ¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!"

Entonces los tres valientes se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David. Pero él no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,

y dijo: ``Lejos esté de mí, oh SEÑOR, que yo haga esto. ¿{Beberé} la sangre de los hombres que fueron con {riesgo de} sus vidas?" Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.

Benaía, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cabseel, de grandes hazañas, mató a los dos {hijos de} Ariel de Moab. Y él descendió y mató a un león en medio de un foso un día que estaba nevando.

Y el rey dijo a Joab, comandante del ejército, que {estaba} con él: ``Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo para que yo sepa el número de la gente."

Pero Joab respondió al rey: ``Que el SEÑOR su Dios añada al pueblo cien veces más de lo que son, mientras {todavía} vean los ojos de mi señor el rey; pero, ¿por qué se complace mi señor el rey en esto?"

Pasaron el Jordán y acamparon en Aroer, a la derecha de la ciudad que está en medio del Valle de Gad, y en dirección a Jazer.

Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: había en Israel 800,000 hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá {eran} 500,000 hombres.

Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Y David dijo al SEÑOR: ``He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, Te ruego que quites la iniquidad de Tu siervo, porque he obrado muy neciamente."

``Ve y dile a David: `Así dice el SEÑOR: ``Te ofrezco tres cosas; escoge para ti una de ellas, para que Yo la haga."'"

Así que Gad fue a David y se lo hizo saber, diciéndo{le:} `` ¿{Quieres que} te vengan siete años de hambre en tu tierra, o que huyas por tres meses delante de tus enemigos mientras te persiguen, o que haya tres días de pestilencia en tu tierra? Considera ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me envió."

David respondió a Gad: ``Estoy muy angustiado. Te ruego que nos dejes caer en manos del SEÑOR porque grandes son Sus misericordias, pero no caiga yo en manos de hombre."

Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: `` ¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo.

Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: ``Yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que Tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre."

Y Arauna miró y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él; y saliendo Arauna, se postró rostro en tierra delante del rey.

Entonces Arauna dijo: `` ¿Por qué ha venido mi señor el rey a su siervo?" Y David respondió: ``A comprarte la era para edificar un altar al SEÑOR a fin de detener la plaga del pueblo."

Y Arauna dijo a David: ``Tome y ofrezca mi señor el rey lo {que parezca} bien a sus ojos. Mire, los bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para la leña.

"Todo, oh rey, Arauna lo da al rey." ``Que el SEÑOR su Dios le sea propicio," dijo Arauna al rey.

Pero el rey dijo a Arauna: ``No, sino que ciertamente por precio te {lo} compraré, pues no ofreceré al SEÑOR mi Dios holocausto que no me cueste nada." Y David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos (570 gramos) de plata.

Entonces sus siervos le dijeron: ``Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en su seno, para que mi señor el rey entre en calor."

Entretanto Adonías, hijo de Haguit, se ensalzaba diciendo: ``Yo seré rey." Y preparó para sí carros, hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante de él.

Su padre nunca lo había contrariado preguntándole: `` ¿Por qué has hecho esto?" El era también hombre de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón.

Y había consultado con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaban a Adonías.

Pero el sacerdote Sadoc, Benaía, hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David, no estaban con Adonías.

Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Zohélet, que está al lado de En Rogel. Invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey David, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey.

Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón y dijo: `` ¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey y que David nuestro señor no {lo} sabe?

"Ahora pues, ven, voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.

"Ve ahora mismo al rey David y dile: ` ¿No ha jurado usted, oh rey mi señor, a su sierva, diciendo: ``Ciertamente tu hijo Salomón será rey después de mí y se sentará en mi trono?" ¿Por qué, pues, se ha hecho rey Adonías?'

"Así que mientras estés aún hablando con el rey, yo entraré tras de ti y confirmaré tus palabras."

Entonces Betsabé se inclinó y se postró ante el rey. Y el rey le preguntó: `` ¿Qué deseas?"

"En cuanto a usted, mi señor el rey, los ojos de todo Israel están sobre usted, para que les haga saber quién ha de sentarse en el trono de mi señor el rey después de él.

"Pues sucederá que en cuanto mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables."

Sucedió que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán.

Y el rey juró: ``Vive el SEÑOR, que ha redimido mi vida de toda angustia,

que ciertamente como te juré por el SEÑOR, Dios de Israel: `Tu hijo Salomón será rey después de mí, y él se sentará sobre mi trono en mi lugar,' así lo haré hoy mismo."

"Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y toquen trompeta y digan: ` ¡Viva el rey Salomón!'

"Después subirán tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá."

"Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David."

Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los Cereteos y los Peleteos, descendieron e hicieron que Salomón montara en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

Luego todo el pueblo subió tras él. El pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran alegría, de modo que la tierra se estremecía con su sonido.

Y {lo} oyó Adonías y todos los invitados que {estaban} con él cuando habían terminado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: `` ¿Por qué hace la ciudad tal alboroto?"

"Y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido gozosos y se ha alborotado la ciudad. Este es el ruido que han oído.

y aun los siervos del rey han ido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciéndole: `Que su Dios haga el nombre de Salomón más célebre que su nombre y su trono más grande que el trono de usted.' Y el rey ha adorado en el lecho.

"El rey también ha dicho así: `Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío mientras mis ojos {lo} ven.'"

Y avisaron a Salomón, diciéndo{le:} ``Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: `Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo.'"

Entonces el rey Salomón envió que lo hicieran descender del altar. Y él vino y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: ``Vete a tu casa."

"Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en Sus caminos, guardando Sus estatutos, Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas,

para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo: `Si tus hijos guardan su camino, andando delante de Mí con fidelidad, con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará hombre sobre el trono de Israel.'

``También sabes lo que me hizo Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner, hijo de Ner, y a Amasa, hijo de Jeter, a los cuales mató; también derramó sangre de guerra en {tiempo de} paz. Y puso sangre de guerra en el cinturón que lo ceñía y en las sandalias que tenía en sus pies.

"Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol (región de los muertos) en paz.

"Pero muestra bondad a los hijos de Barzilai el Galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa; porque ellos me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.

"Mira, contigo está Simei, hijo de Gera, el Benjamita de Bahurim; él fue el que me maldijo con una terrible maldición el día que yo iba a Mahanaim. Pero cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el SEÑOR, diciendo: ``No te mataré a espada."

"Pero ahora, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio. Sabrás lo que debes hacer con él y harás que desciendan sus canas con sangre al Seol."

Los días que David reinó sobre Israel {fueron} cuarenta años: siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.

Y añadió: ``Tengo algo que decirle." Y ella dijo: ``Habla."

``Usted sabe," dijo él, ``que el reino era mío y que todo Israel esperaba que yo fuera rey; pero el reino ha cambiado {de manos} y ha venido a ser de mi hermano, porque {por voluntad} del SEÑOR era suyo.

El entonces dijo: ``Le ruego que hable al rey Salomón, pues él no se lo negará, para que me dé por mujer a Abisag la Sunamita."

Y ella dijo: ``Que se dé a Abisag la Sunamita por mujer a tu hermano Adonías."

El rey Salomón respondió a su madre: `` ¿Por qué pides a Abisag la Sunamita para Adonías? Pide para él también el reino, pues es mi hermano mayor, y con él están el sacerdote Abiatar y Joab, hijo de Sarvia."

"Ahora pues, vive el SEÑOR que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de mi padre David, y que me ha hecho una casa (una dinastía) como había prometido, que hoy mismo Adonías morirá."

Entonces dijo el rey al sacerdote Abiatar: ``Vete a Anatot, a tu campo, porque mereces morir; pero no te daré muerte en esta ocasión porque llevaste el arca del Señor DIOS delante de mi padre David, y porque fuiste afligido con todas las cosas con que mi padre fue afligido."

Así Salomón privó a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, para que se cumpliera la palabra que el SEÑOR había hablado acerca de la casa de Elí en Silo.

Y se le informó al rey Salomón que Joab había huido a la tienda del SEÑOR, y que estaba junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía, hijo de Joiada, diciendo: ``Ve y atácalo."

Y el rey le dijo: ``Haz como él ha dicho; atácalo, {mátalo} y entiérralo, para que quites de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso