14283 casos

'Que' en la Biblia

entonces la joven venía al rey de esta manera: cualquier cosa que ella deseaba se le concedía para que la llevara consigo del harén al palacio del rey.

Ella entraba por la tarde y a la mañana {siguiente} volvía al segundo harén, bajo la custodia de Saasgaz, eunuco del rey, encargado de las concubinas. Ella no iba otra vez al rey a menos que el rey se complaciera en ella y fuera llamada por nombre.

Cuando a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, que la había tomado como hija, le tocó venir al rey, ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejó Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres. Y Ester hallaba favor ante los ojos de cuantos la veían.

Ester fue llevada al rey Asuero a su palacio real el mes décimo, que es el mes Tebet, en el año séptimo de su reinado.

Y el rey amó a Ester más que a todas las {otras} mujeres, y ella halló gracia y bondad con él más que todas las {demás} vírgenes. Así que él puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti.

Ester todavía no había dado a conocer ni su familia ni su pueblo, tal como Mardoqueo le había mandado, porque Ester hizo lo que le había dicho Mardoqueo, como cuando estaba bajo su tutela.

Después de esto el rey Asuero engrandeció a Amán, hijo de Hamedata el Agagueo, y lo ensalzó y estableció su autoridad sobre todos los príncipes que {estaban} con él.

Y todos los siervos del rey que {estaban} a la puerta del rey se inclinaban y se postraban ante Amán, porque así había ordenado el rey en cuanto a él; pero Mardoqueo ni se inclinaba ni se postraba.

Entonces los siervos del rey, que {estaban} a la puerta del rey, dijeron a Mardoqueo: `` ¿Por qué traspasas el mandato del rey?"

Después que ellos le estuvieron hablando día tras día y él se había negado a escucharlos, se {lo} informaron a Amán para ver si la palabra de Mardoqueo era firme, porque él les había declarado que era Judío.

Y él no se contentó con echar mano sólo a Mardoqueo, pues le habían informado {cuál era} el pueblo de Mardoqueo. Por tanto Amán procuró destruir a todos los Judíos, el pueblo de Mardoqueo, que {estaban} por todo el reino de Asuero.

En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta el mes doce, que es el mes de Adar.

Y Amán dijo al rey Asuero: ``Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de {las} de todos {los demás} pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos {vivos}.

"Si al rey le parece bien, que se decrete que sean destruidos, y yo pagaré 340 toneladas de plata en manos de los que manejan los negocios {del rey,} para que {los} pongan en los tesoros del rey.

Le dijo el rey a Amán: ``Quédate con la plata y {también con} el pueblo, para que hagas con él lo que te parezca bien."

Entonces fueron llamados los escribas del rey el día trece del mes primero, y conforme a todo lo que Amán había ordenado, fue escrito a los sátrapas del rey, a los gobernadores que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia conforme a su escritura, a cada pueblo conforme a su lengua, escrito en el nombre del rey Asuero y sellado con el anillo del rey.

Se enviaron cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los Judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el {día} trece del mes doce, que es el mes de Adar, y sus posesiones dadas al saqueo.

La copia del edicto que sería promulgada ley en cada provincia fue publicada a todos los pueblos para que estuvieran preparados para ese día.

Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor.

Vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se {lo} comunicaron, y la reina se angustió en gran manera. Y envió ropa para que Mardoqueo se vistiera y se quitara el cilicio de encima, pero él no {la} aceptó.

Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y le ordenó {que fuera} a Mardoqueo para saber qué {era} aquello y por qué.

Y Mardoqueo le informó de todo lo que le había acontecido, y la cantidad exacta de dinero que Amán había prometido pagar a los tesoros del rey por la destrucción de los Judíos.

Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los Judíos, para que {se la} mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo.

Entonces Ester habló a Hatac y le ordenó {que respondiera} a Mardoqueo:

``Todos los siervos del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que vaya al rey en el atrio interior, sin ser llamado, él tiene una sola ley, que se le dé muerte, a menos que el rey le extienda el cetro de oro para que viva. Y yo no he sido llamada para ir al rey por estos treinta días."

Entonces Mardoqueo {les} dijo que respondieran a Ester: ``No pienses que {estando} en el palacio del rey {sólo} tú escaparás entre todos los Judíos.

Y Ester {les} dijo que respondieran a Mardoqueo:

``Ve, reúne a todos los Judíos que se encuentran en Susa y ayunen por mí; no coman ni beban por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco."

Y Mardoqueo se fue e hizo conforme a todo lo que Ester le había ordenado.

Cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió hacia Ester el cetro de oro que {estaba} en su mano. Ester entonces se acercó y tocó el extremo del cetro.

Y el rey le dijo: `` ¿Qué te {preocupa,} reina Ester? ¿Y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará."

Ester respondió: ``Si le parece bien al rey, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he preparado."

``Traigan pronto a Amán para que hagamos como Ester desea," dijo el rey. Y el rey vino con Amán al banquete que Ester había preparado.

si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si le place al rey conceder mi petición y hacer lo que yo pido, que venga el rey con Amán al banquete que yo les prepararé, y mañana haré conforme a la palabra del rey."

Aquel día Amán salió alegre y con corazón contento; pero cuando Amán vio a Mardoqueo en la puerta del rey y que éste no se levantaba ni temblaba delante de él, Amán se llenó de furor contra Mardoqueo.

Entonces Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos, y todas {las ocasiones} en que el rey lo había engrandecido, y cómo lo había exaltado sobre los príncipes y siervos del rey.

Y Amán añadió: ``Aun la reina Ester no permitió que nadie, excepto yo, viniera con el rey al banquete que ella había preparado; y también para mañana estoy invitado por ella junto con el rey.

Su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: ``Haz que se prepare una horca de 22.5 metros (50 codos) de alto, y por la mañana pide al rey que ahorquen a Mardoqueo en ella; entonces ve gozoso con el rey al banquete." Y el consejo agradó a Amán, y mandó preparar la horca.

Aquella noche el rey no podía dormir y dio orden que trajeran el Libro de las Memorias, las crónicas, y que las leyeran delante del rey.

Y fue hallado escrito lo que Mardoqueo había informado acerca de Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, guardianes del umbral, de que ellos habían procurado echar mano al rey Asuero.

Y el rey preguntó: `` ¿Qué honor o distinción se le ha dado a Mardoqueo por esto?" Respondieron los siervos del rey que le servían: ``Nada se ha hecho por él."

Entonces el rey preguntó: `` ¿Quién está en el atrio?" Y Amán acababa de entrar al atrio exterior del palacio del rey, para pedir al rey que hiciera ahorcar a Mardoqueo en la horca que él le había preparado.

Los siervos del rey le respondieron: ``Amán está en el atrio." El rey dijo: ``Que entre."

Cuando Amán entró, el rey le preguntó: `` ¿Qué se debe hacer para el hombre a quien el rey quiere honrar?" Y Amán se dijo: `` ¿A quién desearía el rey honrar más que a mí?"

que traigan un manto real con que se haya vestido el rey, y un caballo en el cual el rey haya montado y en cuya cabeza se haya colocado una diadema real;

Entonces el rey dijo a Amán: ``Toma presto el manto y el caballo como has dicho, y hazlo así con el Judío Mardoqueo, que está sentado a la puerta del rey. No omitas nada de todo lo que has dicho."

Y Amán contó a su mujer Zeres y a todos sus amigos todo lo que le había acontecido. Entonces sus sabios y su mujer Zeres le dijeron: ``Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de descendencia Judía, no podrás con él, sino que ciertamente caerás delante de él."

Aún estaban hablando con él, cuando llegaron los eunucos del rey y llevaron aprisa a Amán al banquete que Ester había preparado.

La reina Ester respondió: ``Si he hallado gracia ante sus ojos, oh rey, y si le place al rey, que me sea concedida la vida según mi petición, y la de mi pueblo según mi deseo;

Entonces el rey Asuero preguntó a la reina Ester: `` ¿Quién es, y dónde está el que pretende hacer tal cosa?"

Y dejando de beber vino, el rey se levantó lleno de furor {y salió} al jardín del palacio. Pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey.

Entonces Harbona, uno de los eunucos que {estaban} delante del rey, dijo: ``Precisamente, la horca de 22.5 metros de alto está en la casa de Amán, la cual Amán había preparado para Mardoqueo, quien había hablado bien en favor del rey." ``Ahórquenlo en ella," ordenó el rey.

Colgaron, pues, a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y se aplacó el furor del rey.

Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los Judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester {le} había revelado lo que era él para ella.

Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.

Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los {propósitos} perversos de Amán el Agagueo y el plan que había tramado contra los Judíos.

y dijo: ``Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él, si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, el Agagueo, las cuales escribió para destruir a los Judíos que están en todas las provincias del rey.

"Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que caería sobre mi pueblo? ¿Cómo podría yo ver la destrucción de mi gente?"

"Ustedes, pues, escriban acerca de los Judíos como les parezca bien, en nombre del rey, y séllen{lo} con el anillo del rey. Porque un decreto que está escrito en nombre del rey y sellado con el anillo del rey no puede ser revocado."

Así que fueron llamados los escribas del rey en aquel momento en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el {día} veintitrés; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los Judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que {se extendían} desde la India hasta Etiopía, 127 provincias, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y a los Judíos conforme a su escritura y a su lengua.

Mardoqueo escribió en nombre del rey Asuero y sellaron las cartas con el anillo del rey, y se enviaron por medio de correos a caballo, que montaban en corceles engendrados por caballos reales.

En ellas el rey concedía a los Judíos que {estaban} en cada ciudad {el derecho} de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes,

Una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los Judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos.

En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el {mismo} día que los enemigos de los Judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los Judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.

Se reunieron los Judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban hacerles daño. Nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que manejaban los negocios del rey ayudaron a los Judíos, porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos.

Los Judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada, con matanza y destrucción; e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban.

Aquel mismo día comunicaron al rey el número de los que fueron muertos en la fortaleza de Susa.

Y el rey dijo a la reina Ester: ``En la fortaleza de Susa los Judíos han matado y exterminado a 500 hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición {ahora?} Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También {te} será hecho."

Entonces Ester dijo: ``Si le place al rey, que mañana también se conceda a los Judíos que están en Susa hacer conforme al edicto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca."

El rey ordenó que así se hiciera; y un edicto fue promulgado en Susa, y los diez hijos de Amán fueron colgados.

Los Judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a 300 hombres en Susa, pero no echaron mano a sus bienes.

Los demás Judíos que {se hallaban} en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas y librarse de sus enemigos. Mataron a 75,000 de los que los odiaban, pero no echaron mano a sus bienes.

Pero los Judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron el trece y el catorce del mismo mes, y descansaron el {día} quince y lo proclamaron día de banquete y de regocijo.

Por eso los Judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas (sin murallas), proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones {de comida} unos a otros.

Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los Judíos que {se hallaban} en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas,

ordenándoles que celebraran anualmente el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo mes.

Porque en esos días los Judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones {de comida} unos a otros e hicieran donativos a los pobres.

Así los Judíos llevaron a cabo lo que habían comenzado a hacer, y lo que Mardoqueo les había escrito.

Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que Amán había tramado contra los Judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.

Por eso estos días son llamados Purim (Suertes), por el nombre Pur. Y a causa de las instrucciones en esta carta, tanto por lo que habían visto sobre este asunto y por lo que les había acontecido,

los Judíos establecieron e hicieron una costumbre para ellos, para sus descendientes y para todos los que se aliaban con ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días conforme a su ordenanza y conforme a su tiempo señalado cada año.

Para que estos días fueran recordados y celebrados por todas las generaciones, por cada familia, cada provincia y cada ciudad; y que estos días de Purim no dejaran de celebrarse entre los Judíos, ni su memoria se extinguiera entre sus descendientes.

Y todos los actos de su autoridad y poder, y todo el relato de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia?

" ¿No has hecho Tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra.

"Pero extiende ahora Tu mano y toca todo lo que tiene, {y verás} si no Te maldice en Tu {misma} cara."

Y aconteció que un día en que los hijos y las hijas de Job estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor,

Y sucedió que el día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, vino también Satanás (el adversario) entre ellos para presentarse delante del SEÑOR.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: `` ¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro), recto, temeroso de Dios y apartado del mal. El todavía conserva su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa."

Satanás respondió al SEÑOR: `` ¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

Cuando tres amigos de Job, Elifaz, el Temanita, Bildad, el Suhita y Zofar, el Naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo.

Entonces se sentaron en el suelo con él por siete días y siete noches sin que nadie le dijera una palabra, porque veían que {su} dolor era muy grande.

``Perezca el día en que yo nací, Y la noche {que} dijo: `Un varón ha sido concebido.'

{Y en cuanto a} aquella noche, apodérense de ella las tinieblas; Que no se alegre entre los días del año, Ni se cuente en el número de los meses.

Que sea estéril aquella noche, No entren en ella gritos de júbilo.

Maldíganla los que maldicen el día, Los que están listos para despertar a Leviatán (al monstruo marino).

Oscurézcanse las estrellas de su alba; Que espere la luz pero no la tenga, Que tampoco vea el rayar de la aurora;

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso