14283 casos

'Que' en la Biblia

``Con respecto a todo aquello de que los Judíos me acusan, me considero afortunado, {oh} rey Agripa, de poder presentar hoy mi defensa delante de usted,

sobre todo, porque es experto en todas las costumbres y controversias entre {los} Judíos. Por lo cual le ruego que me escuche con paciencia.

``Pues bien, todos los Judíos conocen mi vida desde mi juventud, que desde el principio transcurrió entre los de mi pueblo (mi nación) y en Jerusalén;

puesto que ellos han sabido de mí desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que viví {como} Fariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión.

``Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret.

"Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto.

al mediodía, oh rey, {yendo} de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía alrededor mío y de los que viajaban conmigo.

"Después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma Hebreo: `Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.'

~`Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquéllas en que Me apareceré a ti.

que el Cristo (el Mesías) había de padecer, {y} que por motivo de {Su} resurrección de entre los muertos, El debía ser el primero en proclamar luz tanto al pueblo {Judío} como a los Gentiles."

Pero Pablo le respondió: ``No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.

"Porque el rey entiende estas cosas, y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto.

"Rey Agripa, ¿cree usted {en} los profetas? Yo sé que cree."

Y Pablo {contestó: ``}Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas."

El rey, el gobernador, Berenice y los que estaban sentados con ellos se levantaron,

y mientras se retiraban, hablaban entre sí, diciendo: ``Este hombre no ha hecho nada que merezca muerte o prisión."

Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio.

Embarcándonos en una nave Adramitena que estaba para salir hacia las regiones de la costa de Asia (provincia occidental de Asia Menor), nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un Macedonio de Tesalónica.

Allí el centurión halló una nave Alejandrina que iba para Italia, y nos embarcó en ella.

diciéndoles: ``Amigos, veo que de seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas."

Pero el centurión se persuadió más {por lo que fue dicho} por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía.

Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, para ver si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno {allí.}

Cuando comenzó a soplar un moderado viento del sur, creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban costeando a Creta.

Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón (viento del nordeste),

Después que lo alzaron, usaron amarras para sujetar la nave. Temiendo encallar en {los bancos} de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva.

diciendo: `No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; pero ahora, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.'

"Por tanto, tengan buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo.

"Pero tenemos que encallar en alguna isla."

Llegada la decimocuarta noche, mientras éramos llevados a la deriva en el mar Adriático, a eso de la medianoche los marineros presentían que se estaban acercando a tierra.

Echaron la sonda y hallaron {que había} 20 brazas (36m) {de profundidad.} Pasando un poco más adelante volvieron a echar la sonda y hallaron 15 brazas (27m).

Temiendo que en algún lugar fuéramos a dar contra los escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban (rogaban) que amaneciera.

Como los marineros trataban de escapar de la nave y habían bajado el bote salvavidas al mar, bajo pretexto de que se proponían echar las anclas desde la proa,

Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y dejaron que se perdiera.

Cuando estaba a punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo: ``Hace ya catorce días que, velando continuamente, {están} en ayunas, sin tomar ningún {alimento.}

"Por eso les aconsejo que tomen alimento, porque esto es necesario para sobrevivir. Porque ni un solo cabello de la cabeza de ninguno de ustedes perecerá."

Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero podían distinguir una bahía que tenía playa, y decidieron lanzar la nave hacia ella, si les era posible.

El plan de los soldados era matar a los presos, para que ninguno {de ellos} escapara a nado.

Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra,

y que los demás {siguieran,} algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió que todos llegaron salvos a tierra.

Una vez que ellos estaban a salvo, nos enteramos de que la isla se llamaba Malta.

Cuando los habitantes, vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: ``Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir."

Ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que Pablo era un dios.

Cerca de allí había unas tierras que pertenecían al hombre principal de la isla, que se llamaba Publio, el cual nos recibió y nos hospedó con toda amabilidad por tres días.

Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.

Allí encontramos {algunos} hermanos, que nos invitaron a permanecer con ellos por siete días. Y así llegamos a Roma.

Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.

Y ellos le dijeron: ``Nosotros no hemos recibido cartas de Judea sobre ti, ni ha venido aquí ninguno de los hermanos que haya informado o hablado algo malo acerca de ti.

"Pero deseamos oír por ti mismo lo que enseñas, porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella."

Al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una {última} palabra: ``Bien habló el Espíritu Santo a sus padres por medio de Isaías el profeta,

{Pablo} se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo,

Y no quiero que ignoren, hermanos, que con frecuencia he hecho planes para ir a visitarlos, pero hasta ahora me he visto impedido, a fin de obtener algún fruto también entre ustedes, así como entre los demás Gentiles.

Tengo obligación (Soy deudor) tanto para con los Griegos como para con los bárbaros (los que no son Griegos por nacimiento, ni por cultura), para con los sabios como para con los ignorantes.

Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio (las buenas nuevas) también a ustedes que están en Roma.

Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera {que seas tú} que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porqueque juzgas practicas las mismas cosas.

¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, que escaparás del juicio de Dios?

Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la Ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la Ley, por la Ley serán juzgados.

Porque cuando los Gentiles, que no tienen la Ley, cumplen por instinto (hacen por naturaleza) los {dictados} de la Ley, ellos, no teniendo la Ley, son una ley para sí mismos.

Pero si tú, que llevas el nombre de Judío y te apoyas en la Ley; que te glorías en Dios

y te confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,

que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que abominas a los ídolos, ¿saqueas templos? ( ¿cometes sacrilegio?)

Y si el que es físicamente incircunciso guarda la Ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes la letra {de la Ley} y eres circuncidado, eres transgresor de la Ley?

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso